martes. 16.04.2024
El Tiempo

Para la Utopía

"La pregunta es si nos dará tiempo para recuperar al planeta  y rescatarnos como humanidad..."

Para la Utopía

El pragmatismo político y económico nubla la mirada  de quienes están en las esferas del poder y en las élites económicas. La ganancia a corto plazo, el manejo de las circunstancias en favor de crear y mantener clientelas, el resolver coyunturas por demás efímeras, el atender crisis y escándalos mediáticos, marcan a la “prisa” como signo de estos tiempos que corren por demás desbocados y hace, que la urgencia sea el factor que se impone como canon ante la demanda de la eficiencia y eficacia de una sociedad política y vendida al mercado, con lo que se configura la actual Sociedad del Rendimiento, como la ha descrito con una implacable crudeza y realismo Byung Chul-Han, al caracterizar las expresiones sociales del comportamiento humano en la sociedades en occidente al arranque del nuevo siglo y en los albores del nuevo milenio.

Tal pareciera que las escalas territoriales, las dimensiones humanas y las necesidades materiales se van condensando en los caleidoscopios multicolores que reproducen en las pantallas y en la obcecación que la sociedad de consumo hace al convertir todo en mercancía, en suvenir, en eslogan, en una experiencia sensorial y emocional al explotar la arraigada cultura del maniqueísmo, del todo o nada, de conmigo o con el otro, de querer seguir marcando el mundo en antagonismos por demás excluyentes, que dan paso al querer nostálgico de volver a naturalizar la xenofobia, el clasismo, la discriminación, la misoginia, a través de radicalismos  convertidos en mercancías políticas, que ya tienen a sus consumidores cautivos y domesticados, por demás polarizados por la parafernalia y los estandartes que las ideologías y las creencias venden.

Los procesos humanos de la convivencia se han complejizado. No está demás, reconocer que la historia social se ha ido llenando de nuevos elementos y factores que han hecho que las explicaciones no puedan ser de ninguna manera unívocas, o lineales, pero sobre todo no pueden ser simples. La diversidad de las expresiones y visiones que desde la cultura han logrado hacerse visibles, muestra un mundo diverso, plural, con una amplitud de matices y de formas de concretar la libertad y la dignidad humana.

Las condiciones de expoliación del planeta urgen a la necesidad de establecer una agenda política, cultural, social y económica que ya no puede ser evadida. La magnitud del desastre ambiental implica obligar a los gobiernos del mundo, a las empresas y a los dueños de una riqueza acumulada inmoralmente a frenar las lógicas y lecturas desarrollistas vigentes. Se necesitan detener las formas irracionales explotación de los recursos naturales, para dar paso a soluciones sustentables y sobretodo socialmente pertinentes, en donde de la ganancias económicas no sean el único parámetro de éxito.

El logro civilizatorio de reconocer los derechos humanos como elemento mínimo garante de la dignidad que tenemos todas y todos por el simple hecho de ser personas, -y ser sujetos de derechos-, nos coloca en la responsabilidad moral y ética de ir configurando el desarrollo de la sociedades de una forma incluyente, equitativa, igualitaria, que abone a establecer políticas públicas y sociales para direccionar hacia nuevos fines y horizontes las prácticas cotidianas de interacción y convivencia entre las personas, con una profunda y sólida convicción de reconocer la obligada necesidad de crear condiciones de justicia e igualdad, que incluya a todos los grupos humanos y a todas sus expresiones, en donde los “estados-nación” asuman la responsabilidad de gobernar para esos nuevo fines democráticos, en la perspectiva de los Derechos Humanos y sustentables con la Naturaleza.

Algunos de los problemas que tenemos como sociedad están anclados en las formas de control social y político que han estado vigentes. Esas formas institucionalizadas de poder hoy están desgastadas y en crisis. Los cambios sociales y políticos producto de la exigencia de la vigencia de los derechos humanos vendrán sin duda. Las y los jóvenes están marcando la pauta ante el cambio climático. La pregunta es si nos dará tiempo para recuperar al planeta y rescatarnos como humanidad. Carl Sagan dijo que la Tierra inició sin seres humanos y terminará sin ellos. Eduardo Galeano nos muestra la posibilidad de otro mundo posible si es que “deliramos un ratito”:

 

La utopía

Qué tal si deliramos por un ratito
qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia
para  adivinar otro mundo posible

El aire estará limpio de todo veneno que no provenga
de los miedos humanos y de las humanas pasiones

En las calles los automóviles serán aplastados por los perros
la gente no será manejada por el automóvil
ni será programada por el ordenador
ni será comprada por el supermercado
ni será tampoco mirada por el televisor

El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia
y será tratado como la plancha o el lavarropas

Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez
que cometen quienes viven por tener o por ganar
en vez de vivir por vivir no más
como canta el pájaro sin saber que canta
y como juega el niño sin saber que juega

En ningún país irán presos los muchachos
que se nieguen a cumplir el servicio
sino los que quieran cumplirlo
Nadie vivirá para trabajar
pero todos trabajemos para vivir
Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo
i llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas
Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas
Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas

La solemnidad se dejará de creer que es una virtud
y nadie, nadie
tomará en serio a nadie
que no sea capaz
de tomarse el pelo

La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes
y ni por defunción ni por fortuna
se convertirá el canalla en virtuoso caballero
La comida no será una mercancía
ni la comunicación un negocio
porque la comida y la comunicación son derechos humanos

Nadie morirá de hambre
porque nadie morirá de indigestión

Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura
porque no habrá niños de la calle
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero
porque no habrá niños ricos
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla
y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla

La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas
volverán a juntarse bien pegaditas espalda contra espalda

En Argentina las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental
porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria

La santa madre iglesia corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés
y el 6to mandamiento ordenará festejar el cuerpo

La iglesia dictará también otro mandamiento que se le había olvidado a Dios:
amarás a la naturaleza de la que formas parte

Serán reforestados los desiertos del mundo
y los desiertos del alma
Los desesperados serán esperados
y los perdidos serán encontrados
porque ellos se desesperaron de tanto esperar
y ellos se perdieron por tanto buscar

Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan
voluntad de belleza y voluntad de justicia
hayan nacido cuando hayan nacido
y hayan vivido donde hayan vivido
sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo

Seremos imperfectos
Porque la perfección seguirá siendo
el aburrido privilegio de los dioses
pero en este mundo
en este mundo chambón y jodido
seremos capaces de vivir cada día
como si fuera el primero
y cada noche
como si fuera la última.