martes. 23.04.2024
El Tiempo

Apuesta por el olvido

“Pero la memoria deja de ser un activo para el gobierno del estado, y el olvido se convierte en la manera ingenua de avalar la ineficacia, la ineficiencia y con ello la impunidad…”

Apuesta por el olvido

La realidad es psicópata: jamás se compadece de sus víctimas.
Hace trampa al jugar con la esperanza.

La vida sigue y no se acuerda de nada.

José Emilio Pacheco

 

La inmediatez con la que se vive en estos tiempos que corren, y la fugaz permanencia de los hechos en la memoria, van configurando nuevas  maneras de pensar el tiempo y de dar una dimensión especial al “tiempo social”. Por ahora los actores políticos siguen actuando bajo el influjo del poder, y la memoria se hace selectiva, y el olvido intencional emerge como estrategia mediática y de control político.

Si observamos los diferentes conceptos del tiempo, en general, que se han ido dando a lo largo de la historia, los podemos más o menos clasificar en tres tipos. El primer concepto del tiempo, el más antiguo, lo relacionan con variaciones, movimientos cíclicos en perpetua sucesión, por ejemplo al fenómeno del día y la noche, el ciclo de vida de humanos y plantas, las estaciones de año, el eterno retorno al que aluden algunas culturas orientales o los movimientos cíclicos de la historia en algunas concepciones griegas o romanas. Con la aparición del capitalismo se amplía el concepto de tiempo al relacionarlo con el de la aceleración de la historia, una aceleración de acontecimientos relacionados con el progreso material y la idea de modernidad. Finalmente, parece que después de Einstein el tiempo relacionado con el espacio y el movimiento se piensa a modo de espiral donde no se pasa por el mismo punto sino que el movimiento, cíclico o no,         está afectado por el desarrollo helicoidal. (Lasso, 2009)[1]

Es común ver cómo políticos profesionales en sus partidos políticos, tienen deslices por demás desafortunados para hablar del pasado y usan el tiempo de manera singular —para intentar abstraerse de la realidad-, cuando su partido ha sido gobierno en relación a los eventos que destacan. Así el PAN en Guanajuato, sus dirigentes y funcionarios, hacen mención a los cambios y ajustes a través de sus “logros”, esto es, nuevas disposiciones legislativas o administrativa, para por ejemplo decir, que ya no sucederán actos de corrupción como en el pasado, olvidando, que el PAN es gobierno en el estado desde 1991.

Lo mismo podríamos decir de la memoria política de corto plazo en Guanajuato. Hace unos meses se insistió por diferentes grupos de la sociedad civil y diversos actores para evitar que el entonces procurador justicia fuera nombrado Fiscal General. El compromiso fue el “golpe de timón” y resultados. Los acontecimientos de los últimos 7 meses en materia de seguridad pública en diversos rubros, dan para pensar que algo no está funcionando, pese a que todo lo que se pidió a los legisladores (locales y federales) para dar resultados se les ha cumplido, por ejemplo, los cambios en los códigos penales para sancionar con prisión a quien porte  armas de uso exclusivo del ejército, entre otras peticiones.

Pero la memoria deja de ser un activo para el gobierno del estado y el olvido se convierte en la manera ingenua de avalar la ineficacia, la ineficiencia y con ello la impunidad. Parece también, que las investigaciones que se realizan con cierta diferenciación, dando preferencia en los casos que tienen a algunas víctimas “relevantes”, y “resueltos” en un tiempo record. Las demás investigaciones, que por cierto ya son del orden de miles víctimas, tienen otro trato y otro tiempo, que sin duda van acompañados de olvido y del uso de una memoria selectiva a nivel institucional.

A la víctimas su tiempo biológico de les arrebato. A los familiares de las víctimas el tiempo social se les hace cada día una eternidad. A los encargados de la impartición de justicia el tiempo se les convierte en sucesión de horas, días y meses que tendrán solo que transcurrir, esperando que los cambios de administración sean cada sexenio o bien, que la toma decisiones prometidas para dar resultados y lograr un estado seguro nunca lleguen, son ahora los nuevos los guardianes del tiempo para la impartición de justicia, en una lógica de que el tiempo lo cura todo, de ahí que lo que único que logran las carpetas de investigación es que acumulen polvo con el paso del tiempo.

La realidad es que los tiempos que estamos viviendo como sociedad, son inéditos, pero también son inaceptables. No se puede permitir que las autoridades del estado dejen pasar más tiempo sin hacerse cargo de la realidad. Lo que sucede  está minando la confianza y sigue acrecentado la percepción de la inseguridad y con ello instalando el miedo en la vida, - en el tiempo social-, tiempo que debería ser usado para estar con familiares, con vecinos, con amigos y amigas,  en lugar de encerrarse en casas y departamentos, construyendo un tiempo social que restituya el tejido social.

Habrá que decir que las personas organizadas pueden recuperar la memoria social, y reconstruir la memoria colectiva del pueblo y con ello la conciencia política, para que las autoridades puedan recordar los compromisos que hicieron para gobernar con justicia y paz -y para el bien común-, y que no sigan gobernando solamente apostando al olvido.

 

 

 


[1] Lasso, Pablo (2009) El tiempo social en la construcción cultural de la realidad. Velocidad Cultural – 1ª parte.  Revista Mercadotecnia Global ITESO Departamento de Economía, Administración y Mercadología. https://blogs.iteso.mx/mktglobal/2009/10/21/tiempo-social-velocidad-cultural-1era-parte/