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28/04/16

La Universidad de Guanajuato y la pertenencia a grupos estudiantiles

No debemos seguir obligados los estudiantes con iniciativa en beneficio de nuestra casa de estudios, a pertenecer a uno u otro grupo estudiantil…

La Universidad de Guanajuato y la pertenencia a grupos estudiantiles

Se vale opinar y lo hago en voz de varios de los míos, desde el ámbito de la libertad que cada quien aprovecha según su pasión, ignorancia o sabiduría, y prejuicios. Pero es nuestra misión el fomentar críticas y apoyar en el cultivo de la cultura de la aportación.

Algo sigue estando mal en la UG, y los estudiantes seguimos ignorando y siendo apáticos al problema de la nula aportación a los problemas que directamente nos afectan. Debemos hacer algo más allá de cualquier circo y desconocimiento, sobre todo, en tiempo de propaganda en las aulas.

El someter proyectos y grupos estudiantiles a grupos politizados por parte de administrativos y autoridades, es una manifestación autoritaria que desmantela y confirma las prácticas recurridas durante no mucho tiempo para conseguir fines ambiciosos.

No debemos seguir obligados los estudiantes con iniciativa en beneficio de nuestra casa de estudios, a pertenecer a uno u otro grupo estudiantil para ceder autoría, esfuerzo, reconocimiento y trabajo al solicitar apoyo a dependencias universitarias "cercanas al estudiantado". Hay qué exigir el derecho a una libre asociación que establece nuestro estatuto académico, acompañado de un libre desarrollo del estudiante, incentivándolo a generar espacios y proyectos, sin necesidad de hacerlo sumiso a "espirales" (algo de lo que al menos una persona más se había dado cuenta).

No podemos seguir permitiendo que los intereses de superiores se vean reflejados en fórmulas para cargos de órganos de gobierno de nuestra Universidad, como los consejos. Para ello es necesario estar participando en este tipo de convocatorias,  y hacerle contrapeso al interés personal y vigilar que, tanto maestros como órganos de gobierno, se mantengan independientes respecto a vacantes en los mismos, pues son decisiones importantes las que en las pocas sesiones se toman, y debe haber antes que una decisión unánime, un análisis de fondo con distintas visiones, siempre apuntadas a mejorar nuestra Universidad.

No se puede seguir teniendo un reglamento obsoleto para la regulación de las sociedades de alumnos de las divisiones, cuando se desconoce por completo los contextos estudiantiles de cada división. Las autoridades deben dar seguimiento a la reunión periódica con mesas directivas para reformar el reglamento por el que se rigen, con la participación de autoridades y de estudiantes interesados, y así verdaderamente conocer lo que se vive en cada división, o mínimo, hacerles más caso a las problemáticas y necesidades.

Me refiero a autoridades que ponen intereses personales o grupales por encima de los comunales. Esos que desconocen el cargo que tienen, los que no se acercan con los estudiantes. Los que "se empachan de política", como me reclamaría uno de mis profesores, que hoy se empacha de la misma.

Es también justo reconocer a aquellas y aquellos que estuvieron y están más allá de su escritorio, más allá de su oficina. Quienes motivan, reconocen, apoyan e incentivan a estar activos y defensores a cualquier injusticia hacia una colmena de trabajo, y que propicien a una libre decisión a base de información verídica, antes de comprarlos con cualquier evento, puesto o servicio.

Vamos a cambiar esto. Vamos a hacerlo desde aquí, sin necesidad de ser o pertenecer a un cargo, grupo o representación, simplemente en un esfuerzo unido, un movimiento permanente que busca verdaderamente estar, verdaderamente, al menos en las primeras quince universidades del país, sin necesidad de engaños .

Regresemos a la esencia: las y los estudiantes.