Sin retador

"...lo que tendrían que haber considerado tener y entrenar a un retador, por ahora, ni siquiera pueden hacer rounds de sombra con ellos mismos."

Sin retador

“Oposición es el arte de prometer aquello que el gobierno no puede asegurar”.

                                                                                                          Harold Nicolson

“La moral se esgrime cuando se está en la oposición; la política, cuando se ha obtenido el poder”.

                                                                                                  José Luis Aranguren

 

En esta semana se cumplen los primeros 100 días del mandato de López Obrador como presidente de la nación. Un gobierno que inició al día siguiente de su triunfo en las urnas y que formalmente recibió la Banda Presidencial el 1 de diciembre pasado. Una vorágine de cambios, de ajustes, de rectificaciones, en una nueva forma de gobernar, que oscila entre la visión de un proyecto de nación que tiene de base desde su campaña, pasando por las ocurrencias y desvaríos de quien va toda prisa, con respiro pausado, pero sin resuello.

En estos días van saliendo voces que alertan sobre la falta de contrapesos políticos ante el “estilo” de gobernar de Andrés Manuel. Algunos más, políticos y periodistas se aprestan a aglutinarse en un frente para querer jugar esa función. Lo que es por demás de interesante, es que personajes como el panista Javier Corral gobernador de Chihuahua,  junto con Agustin Basave Alanis ex presidente del PRD,   Luis Donaldo Colosio Rojas,   Macario Schettino, Miguel Alonso Raya, Rubén Aguilar y Xóchitl Gálvez Ruiz  con otras y otros más, se propone acotar el poder presidencial. Cabe señalar que ya se deslindaron Juan Villoro, Héctor Aguilar Camín y Enrique Alfaro de ese frente en el que los incluyeron.   

Habrá que apuntar varias cosas a partir de esta convocatoria de tan notables personajes. Primero, se olvidan que la división de poderes entre el legislativo, el judicial y ejecutivo, busca eso, ser contrapesos, los límites y atribuciones están señalados en la Constitución y que de lo que se trata de hacer que intervengan como contrapesos formales y legales. Segundo, se confirma la profunda incapacidad que los partidos políticos tienen como oposición, que se suma al descredito que tienen a la crisis estructural que tienen a su interior. Tercero, a todos los partidos políticos se les ha olvidado por completo de sus plataformas políticas y de sus programas de gobierno que impulsaron en las elecciones del 1 de julio pasado y también hacen caso omiso de los contenidos que ahí se plasmaron, y que al parecer no les sirven de nada, ni siquiera para tomar ideas, argumentos y propuestas para contrarrestar el ímpetu del presidente López Obrador. Cuarto, su diagnóstico omite el que INE recibió 102 solicitudes de agrupaciones políticas que desean conformarse como partidos políticos para las elecciones presidencial del 2024, lo que confirma de alguna manera la ya franca crisis del sistema de partidos y de los partidos políticos. Quinto, los niveles y las prácticas de corrupción y abuso de poder, -por acción y omisión-  que el gobierno federal va develando en diferentes áreas del gobierno, programas e instituciones, muestran la podredumbre, la falta oficio y sobre todo la carencia de ética política, de los partidos políticos que han sido cabeza del gobierno federal propiciaron y avalaron.

El que se busque crear un frente de oposición por fuera de los  partidos políticos en los que militan, o de los que son simpatizantes, o bien, fervientes seguidores, demuestra su falta de visión y compromiso con esas instituciones políticas que los han arropado, avalado y protegido. Se confirma a su vez,  la imposibilidad de intervenir dentro de sus estructuras partidistas que han sido copadas por grupos de interés a su interior, que no tienen idea de lo que es ser oposición una oposición capaz y competente.

Por ahora, lo real es que Andrés Manuel López Obrador goza de una amplia aceptación entre la sociedad, no sólo de quienes votaron por él, si vemos los resultados de las diversas encuestas que se han ido levantando para tal fin. Lo cierto también es que hay decisiones políticas desde la agenda del ejecutivo que han sido realmente malas y fuera de contexto, meras ocurrencias y con poca información sólida. Lo que ponen en alerta a segmentos sociales, grupos y personas sobre lo que se va tejiendo en el campo político y en las consecuencias de decisiones presidenciales y nos invita a que la ciudadanía no tenga una posición pasiva ante los hechos y las prácticas de quienes nos gobiernan.

Habrá que señalar que los partidos políticos que hoy gobiernan en diversos estados del país, como Guanajuato (PAN), Jalisco (MC), Estados de México (PRI), Michoacán (PRD), solo por mencionar ejemplo de gobiernos estatales de partidos distintos a Morena,  tienen prácticas de gobierno que son por demás cuestionables y van muchas de sus acciones, en sentido contrario a lo que  le critican a Morena.

Una democracia requiere de partidos políticos con un proyecto sólido, con propuestas y con una base social formada políticamente, con una militancia activa y con una corresponsabilidad social y ética, más cuando los partidos políticos viven del financiamiento público.

Los partidos políticos, -que son ahora minoría-, se les olvido que aun antes de saber si iban a perder las elecciones de 2018, con las alianzas y los frentes políticos creados, lo que tendrían que haber considerado tener y entrenar a un retador, por ahora, ni siquiera pueden hacer rounds de sombra con ellos mismos. Las y los ciudadanos se están dando cuenta. Por ahora no hay rival, no retador.