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30/06/13

Azul • El uso del suelo • La seguridad y otras promesas

Azul • El uso del suelo • La seguridad y otras promesas

Azul

Se fue Azul. Dejó la presidencia del sistema para el Desarrollo Institucional de la Familia, el DIF municipal de León. La partida de la hija del recién fallecido excandidato del Partido Revolucionario Institucional, Juan Ignacio Torres Landa, a la gubernatura de Guanajuato, del equipo de trabajo de la presidenta municipal de León, María Bárbara Botello Santibáñez, obliga a varias lecturas, diversas todas.

La primera, es la de recuperar que Bárbara Botello, no fue la primera opción de “Juani” Torres Landa, para acompañarlo en la fórmula que buscaría rescatar a Guanajuato para el priismo, él como candidato a gobernador, y ella como aspirante a la alcaldía de la ciudad más poblada del estado, León.

Juan Ignacio Torres Landa se inclinaba por el empresario, Jorge Videgaray, quien prefirió no repetir la aventura y se soñó coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Congreso local, pero que ante la derrota de su abanderado a la jefatura del Ejecutivo estatal, tuvo que conformarse con pasar lista como un diputado más, a las órdenes de Francisco Javier Contreras, él sí, jefe de los legisladores priistas en la cámara local, y además, presidente del partido en el estado.

Repartidas las cartas, quisiera o no, Juan Ignacio se entregó, a su manera, a la campaña y compartió sonrisas en las fotos con la candidata de su partido al gobierno de León.

Bárbara Botello, dio el campanazo al derrotar al aspirante del Partido Acción Nacional a la presidencia municipal, Miguel Ángel Salim, después de 24 años de gobiernos blanquiazules ininterrumpidos y, de manera irrebatible, se convirtió en la referencia obligada del proceso de retorno del priismo en la entidad.

El nombramiento de Azul Etcheverry en la presidencia del DIF de León, fue algo así como la rúbrica del pacto renovado entre los dos políticos.

Pero, no duró mucho. Ocho meses, escasos. Las desavenencias entre las dos damas, Bárbara Botello y Azul Etcheverry, fueron evidentes. Guerra de egos, para algunos, calenturas más que tempranas, para otros. Usted lo escuchó en alguna sobremesa, o tal vez, no, pero hubo quienes -suponemos, que ya no-, hablaron al oído de Azul imaginándola como sucesora de Bárbara. Es en serio, eso ocurrió.

En la trama del adiós de Azul, hay un personaje interesante. Martha Hernández, regidora del Ayuntamiento y exesposa del exalcalde panista de León, Luis Quirós Echegaray. El dato es importante, y no porque sin la referencia la incipiente carrera político gubernamental de la señora no tenga merecimientos, sino porque en esa condición, presidió también el consejo directivo del DIF de León.

Martha conoce, pues, cómo se calientan los fierros en esa lumbre. Desde el mismísimo arranque de la neo administración priista de la ciudad, fue insistente en señalar que las cosas en el DIF, no se estaban haciendo bien. Fue la primera en denunciar que el número de plazas se disparaba, y que traían empleados del estado de Querétaro, le dijeron que el personal excedente era operativo para la cobertura de los programas. A pesar de que así se refleje en el marcador, la insistencia de Martha Hernández nada tuvo que ver en la salida de Azul.

Sin embargo, en ese mismo tenor corrieron versiones de negocios operados por el esposo de la ahora expresidenta del DIF, a contrapelo de las instrucciones de la alcaldesa Bárbara Botello, en un episodio en el que el tesorero municipal, Roberto Pesquera, tuvo que interceder como mediador.

Lo cierto es que la renuncia de Azul Etcheverry a la presidencia del DIF municipal, era un secreto a voces, que cobró visos de maledicencia con el cese de Adolfo Aranda, exsecretario de Desarrollo Social, quien cometió la inocentada de mezclar hasta en volantes la función pública con los negocios personales, en su caso, una Escuela Preparatoria.

A la salida de Aranda y la ida de Azul Etcheverry, se comenzó a hablar de una limpia del Torreslandismo, en la administración de Bárbara Botello.

El viernes pasado, al trascender la renuncia de Azul, esa especie corrió tan campante en las redes sociales, donde comenzaron a barajarse los nombres de los que se han ido y de los que quedan. Pero eso fue después.

Antes, Azul Etcheverry en rueda de prensa, dio sus motivos. Llegó acompañada de su familia y de los integrantes del Consejo Directivo del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, el DIF León. Argumentó que el origen de su decisión hay que ubicarlo en el fallecimiento reciente de su papá, Juan Ignacio Torres Landa, excandidato a la gubernatura del Estado, y luego de haber sido intervenida quirúrgicamente.

-”A partir de hoy dejo el cargo de consejera y presidenta del DIF León, como saben he enfrentado situaciones difíciles dentro de mi núcleo familiar que me han llevado a retomar mi vida, y mi familia requiere de mi apoyo y presencia. Quiero dejar claro que esta decisión fue tomada hoy”, dijo textualmente Azul Etcheverry.

El argumento es impecable, pero por supuesto, nadie le creyó.

Azul Etcheverry, negó que las presiones mediáticas o políticas hayan sido factor de su separación del cargo. Es decir, las negó como factor, pero no negó que las haya habido.

La hasta entonces presidenta del DIF León, aprovechó para presentar un mini informe de actividades al que ya nadie hizo demasiado caso.

Diplomática, agradeció a la Presidenta Municipal el apoyo y la confianza para presidir el DIF. Presente en su calidad de representante del Ayuntamiento en el Consejo del DIF, Martha Hernández, propuso de una buena vez que otra expresidenta del DIF municipal -en los 80-, Julia de Lira de Gabriel, sea la sucesora de Azul Etcheverry. Pero esos son asuntos para después.

La salida de Azul Etcheverry de la presidencia del DIF León, es emblemática por lo ya anotado, pero no trascendente para el funcionamiento de la administración de León, ni siquiera para el manejo del DIF. Voluntariosa y con vocación de servicio, apenas asomaba a la administración pública. Su deslinde impacta más en la lectura política de la gestión y las alianzas de Bárbara Botello, en general.

La Alcaldesa haría bien en dejar en claro, pronto, que la salida de Adolfo Aranda y de Azul Etcheverry, nada tienen que ver con un hasta aquí al Torreslandismo, y sí con la certeza del discurso con el que tomó posesión de la Presidencia Municipal de León: una manera diferente de hacer las cosas, con eficacia y transparencia, para empezar.

Su propia agenda de la semana validaría su dicho si fuera el caso: fue a la casa de los viviendólogos de León, a decirles que ya no habría negocitos como en la administración de Ricardo Sheffield; ordenó clausurar el centro de despacho de mensajería de Transportes Castores, por incumplimiento de las normas de Desarrollo Urbano; finiquitó con un “ni modo” el desliz de Adolfo Aranda; y cerró con el adiós a Azul Etcheverry. Dudas, no deberían de quedar.

Más allá de que en el PAN se froten las manos con el prometedor dos a cero -Aranda y Azul-, el mensaje que se empeña en enviar la Presidenta Municipal, es tan simple como contundente: en esta administración hay mano dura, y el margen de error es cada vez más reducido. Los funcionarios están obligados a cumplir con la mística de servicio de esta administración, y el que falle . . . No importa qué tan cercanos o lejanos sean de la presidenta.

Bien, pues hay que asumir la lectura y seguir atentos, como deben estarlo el resto de los funcionarios en el gabinete, mientras echan sus barbas a remojar . . .

El uso del suelo

Quienes se quedaron con la idea de que la clausura de la nave despachadora de mensajería de Transportes Castores, era una simple revancha política contra el diputado panista Juan Carlos Muñoz, esta semana tendrán oportunidad de revisar sus conclusiones.

La alcaldesa, Bárbara Botello está decidida a poner orden en la ciudad, sin importar el revuelo que ocasionen las correcciones. Ponga atención en lo que se viene, en materia de regularización del uso del suelo.

Resulta que en la ciudad de León se explotan alrededor de 7 mil licencias para la venta de alcoholes. Recuerde que las expide el gobierno del estado, con el aval del municipio, para su ubicación.

Pues bien, de esas 7 mil licencias para la venta de alcohol, ya sean en botella cerrada o al copeo -los permisos van desde restaurantes, bares, cantinas, peñas, tiendas de abarrotes, tiendas Oxxo, etc.-, únicamente alrededor de 600, tienen el permiso correspondiente de uso de suelo. Sí, menos del 10 por ciento.

El detalle está en que en el pasado, el gobierno del estado no exigía en el trámite de expedición de una licencia de alcoholes el permiso del uso del suelo, y los municipios, pues se hacían de la vista gorda. Esa permisividad ocasionó que quienes detentan las licencias desestimaran el permiso municipal y, sin más, abrieran sus establecimientos de venta de bebidas alcohólicas en la modalidad que correspondiera.

Esta vez, la administración de Bárbara Botello ha decidido tomar el toro por los cuernos y regularizar el uso del suelo en el municipio. Comenzarán esta semana con el giro de venta de alcoholes, pero ya nos adelantaron una probadita con el caso de Transportes Castores, al que clausuraron su despacho de mensajería.

Para el Municipio, la nave clausurada de Transportes Castores, operaba prácticamente en la clandestinidad administrativa, al carecer de cualquier tipo de permiso.

En el gobierno de Bárbara Botello, se dicen sensibles con la preservación de los empleos -aunque señalan que ésta es responsabilidad de los empresarios, que deben cumplir con la normatividad-, así que abrirán una pausa, con facilidades, para que las empresas y negocios tengan la oportunidad de correr con los trámites correspondientes y se regularicen.

Que por primera vez se va a realizar un trabajo de coordinación interinstitucional para poner en regla a todos los giros comerciales, con el afán de cuidar que cuenten con los permisos correspondientes, pero también que se garanticen las medidas de seguridad en todos los establecimientos.

Así que esta semana usted podrá ver desfilar por los negocios con venta de alcohol -ojo, desde vinaterías hasta restaurantes de caché-, a los inspectores de Desarrollo Urbano, Verificación Normativa -vulgo, Fiscalización, y antes, Reglamentos-, más Protección Civil, para revisar y supervisar que los giros comerciales cuenten tanto con las medidas de seguridad adecuadas como con los permisos correspondientes, el de uso de suelo, hombre, para que no le dé vueltas.

Otra vez, para no poner en riesgo las fuentes de empleo, el gobierno de doña Bárbara pondrá en marcha el “Programa de Regularización de Uso del Suelo” -el nombre oficial del programa todavía no es definitivo-, que consistirá en ofrecer, durante tres meses, todo el apoyo necesario para que los empresarios y los comerciantes que cuentan con licencia de alcoholes, pero que carecen de uso de suelo, acudan a la Dirección de Desarrollo Urbano a realizar sus trámites sin pagar multas ni recargos. Tres meses.

A ver, nada más para evitar interpretaciones equivocadas: el programa inicia con el giro de alcoholes, pero aplicará a todos, a todos los giros comerciales. Tres meses de alcoholes y luego el que sigue. Avisados, están.

La seguridad y otras promesas

El gobernador del Estado, Miguel Márquez, participó en la reunión ordinaria de la Región Occidente en materia de Seguridad, efectuada esta vez en Nuevo Vallarta, Nayarit.

Asistieron también los gobernadores de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz; de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre; de Michoacán, José de Jesús Reyna García; de Colima, Mario Anguiano Moreno; de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda; de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, y de Querétaro, José Calzada Roviroza.

Lo de siempre, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reiteró el compromiso de trabajar coordinadamente entre la federación, los estados y los municipios “para brindar seguridad a los ciudadanos y construir un México en paz”, el discurso de todos conocido.

Además, llegaron a la reunión los secretarios de la Defensa Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos; de Marina, Almirante Vidal Soberón; el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam; el comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón; el director general del CISEN, Eugenio Imaz, y el subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez Hernández.

Así han ido el gobernador Márquez y sus pares, de reunión en reunión, sin que en materia de seguridad algo cambie en el país, en los estados y en los municipios.

En Guanajuato, donde disfrutamos de una seguridad de twitter, podríamos partir de un dato, uno solo. En los últimos tres meses en Celaya se han incrementado hasta un cien por ciento los robos en todas sus modalidades, según las propias estadísticas de la Policía Municipal. Va de nuevo: aumento del cien por ciento en los robos, en tres meses.

Esos son los hechos, el resto son promesas. Y son muchas: que el cese de los policías reprobados en los exámenes de control de confianza; que el mando único; que el carísimo y sospechosísimo proyecto Escudo; que el mando regional, que . . .

A propósito del mando único, que no tarda en desatar la guerra de vanidades -si no es que, ya-, entre el secretario de Seguridad Pública del estado, Álvar Cabeza de Vaca y el procurador de Justicia, Carlos Zamarripa, éste último, dice ahora -como si la decisión le correspondiera-, que antes de pensar en eso, habría que uniformar las estrategias en cada una de las corporaciones policiacas municipales. Pues, sí. Son tan iguales León y Santa Catarina.

Como en Celaya, las autoridades en León se dan de topes con los robos a domicilios. Es alto el grado de impunidad, reconoce el secretario del Ayuntamiento Martín Ortiz García. Vaya, Martín apela incluso a las redes sociales para que informen a la autoridad oportunamente ante cualquier sospecha.

En vía de mientras, en las reuniones se siguen desgranando ideas geniales.

La Jaula

La Presidencia Municipal de León a través de la Dirección General de Turismo y la Embajada de Polonia en México, presentaron el sábado el documental “Santa Rosa, odisea al son del mariachi” en el Teatro María Grever, como parte de la celebración del 70 aniversario de la llegada de los primeros refugiados polacos de la Segunda Guerra Mundial al país.

El documental, relata la historia de los refugiados de guerra polacos en México quienes, después de su deportación a Siberia por los soviéticos, encontraron un lugar seguro en la tierra mexicana, algunos de ellos residen en León. Un abrazo para todos ellos.

Comentarios y quejas: [email protected] y @FPacomares