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11/02/13

La Web 3.0 (Cuando el destino nos corretea)

Comenzamos un semestre en la universidad y me sorprendo de las limitadas capacidades y el poco interés de los alumnos que están a mi cargo en un curso para ingeniería, en lo que se refiere al uso de software, la capacidad para hacer búsquedas en línea, el lenguaje, su conocimiento de lo que (según yo) debería ser algo conocido: los juegos en línea.
La Web 3.0 (Cuando el destino nos corretea)

Comenzamos un semestre en la universidad y me sorprendo de las limitadas capacidades y el poco interés de los alumnos que están a mi cargo en un curso para ingeniería, en lo que se refiere al uso de software, la capacidad para hacer búsquedas en línea, el lenguaje, su conocimiento de lo que (según yo) debería ser algo conocido: los juegos en línea. Unos cojean de un lado y otros de otro; alguno muestra una impresionante dependencia del profesor, excepto que esta profesora no es precisamente alguien a quien le guste tener dependientes. Pero están aprendiendo.

En segundo o tercer semestre de la carrera que cursen, uno supondría que han desarrollado alguna de las “competencias genéricas” que el modelo declara desarrollar. Todavía no veo claro. Ni siquiera conocen suficientemente herramientas tan básicas como el Excel, y no contemplan el uso de la Ayuda/Help del propio software. Tal vez porque los programas de estudio en la Ibero Tijuana incluían dos talleres iniciales obligatorios en el primer semestre (Taller de Comunicación Universitaria y Taller de Herramientas Computacionales) y que el equipo de profesores a cargo de estos talleres no pecaban de “suavecitos” ni se inclinaban por fomentar la dependencia de los alumnos, éstos llegaban con herramientas suficientes en el manejo de los recursos en línea, las habilidades para buscar información validada y en sitios reconocidos y un manejo decente del Office para sus reportes, incluyendo referencias y bibliografía.

Con un grupo de Taller de Comunicación Universitaria a mi cargo, trabajamos en aula regular y espacios compartidos en la universidad y la playa, y creamos un grupo cerrado de Facebook para los acuerdos y la línea del curso. Utilizamos blogs, Google Docs, Diigo, Twitter, Facebook, Popplet, Cite this for Me, Son of Citation Machine y The Postmodernism Generator. Experiencias similares se tuvieron con otros grupos atendidos por otros profesores.

¿De qué se trata? De apoyar a los alumnos a aprender a utilizar los recursos tecnológicos que están a su disposición dentro y fuera de la universidad para mejorar la calidad de sus trabajos , sus habilidades de comunicación y, fundamentalmente, para que desarrollen la capacidad de seguir aprendiendo por sí mismos. Porque la tecnología cambia día a día. Lo que ayer era útil y tenía un costo, hoy es reemplazado por alguna aplicación gratuita tanto o más útil que, además, se actualiza constantemente.

Hemos pasado de la Web 1,0 a la 2.0 y a la 3.0 muy rápidamente. La Web 1.0 era aquella en la que buscábamos información, simplemente. Pero apareció Facebook en 2004, con una interactividad creciente, mientras que Amazon creó un modelo de tienda en línea interactiva cuyo motor registraba nuestras preferencias para sugerirnos libros, discos y otros objetos sobre esa base. Entramos así a la Web 2.0, en la que los usuarios contribuimos de muchas maneras al desarrollo y adaptación de los recursos disponibles: Wikipedia y YouTube comenzaron a nutrirse de la información y los videos agregados por los usuarios.

Surgieron los blogs, las etiquetas, el uso social de las redes… y entramos a la era de la Web 3.0.

Aprovechamos todo lo que teníamos de las etapas anteriores, pero las utilizamos de manera diferente. No se trata solamente de buscar información para trabajos y tareas, sino para compartirla, interactuar y aprender con/de nuestros contactos en las redes. Al mismo tiempo, estamos conectados de más de una manera: celulares, tablets, laptops, Kindle, y todos los aparatos que nos ayudan en el transporte. Tenemos acceso a películas y programas de gran calidad a través de Netflix y Open Culture, por ejemplo, por no hablar de los torrents. Nuestras agendas se coordinan y actualizan sin importar en qué aparato hicimos un registro o actualización, y podemos sincronizarlas con los calendarios de otros contactos. Nuestros documentos están en “la nube”, accesibles desde cualquier sitio y cualquier celular, tablet o computadora en red. Y tenemos acceso a miles de recursos educativos o de actualización producidos por las universidades más reconocidas del mundo, en los que participamos en grupos de discusión y conferencias en línea, en tiempo real. No hay más barreras que las que nosotros mismos nos pongamos.

En el blog de Witty Cookie (www.wittycookie.com) las diferencias entre las Web 1.0, 2.0 y 3.0 se presentan de manera muy sintética:

WEB 1.0

Es la fase "legible" de la red, con datos “planos”. En la Web 1.0, hay poca interacción entre los sitios y los usuarios de la red. Web 1.0 no es más que un portal de información donde los usuarios reciben pasivamente información sin haber tenido la oportunidad de publicar reseñas, comentarios y sugerencias.

WEB 2.0

Es la fase de "escritura" de la red, con datos interactivos. A diferencia de la Web 1.0, Web 2.0 facilita la interacción entre los usuarios de Internet y sitios, por lo que les permite interactuar más libremente entre sí. La Web 2.0 fomenta que se comparta la participación, la colaboración y la información. Ejemplos de aplicaciones de la Web 2.0 son YouTube, Wiki, Flickr, Facebook, etc.

WEB 3.0

Es la fase "ejecutable" de la red, con aplicaciones dinámicas, servicios interactivos, y la interacción de "máquina a máquina". La Web 3.0 es una web semántica, que se refiere al futuro. En la Web 3.0, las computadoras pueden interpretar la información como los humanos e inteligentemente generar y distribuir contenidos útiles adaptados a las necesidades de los usuarios. Un ejemplo de la Web 3.0 es Tivo, un grabador de vídeo digital. Su programa de grabado puede buscar en la red y leer lo que encuentra para usted, basado en sus preferencias.

 El sentido de web semántica se ilustra en una imagen que se puede encontrar en http://static.howstuffworks.com/gif/semantic-web-4.jpg

En otras palabras, la web semántica liga la información de una manera que es a la vez útil y automática y no manual y desarticulada. Es una colección de recursos de datos que están interconectados y hablan el mismo idioma. Creo que el mejor ejemplo de los usos y alcances de la Web 3.0 es Siri, la asistente personal en el iPhone.

Un gráfico muy completo que detalla la evolución de la Web se encuentra en el sitio THE EVOLUTION OF THE WEB http://www.evolutionoftheweb.com/# y vale la pena revisarlo. En apenas poco más de veinte años nuestra manera de aprender, de conocer, de interactuar, ha cambiado radicalmente. No se trata de a qué generación correspondemos cronológicamente sino de qué manera aprendemos a utilizar los recursos para nuestra vida personal y para participar de la gran comunidad a la que ahora pertenecemos.

No es posible darle a cada persona un curso o una actualización cada vez que surge una nueva aplicación o recurso para que aprenda a utilizarlo y sacarle provecho. Por eso no se puede favorecer en los alumnos la dependencia, si queremos que se integren al mundo globalizado en el que les toca vivir.