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19/04/13

La izquierda cuevanense

La izquierda cuevanense

Después de las desafortunadas y muy ignorantes declaraciones de la diputada perredista Georgina Miranda Arroyo, sobre sus posiciones personales acerca de los matrimonios gays, de los que después de una profunda y sesuda meditación sólo pudo decir “¿quién va a ser el papá y quién va  a ser la mamá? O sea, no es normal”, uno no sólo se pregunta ¿quién carajos eligió y apoyó a la señora para que fuera diputada por el PRD?, sino que también surge la cuestión de ¿hacia dónde se dirige la izquierda en Guanajuato?

Por otra parte, también cabe cuestionar si en serio no hay mejores candidatos para coordinador del PRD en el congreso local, pues de seguir así, la escasa presencia que tiene el perredismo en la política estatal puede disminuir todavía más y llegar a ser minúscula o incluso microscópica.

Es sabido que la muy espantada y mocha y concienzuda señora diputada Georgina Miranda es esposa del tres veces presidente municipal de Valle de Santiago, Fernando Arredondo Franco, y que este último es muy cercano a Baldomero Ramírez Escamilla, presidente estatal de la tribu Democracia Social. Es muy probable que Hugo Estefanía Monroy, presidente estatal del PRD así como vicepresidente de la corriente Democracia Social, debido a los vínculos que tiene con el esposo de Miranda Arroyo (y también favores políticos que le debe) la haya apoyado para ser, primero diputada, y en segundo lugar para ser coordinadora parlamentaria, quizá pensando en que eso beneficiaría a la expresión de Democracia Social a nivel estatal.

Lo cierto es que, si acaso Estefanía Monroy reflexionó y calculó las posibles consecuencias de tener a doña Georgina en el cargo, sus cálculos o fueron hechos al azar o de plano no existieron. Ya que el que escribe no puede creer que el líder estatal del PRD no tuviera idea alguna de las capacidades o discapacidades intelectuales y políticas de la señora. O tal vez, los favores políticos que Democracia Social le debe a Arredondo Franco, sean tan grandes como para obviar la inutilidad de la señora.

Respecto de los otros dos diputados que el PRD tiene en el Congreso, podemos decir que con seguridad serían mejores coordinadores si los comparamos con doña Georgina. El trabajo de la diputada Lupita Torres Rea, de la facción de Nueva Izquierda, es el que más se ha acercado a la línea política del partido con su trabajo enfocado a la equidad de género y su iniciativa para dotar de un procedimiento bien definido para abortar en los casos en que la ley lo permite.

Por otro lado tenemos a José Luis Martínez Bocanegra de Foro Nuevo Sol, que hasta el momento su desempeño ha pasado sin penas ni glorias. Tuvo una oportunidad de oro con las recientes heladas, al ser el presidente de la Comisión de Fomento Agropecuario y también dirigente estatal de la CIOAC, pero desafortunadamente su tibieza y poca acción contrastaron con la gran oportunidad que tuvo al tener gran parte de los reflectores y ojos de la prensa sobre él. Se esperaba que hiciera una mayor defensa de los intereses de los campesinos, pero no actuó como cualquier otro dirigente de la CIOAC lo hubiera hecho, al contrario, no hubo ni un solo reclamo de él hacia Usabiaga, mientras que Pedro Chávez, diputado del PRI, parecía más dirigente de la CIOAC que el mismo Bocanegra.

Mención aparte merece el hecho de que cada uno de los tres diputados que el PRD tiene en el Congreso tratan de llevar agua sólo para su pocito, y no para el PRD en general. En lugar de ello, se la pasan en disputas internas para fortalecer cada una de las tribus a las que pertenecen; discuten que si el delegado de tal o cual municipio será de Democracia Social, de Foro Nuevo Sol o de Nueva Izquierda. Así, las disputas internas han llevado al PRD a una presencia cada vez más nula dentro del Congreso y en el estado; cualquiera que se tome el tiempo necesario podrá notarlo.

Ahora bien, lo que sigue para el PRD en Guanajuato es tomar acciones para hacerse un huequito en la política estatal. Para ello no sólo es necesario que entre las tribus pacten una agenda política en común, sino que hagan algo para que su imagen en el Congreso sea limpiada. Y esto no se va a lograr con sólo pedir disculpas y argumentar que se malentendieron las palabras de su brillante coordinadora parlamentaria, se necesitan hechos. Una buena señal sería quitarle la coordinación a Doña Georgina, pero ya veremos qué pasa, si siguen con la misma miopía que ha llevado al PRD a ser una especie casi en vías de extinción estatal, o si toman cartas en el asunto y por las buenas entienden que deben unirse si quieren sobrevivir, o por las malas seguir muriendo políticamente hasta que algún día consigan despertar, si es que lo logran.