LA GUERRA AZUL

Ya no tienen ni pies ni cabeza las relaciones entre los panistas que, por sus responsabilidades partidarias o de representación popular, convergen en la ciudad de México.

Este lunes, otra vez, por enésima vez, le hicieron el vacío a Gustavo Madero Muñoz. La reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, a la que había convocado su presidente, se tuvo que suspender, claro, por falta de quórum. Ahora el pretexto fue que varios de los integrantes del CEN blanquiazul andan en campaña en su entidad.

Una de las discusiones en agenda sería en torno al reglamento interno de la bancada panista en el Senado de la República, asunto que fue propuesto por Javier Corral. Llegaron sólo 20 de los 40 convocados y el quórum se alcanza con 24. Ni siquiera para la instalación del CEN.

La propuesta del senador Javier Corral, de discutir el reglamento del grupo parlamentario, tenía dedicatoria a Ernesto Cordero, de cuyos apoyadores se decía buscaban modificaciones para mantener el control financiero de la fracción. Ese fue el principio del caos.

La siguiente jugada de Corral fue revelar que durante la jefatura de Cordero, había un aviador en la nómina del Senado: Juan Ignacio Zavala, el cuñado del expresidente de la República Felipe Calderón. Y que además también cobraba como asesor del grupo parlamentario azul.

El asunto se ingresó en el orden del día y Corral y Zavala se dijeron de todo en Twitter:

Corral: “Lo que no tiene límites es tu desvergüenza: eres aviador en la mesa directiva del Senado ¿y también recibes sueldo en el GPPAN?”.

Zavala: “No te he dicho corrupto. Pero sí eres un hipócrita, en busca permanente de un nuevo amo a quién traicionar”.

Aquello todavía se puso más divertido, porque mientras la sesión del CEN se cancelaba y Cordero salía a desmentir que el cuñado de Felipe Calderón cobraba en la bancada panista, el familiar incómodo de moda desmintió… a Cordero.

Ernesto Cordero primero negó que en su gestión haya contratado asesores, pero Juan Ignacio Zavala… aceptó haber cobrado hasta 300 mil pesos por una asesoría al entonces líder de los panistas en el Senado.

Cordero: “No, no y no. Me remito a lo anterior, mi gestión ya ha sido auditada y no hay ninguna irregularidad”.

Zavala: “Yo a lo que me dedico es a dar asesorías y lo hago con el senador Cordero”.

Lo siguiente fue cancelar todos los préstamos personales que desde la coordinación se acostumbraba hacer a los cercanos del jefe en turno.

HITLER SE ENTERA

Adolf se enteraría ahora de sus seguidores panistas, y quién sabe si los aceptaría…

Para el cierre a la parodia, los panistas tienen a la mano un par de estampas: la de mayo de 2012, cuando Óscar Sánchez Juárez, del estado de México, aspiraba a un escaño en el Senado, y dijo admirar al emperador romano Julio César y al líder nazi Adolf Hitler.

Textual: “Fueron hombres que trascendieron en la historia, que dominaron el mundo, a lo mejor no de la manera más convincente para todos, pero admiro el liderazgo que ambos tenían para que miles de gentes estuvieran dispuestos a dar la vida por ellos”. ¿Así o más claro? No fue senador, pero sí dirigente estatal blanquiazul.

O la escena de apenas este 25 de mayo, en Metepec, otra vez en el estado de México, donde los panistas tuvieron como conferencista a Salvador Borrego (ups, el autor aquel de la Derrota mundial, libro de culto en la Septién), a quien, a los 98 años de edad, todavía persiguen sus fijaciones.

La ultra manda en el PAN del estado de México. Y ni cómo negarlo.

LING VERSUS ARANDA

Como en las Coplas de Jorge Manrique, ahora habrá que averiguar si en verdad todo tiempo pasado fue mejor. Directamente, desde los años 80, el túnel del tiempo, en vivo: el panista Alfredo Ling Altamirano vs. el priista Adolfo Aranda Torres.

El jefe formal de los panistas en León, Alfredo Ling, exige al gobierno de la alcaldesa priista, Bárbara Botello, la destitución de su director de Desarrollo Social, Adolfo Aranda, bajo la fea acusación de desvío de recursos municipales con fines particulares.

Y es que Alfredo se encontró con unos volantes con el escudo del municipio en los que el funcionario promueve, con descuentos y becas, una escuela preparatoria de la que es socio.

Sorprendido fuera de base, Adolfo Aranda primero negó que existiera beneficio particular alguno de un eventual convenio entre ese plantel y la Presidencia Municipal, contra el que incluso se dijo en desacuerdo.

Más: que la dependencia a su cargo rechazó un convenio de descuentos en inscripciones y colegiaturas para hijos de empleados municipales o integrantes de los comités de colonos, y que las “pruebas” que presentó Ling son “volantes-modelo” -así dijo- que ni siquiera se pusieron en circulación. Antes, había reconocido la existencia del convenio.

Pero Ling no está dispuesto a soltar la presa. Dice extrañarle que nadie supiera nada al respecto, ni la alcaldesa Bárbara Botello ni el secretario del Ayuntamiento, Martín Ortiz.

Y es que, no sin razón, Ling argumenta que Aranda aprovechó su encargo público para dar promoción a una escuela de su propiedad y dispuso del tiempo de trabajo de empleados del municipio para repartir los volantes.

Ataca Ling: “El señor Adolfo Aranda usa a los empleados de Presidencia para vender inscripciones y promover su preparatoria; eso se llama desvío de recursos”. La verdad, a quién se le ocurre…

Por descubrir el episodio siguiente de esta nueva historieta, lo que sí está ya muy claro y establecido es que tenemos tres años para atestiguar cuál de las partes le pone más ingenio, porque de trabajar juntos por León… pues no.

LA JAULA

El domingo, la selección mexicana de futbol perdió contra una Italia que ni siquiera necesitó correr. Hoy, México juega contra Brasil, el anfitrión. Será su segundo partido en la Copa Confederaciones y en una de esas, el último del Chepo en el banquillo del técnico, quien ha debido aprender de la manera más dura que el rollo no alcanza para todo.

Al Chepo se le acabaron los ases y a las televisoras se les agota la paciencia. Hay mucho en juego. Sí, dinero. Como generalmente ocurre…

¿Y qué tiene que ver ese tema en esta columna? Nada, pero es la Selec.

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