viernes. 19.04.2024
El Tiempo

Ser gobierno

“…gobernar bien para todos y todas, es por ahora una promesa. Nos corresponde a nosotros como sociedad ayudar a que tengamos un buen gobierno y que la promesa se cumpla…”

Ser gobierno

Una sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos gobiernos.
Thomas Jefferson (1743-1826)

 

Gobernar siempre quiere decir hacer descontentos.
Anatole France (1844-1924)

 

Todas las formas de gobierno son valoradas exclusivamente en la medida en que tienden a promover la felicidad de quienes bajo ellas viven.
Adam Smith (1723-1790)

Ser gobierno de una nación tiene más responsabilidades y aún más obligaciones, sobre todo si se quiere ser un gobierno diferente, eficaz, eficiente y honesto.

Para el caso de México, la cantidad de situaciones y problemas que tiene como parte de la llamada realidad nacional sobrepasan en mucho lo que las y los ciudadanos alcanzamos a observar y a darnos cuenta.

Gobernar no sólo se trata de conducir a un país –si esa figura es válida-. Se trata de crear condiciones en circunstancias por demás complejas, donde la toma de decisiones es el ejercicio de poder en lo real. Ese mandato que adquiere el Estado y sus instituciones, tiene el deber  buscar que sus acciones tengan un impacto positivo, de diversas formas de mejora hacia  y para el conjunto de la sociedad, en donde el bien mayor es lo que puede legitimar la tal o cual decisión. Gobernar es también hacer un trabajo de gestión y de comunicación social para informar y argumentar sobre las medidas que toman y las consecuencias de las mismas. Idealmente, esas decisiones deberían ser acordadas por consenso y en su caso por la mayoría, pero al menos con un sustento y una lógica racional mínima.

Hoy ser gobierno ya no puede ser lo que llegó a ser, sobre todo en lo se configuró como el denominado presidencialismo, y que de alguna manera el priismo que llevó a Peña Nieto a la presidencia, quiso volver a imponer. Gobiernos caracterizados por las caravanas, los elogios y las pleitesías, matizados y mediatizados los excesos del poder. Desde el amiguismo como forma de integrar al equipo que forma el gabinete, así como en la evasión y el encubrimiento para intentar salir librados de malos manejos, de las pésimas decisiones, las ineficacias, el derroche, el abuso del poder y el delito. Los errores no se admiten, y vaya el gran error de invitar a Donald Trump siendo aún candidato y tratarlo como si fuera jefe de Estado, que ahora es equivalente al desacierto de imponer a José Antonio Meade como candidato “ciudadano” del PRI y de sus incondicionales aliados.

Gobernar con nuevo paradigma ético, con una moral política diferente a lo experimentado en el país, representa una utopía. Gobernar con y para los de abajo, e ir ajustando las condiciones sociales y las oportunidades desde la equidad y la igualdad, es por ahora sólo un buen deseo. Gobernar para la inclusión, el respeto y el reconocimiento de los pueblos originarios, es todavía un lema de campaña. Integrar y respetar las formas de organización y de autogobierno de los pueblos indígenas, todavía no es un compromiso. Gobernar para la igualdad y con justicia en favor de las niñas y las mujeres, es una demanda urgente que implica un cambio sustancial en todas las esferas sociales y de gobierno.

Gobernar para impulsar el desarrollo del campo, pasa por reconocer el atraso y la miseria en la que han sido sumidos las y los campesinos, como los olvidados de la tierra. Gobernar respetando el derecho de los trabajadores a organizarse, potenciando el necesario equilibrio entre capital y trabajo, es el mayor reto en la crítica de fondo al neoliberalismo. Gobernar para usar los recursos naturales de forma eficiente, respetando la naturaleza y sus ecosistemas, la flora y la fauna, y hacer factible su disfrute y su conservación, requiere un nuevo modelo de producción.

Gobernar para hacer que la minería  y el sector energético tengan nuevas estrategias de desarrollo, pensando el largo plazo y cuidado las consecuencias de los procesos que conllevan. Gobernar para recuperar la soberanía alimentaria pasa por pensar el desarrollo local e impulsar acciones de mejora, de uso racional del agua para riego, de cuidar el germoplasma como patrimonio.

Gobernar para atender la salud de la población, diseñando políticas públicas de salud para atener de forma preventiva y de esquemas de educación, las enfermedades crónicas degenerativas, y especialmente la obesidad infantil y adolescente. Gobernar para atender la salud mental y los problemas asociados a las conductas riesgo de la población. Gobernar para hacer vigentes los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, logrando que el Sistema Nacional de Protección para ellos y ellas se opere sin restricciones. Gobernar para generar una política integral para garantizar el acceso a la seguridad social, incluida la salud y las pensiones.

Gobernar para crear condiciones para que funcione el nuevo sistema de procuración e impartición de justicia, creando una policía de investigación científica y profesional, reformando al Ministerio Público para que sea una instancia profesional de acción del estado, dando soporte real a la defensoría de oficio, tomando el control adecuado de los reclusorios y creado verdaderos procesos de reinserción social. Gobernar para ir logrando la plena vigencia de los derechos humanos de todos y de todas.

Gobernar para impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, vinculando la investigación a los problemas del México real, de las necesidades productivas y sociales, de la salud, del medio ambiente, de las nuevas energías y los nuevos materiales que se requieren en el corto plazo, para la industria y para el transporte público. Gobernar para dar acceso a la educación y reducir las brechas digitales, conectar al país en materia de telecomunicaciones.

Gobernar es una oportunidad de servicio, es darle un uso social y moral al poder en favor de las personas. Gobernar es transparentar lo que se hace y el cómo se hace. Gobernar, gobernar bien para todos y todas, es por ahora es una promesa. Nos corresponde a nosotros como sociedad ayudar a que tengamos un buen gobierno y que la promesa se cumpla.