Economía • Recuperar el mercado interno para crecer • Alejandro Gómez Tamez

"...buena parte de nuestra dinámica comercial está ligada al desempeño del vecino del norte..."
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Economía • Recuperar el mercado interno para crecer • Alejandro Gómez Tamez
Economía • Recuperar el mercado interno para crecer • Alejandro Gómez Tamez

La evolución económica de México durante el segundo semestre de 2022 ha sido mejor de lo que los analistas pronosticaban. El INEGI acaba de informar que en el tercer trimestre de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 4.3% a tasa anual y con cifras originales, lo cual estuvo apoyado en los incrementos de 3.6% en las actividades agropecuarias, 3.5% en las industriales y 4.5% en el comercio y servicios. De esta manera, en el acumulado de los primeros tres trimestres de 2022, el PIB presenta un aumento anual de 2.9%. Es importante destacar que no obstante lo anterior, nuestro PIB todavía se encuentra en un nivel 1.1% por debajo del registrado en los primeros tres trimestres de 2019. 

Hasta ahora, gran parte de la recuperación  económica ha estado sustentada en el crecimiento de las exportaciones, mismas que sumaron 430.3 miles de millones de dólares (mmdd) en los primeros nueve meses de 2022, nivel 19.7% por encima del registrado en los primeros nueve meses de 2021. Si tomamos en cuenta que las exportaciones mexicanas sumaron 494.2 mmdd en todo 2021, y de continuar la tendencia de crecimiento observada en 2022, es posible que este año alcancemos casi los 600 mmdd de ventas al extranjero. Esta cifra es enorme y representaría cerca del 42% de nuestro PIB. 

Como ha sido ampliamente comentado, cerca del 80% de nuestras exportaciones tienen como destino los Estados Unidos, por lo que buena parte de nuestra dinámica comercial está ligada al desempeño del vecino del norte. Los analistas encuestados por el Wall Street Journal establecen que la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión el año que viene es del 60%, lo cual nos pone en una posición de vulnerabilidad, derivada de nuestra enorme dependencia en dicho mercado. 

Por otra parte, nuestra dinámica económica nacional también es dependiente de la evolución económica de Estados Unidos por las remesas que desde allá se envían a México. Las cifras oficiales indican que en el periodo de enero a septiembre de 2022 se ingresaron casi 43 mil millones de dólares, monto superior a los 37.3 miles de millones de dólares reportado en igual lapso de 2021, lo que significó un aumento anual de 15 por ciento.

Dado todo lo anterior, nuevamente nuestra preocupación debe ser el fortalecimiento del mercado interno, que nos haga menos dependientes de lo que suceda en el resto del mundo, y en especial en nuestro vecino del norte. El objetivo debe ser que México tenga la fortaleza para crecer por sus propios medios. Habiendo dicho lo anterior, para ver el estado en el que se encuentra el mercado interno, en esta entrega analizamos la evolución del mercado laboral, sus niveles de formalidad y de ingresos. 

El INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) correspondiente al tercer trimestre de 2022, y en ella se puede ver cómo la población ocupada ha seguido aumentando, inclusive habiendo rebasado los niveles de ocupación que se tenían antes de la pandemia, aunque desafortunadamente esto se ha dado en condiciones de carestía laboral para la mayoría. 

Los datos muestran que la población ocupada total pasó de 55.8 millones de personas en el tercer trimestre de 2021 a 57.4 millones en el mismo trimestre de 2022, lo que implica un aumento de 1.6 millones de personas trabajando en el último año. Si tomamos como referencia la población ocupada del tercer trimestre de 2019, vemos que el incremento en la población ocupada en los últimos tres años es de casi 2.6 millones de personas. 

En un mundo ideal, toda esta gente debería incorporarse al mercado laboral y estar dada de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que implicaría que son empleos formales; sin embargo, la realidad es otra. Ha sido ampliamente comentado, que la economía mexicana tiene problemas estructurales que le impiden crear la cantidad de empleos formales que se requieren cada año. Y esto lo podemos ver con las propias estadísticas de INEGI. 

De acuerdo con la ENOEN, en el tercer trimestre de 2021 la Tasa de informalidad laboral 1 (TIL1) fue de 56.3%, de manera que la población ocupada en condiciones de informalidad era de 31.4 millones; para el tercer trimestre de 2022 la TIL1 bajó marginalmente a 55.60%, lo que implica que a nivel nacional había 31.9 millones de personas laborando en la informalidad.  Con esto vemos que aunque la tasa de informalidad bajó marginalmente, el número absoluto de personas en la informalidad creció en 500 mil en el último año. 

Esta información es compatible con los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que indican que en septiembre de 2021 había 20.595 millones de trabajadores asegurados y en septiembre de 2022 son 21.409 millones, lo que denota un incremento de 814 mil puestos de trabajo. 

En pocas palabras, vemos que en el último año la población ocupada total creció en 1.6 millones. De este total, la población ocupada con seguro social creció en 814 mil, 500 mil personas ingresaron al mercado laboral pero en condiciones de informalidad, mientras que los restantes 290 mil son personas que ingresaron en la formalidad, pero no cuentan con seguro social.  

 

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Ahora, para analizar la población ocupada por nivel de ingresos, de la ENOEN se desprende que entre el tercer trimestre de 2021 y el mismo trimestre de 2022, la población ocupada que gana menos de un salario mínimo (sm) aumentó en 4.501 millones, los que ganan de 1 a 2 sm disminuyeron en 467 mil personas, los que perciben de 2 a 3 sm disminuyeron en 1.346 millones, los que ganan de 3 a 5 sm disminuyeron en 1.291 millones, los que ganan más de 5 sm decrecieron en 500 mil personas, los que no reciben ingresos se mantuvieron prácticamente en el mismo número, mientras que los que no especificaron su nivel de ingresos aumentaron en casi 705 mil personas. Es posible que el aumento de este último dato se deba a la desconfianza e inseguridad que genera el decirle a un desconocido cuánto ganas.

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Con los datos anteriores, en GAEAP determinamos que la población ocupada en México pasó de ganar 1.72 sm diarios en el tercer trimestre de 2021 a 1.51 sm al día en el tercer trimestre de 2022. Si tomamos en consideración que el salario mínimo pasó de 141.70 pesos en 2021 a 172.87 peros en 2022, entonces se desprende que el ingreso promedio diario de la población ocupada aumentó de 243.54 pesos en el tercer trimestre de 2021 a 261.62 pesos diarios en el mismo trimestre de 2022, lo que implica un aumento de 7.4% nominal.

Ahora bien, si tomamos en cuenta que la inflación del periodo fue de 8.5%, entonces en términos reales el ingreso promedio diario de la población ocupada en México cayó 1.0% en el último año. Hay que tener claro que este es un promedio, por lo que sin duda hay gente que ahora gana mucho menos en términos reales respecto al año pasado, y de igual forma, hay quienes ganan mucho más. 

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Para saber lo que está pasando con el mercado interno, es importante calcular la masa salarial en circulación, la cual obtenemos de multiplicar el ingreso nominal de la población ocupada por la población ocupada total. Vemos que en el tercer trimestre de 2021 fue de 13.6 miles de millones de pesos (mmdp) y que en el tercer trimestre de 2022 fue de 15.0 mmdp, lo que implica un crecimiento nominal de 10.5%. Esto es muy importante porque implica que en el tercer trimestre de 2022, la suma de toda la gente que trabaja tiene 10.5% más ingresos que hace un año. 

Sin embargo, aquí también debemos tomar en consideración la inflación del periodo, misma que fue de 8.5%. De esta manera, en términos reales, la masa salarial presenta un incremento de 1.8% en términos reales entre el tercer trimestre de 2021 y el mismo trimestre de 2022. Este dato es pues, el crecimiento en términos reales del mercado interno.  Sin duda esto es lo que hace que la economía mexicana mantenga un cierto porcentaje de crecimiento inercial. 

La gran pregunta que cabe hacerse es ¿Qué se puede hacer para que aumenten los ingresos de la población ocupada en términos reales y que crezca más rápidamente el monto de la masa salarial? 

Un primer aspecto que se debe atender es impulsar el incremento de la productividad de la mano de obra. En la medida en que se pueda aumentar la relación de valor de la producción dividida entre la cantidad de trabajadores, los dueños del capital pueden pagar mayores salarios. Veamos un sencillo ejemplo para ilustrar esto: si un trabajador produce 5 pares de zapatos al día y cada par de zapatos se vende en 500 pesos (precio fábrica) este trabajador genera un ingreso diario a su empresa de 2,500 pesos. Si suponemos que de esos 500 pesos el 80% es costo de producción, entonces la contribución de este trabajador a las utilidades de la empresa es de 500 pesos diarios. Si este trabajador aumenta su producción diaria a 6 pares de zapatos al día, entonces su contribución a las utilidades de la empresa aumentaría a 600 pesos diarios. De esta manera, parte de los 100 adicionales que generó el trabajador podrían traducirse en un mayor salario sin ocasionar un incremento en los costos de producción por unidad. 

El reto de aumentar la productividad no es sencillo, ya que implica inversiones en bienes de capital como maquinaria y equipo, lo cual no es barato. Además de que muchas de las empresas no tienen acceso a créditos a tasa de interés accesibles, por lo que les resulta muy complicado poder adquirir la maquinaria con recursos propios, dado que los márgenes de rentabilidad de las empresas se han deteriorado en los últimos años. 

Otra forma de aumentar la productividad de las personas es a través de la capacitación. Esto toma más tiempo, pero sin duda es una buena alternativa para los empresarios que no tienen recursos para la compra de maquinaria y equipo. Hay muchas formas de lograr la capacitación y en ocasiones las diferentes cámaras empresariales la ofrecen a precios muy bajos, ya que cuentan con apoyos gubernamentales.

Desde luego que otra forma de incrementar los ingresos de la población ocupada está relacionada con el combate a la ilegalidad o economía informal. Las empresas formales, que tienen a sus trabajadores registrados en el IMSS y pagan correctamente sus impuestos, enfrentan grandes dificultades al competir con las empresas que están en la ilegalidad ya que éstas tienen menores costos de producción. Esto impide que la empresa formal pueda pagarle mejores salarios a sus trabajadores, ya que tiene que competir con precios más bajos por parte de empresas ilegales. De esta manera, la informalidad se esparce como un cáncer en la economía mermando las posibilidades de mejorar los niveles de ingresos de la población ocupada. La autoridad debe asumir un compromiso por llevar a más empresas a la legalidad.   

Finalmente, está el tema de ciertas importaciones que impiden a los fabricantes nacionales mejorar los niveles de ingreso de sus trabajadores. Cuando tienes importaciones de productos que fueron fabricados en otros países en condiciones laborales muy malas y pagando sueldos de miseria, estás importando pobreza. ¿Cómo puede una empresa que produce ropa mejorar los sueldos de sus trabajadores cuando los grandes compradores nacionales tienen la posibilidad de comprar productos hechos en Bangladesh a un precio 50% más bajo? Y claro, tomando en consideración que las condiciones laborales de dicho país son sustancialmente más bajas que las de México. Nuestro país debe repensar su política comercial y buscar negociar acuerdos comerciales en los que tengamos posibilidades de exportar más, no simplemente comprar productos baratos que compiten con nuestras fábricas imposibilitando la mejora salarial. 

A manera de conclusión podemos señalar que el aumento al salario mínimo si ayuda a aquellas personas que están en la formalidad y perciben precisamente un ingreso equivalente a un salario mínimo. Sin embargo, para la mayoría de la población ocupada, el aumentar el salario mínimo no se ha traducido en una mejoría de los niveles de ingreso promedio. La alternativa es el incremento de la productividad, el combate a la ilegalidad e informalidad, así como revisar la política comercial de nuestro país. Las políticas públicas deben ir encaminadas a tener un mercado interno fuerte porque la gente gana más, no simplemente porque hay más gente trabajando.

Director General GAEAP*

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En Twitter: @alejandrogomezt