Los costos para Estados Unidos si abandona el TLCAN

"... Trump se retractó de lo que hubiera sido uno de sus más grandes errores como presidente de Estados Unidos"

Los costos para Estados Unidos si abandona el TLCAN

Hace apenas unos días, el 27 de abril, Donald Trump estaba listo para botar al cesto de la basura al Tratado de Libre Comercio de America del Norte (TLCAN), el cual lleva 23 años de existencia y está conformado por México, Estados Unidos y Canadá.

Las razones por las cuales Trump se retractó de lo que hubiera sido uno de sus más grandes errores como presidente de Estados Unidos, fueron las llamadas telefónicas sostenidas por la noche de ese día con sus homólogos Enrique Peña Nieto y Justin Trudeau, así como la avalancha de líderes y asesores del Congreso que hablaron con él, además de miembros de su gabinete que intervinieron para calmarlo. Gracias a esto, ahora Trump dice que por ahora va a “renegociar”.

De acuerdo con datos de la División de Indicadores Económicos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en el año 2016 nuestro vecino del norte exportó a Canadá mercancías por un valor de 266.827 miles de millones de dólares (mmdd) e importó desde dicha nación bienes por 278.067 mmdd. Por su parte, Estados Unidos exportó a México bienes por 230.959 mmdd e importó productos desde México por 294.151 mmdd. Estas cifras dan cuenta de que el comercio exterior estadounidense con sus socios del TLCAN sumó en el año 2016 más de 1.070 billones de dólares (billones de los de 12 ceros).

Ante este monto de intercambio comercial, que inclusive supera el valor del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, hubiese sido muy negativo para la región norteamericana el que Donald Trump hubiera concretado el envío de la carta de notificación de que Estados Unidos desea salirse del TLCAN.

Es por ello que de acuerdo a notas publicadas por CNNMoney y Time, políticos como el senador John Cornyn del estado de Texas han dicho de manera contundente que “no hace falta decir que el libre comercio ha sido una piedra angular en la economía de Texas”. Por su parte, el influyente senador John McCain y el senador Jeff Flake de Arizona, así como el influyente Lindsey Graham de Carolina del Sur, le han advertido a Trump sobre los riesgos de retirarse del acuerdo. McCain dijo que tal acción sería “vergonzosa y desastrosa”, mientras que Flake dijo que un retiro de Estados Unidos sería dañino para su estado y para el país en su conjunto.

Alguien pudiera pensar que no deberíamos preocuparnos demasiado por las posibles intenciones de Trump de retirar a su país del TLCAN ya que existen los contrapesos necesarios en el Congreso de su país para frenarlo. Pero el problema es que los presidentes de Estados Unidos si tienen el poder para sacar a su país unilateralmente de cualquier acuerdo comercial sin necesidad de aprobación de su Congreso. En el caso del TLCAN, el artículo 2205 establece que cualquier país puede retirarse del tratado, sólo avisando por escrito con seis meses de anticipación.

Dada la relativa facilidad con la que Estados Unidos podría retirarse del TLCAN un día que Donald Trump amanezca de malas y se deje influenciar por Steve Bannon, estratega en jefe de la Casa Blanca y consejero del presidente, así como por Peter Navarro, asistente del presidente y Director del Consejo Comercial de la Casa Blanca, es que existe tanta preocupación, sobre todo de gobernadores y senadores republicanos de estados que en la elección de noviembre de 2016 le dieron el triunfo a Donald Trump.

Entre estos estados se encuentra Texas, que es el más más dependiente del TLCAN y además es un bastión del Partido Republicano desde 1980, ya que ningún candidato presidencial del Partido Demócrata ha ganado Texas desde dicho año.

Pero Texas no está sólo en su lucha por preservar el TLCAN, ya que 7 de los 10 estados que más dependen de las exportaciones a México y Canadá votaron por Trump, lo que subraya lo mucho que está en juego con este acuerdo, no sólo en el ámbito económico sino también el político. En otras palabras, la desaparición del TLCAN podría costarle al Partido Republicano perder la mayoría en el Congreso en las elecciones intermedias de noviembre de 2018.

En este contexto, es importante señalar que otra de las razones detrás del cambio de posición de Trump respecto al TLCAN el pasado 27 de abril fueron los agricultores. El diario Washington Post reportó que ese día el Secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, entró a la oficina del presidente con un mapa que destacaba los lugares que serían más afectados si el vecino del norte se retira del acuerdo. Perdue le hizo ver cuántos de éstos votaron por Trump, y el presidente probablemente se quedó viendo fijamente a los estados de Ohio, Pensilvania y Michigan, los cuales le aseguraron su victoria y están entre los 10 principales que dependen del TLCAN.

A continuación se presenta la lista de los 10 principales estados de la Unión Americana que más exportaciones realizan a sus vecinos de Norteamérica en el marco del TLCAN:

1.    Texas (votó por Trump)
2.    California
3.    Michigan (votó por Trump)
4.    Ohio (votó por Trump)
5.    Illinois
6.    Indiana (votó por Trump)
7.     Nueva York 
8.     Pensilvania (votó por Trump)
9.     Tennessee (votó por Trump)
10.     Arizona (votó por Trump)

Desde luego que el monto de las exportaciones es una manera de determinar cuáles estados tienen más que perder en caso de que el TLCAN desparezca; pero la otra manera de medir el impacto está en función de los empleos generados o que dependen de este acuerdo comercial. De acuerdo con la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, cerca de 14 millones de empleos están en juego tan sólo en nuestro vecino del norte.

Los 10 principales estados con dependencia de empleos en el TLCAN son:

1. California (575,190 empleos)
2. Texas (387,067 empleos. Votó por Trump)
3. Nueva York (318,169 empleos)
4. Florida (285,754. Votó por Trump)
5. Illinois (211,377 empleos)
6. Pensilvania (206,209 empleos. Votó por Trump)
7. Ohio (187,968 empleos. Votó por Trump)
8. Georgia (155,397. Votó por Trump)
9. Carolina del Norte (152,422 empleos. Votó por Trump)
10. Michigan (146,985 empleos. Votó por Trump)

Habiendo dejado en claro el costo que tendría para Estados Unidos el retirarse del TLCAN, es importante aclarar que hay una enorme diferencia entre desaparecer este acuerdo y renegociarlo. En México el gobierno federal y la comunidad empresarial reconocen que es fundamental modernizar el tratado, dotándolo de nuevos capítulos en materia de energía y comercio electrónico.

Además de que se deben actualizar temas como la resolución de controversias y cuestiones de tipo laboral y ambiental. Otro aspecto son los cambios en las reglas de origen (aquellas que establecen el porcentaje de contenido regional que le da “origen” a una mercancía para que pueda tener tratamiento preferencial), para cerrarle la puerta a China y fortalecer la industria manufacturera de Norteamérica.

En Estados Unidos coinciden con esta visión sobre la necesidad de modernizar el TLCAN. De acuerdo con CNNMoney, quien ha entrevistado a los senadores republicanos de aquellos estados que tienen más qué perder ante la posible desaparición del TLCAN, la mayoría dice que ellos apoyan la “modernización” del TLCAN, pero le han advertido a la administración Trump que esta renegociación no debe implicar el establecimiento de barreras comerciales entre los países miembros.

Para concluir, sólo agregaría que se debe reconocer que la posición del gobierno mexicano ante la posible renegociación del Tratado, o bien, la posible salida de Estados Unidos, ha sido digna y fuerte. En este sentido se deben apoyar los tres ejes rectores que se han establecido:

1. Si Estados Unidos envía la notificación a México de que saldrá del TLCAN, no habrá ninguna negociación paralela de otro acuerdo comercial
2. Canadá debe estar en la mesa de la negociación, y 
3. Estamos en contra de la imposición de aranceles, cupos o cualquier otro elemento de comercio administrado entre las tres naciones que conforman el TLCAN. 

Estaremos atentos entonces a lo que suceda durante este mes, en el cual se espera que las cosas se normalicen cuando el Congreso de Estados Unidos reciba la notificación formal del deseo de renegociar el TLCAN.