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27/05/13

Los rostros de la migración • La guerra de los videos

Los rostros de la migración • La guerra de los videos

A los ojos de todos…

La detención este fin de semana, en Irapuato, de once centroamericanos presuntamente dedicados al secuestro y la extorsión a otros en su misma condición de migrantes, alerta sobre la comisión de delitos de los que los mandos de nuestras fuerzas de seguridad, duchos en las redes sociales, no se daban ni por enterados.

Confirma también, por si alguien o algunos no lo habían sopesado que –como en la atención lamentable a la violencia contra las mujeres-, la sola emisión de acuerdos, reglamentos, leyes, decretos y hasta la creación de institutos, no solucionan maldita la cosa.

Un ciudadano hondureño escapó despavorido de una casa de seguridad. Alcanzó las vías del tren, el único paisaje que le era familiar. Envuelta su vida en una paradoja, pidió ayuda a un policía. La corporación dio parte a la Procuraduría General de la República.

Así llegaron a un motel, camino a León. Detuvieron a una pareja que los llevó a una de las casas de seguridad. Por el rumbo, todo mundo sabía, desde hace unos cuatro meses, que había migrantes secuestrados. Les ofrecían comida y alojo. No salían más. La extorsión sabida: que avisaran a sus familiares y que les depositaran cuatro mil dólares. En momentos determinados, concentraron hasta a 60 indocumentados.

Las fuerzas federales encontraron marihuana, armas, municiones, radios de comunicación, medicamentos. Todo lo necesario para una operación sostenida.

En febrero de 2011 el Senado de la República aprobó una nueva Ley de Migración, impulsada la iniciativa, entre otros, por el guanajuatense Humberto Andrade. Una ley moderna, amable, que animó al consenso de las fracciones políticas en la Cámara Alta.

Sus méritos mayores: suprimir los ordenamientos que criminalizaban a los migrantes a su paso por México y quitar a la Procuraduría General de la República la facultad de retenerlos; la condición irregular de migrante, por sí misma, dejó de ser un delito.

Alejandro Solalinde, el sacerdote fundador del albergue Hermanos en el Camino, aplaudió las reformas. Por el Partido del Trabajo habló en la ocasión, Ricardo Monreal; por el PRI, Francisco Herrera León; por el PAN, el propio Humberto Andrade.

La norma ordena ahora que la política migratoria del Estado mexicano sea congruente con lo que reclaman los connacionales en el exterior. Sin duda, una ley de avanzada. Pulcritud en la letra.

Guanajuato va de manera recurrente del tercer al primer lugar en la escala de los estados mexicanos expulsores de migrantes, siempre con un porcentaje alrededor del 9.8 por ciento.

Más, menos, hay un millón de guanajuatenses en los Estados Unidos de América.

Guanajuato recibe más de dos mil millones de dólares al año en remesas de sus emigrados a los EUA. Según datos de la Encuesta de Migración de la Frontera Norte, en los 90, el flujo de migrantes oscilaba entre los 25 y los 34 años, y desde 2000 es de 35 años en adelante.

Por experiencias de las mocedades y números como los anteriores, el gobernador Miguel Márquez ordenó la creación del Instituto Guanajuatense del Migrante. La instancia nació a trompicones, entre protestas de los paisanos y apenas se significa, todavía hoy, como un escalón por encima de la retórica.

Su dirección se encargó a Luis “El Güero” Vargas –el ex alcalde de Irapuato, a quien citábamos aquí apenas ayer como un ejemplo del chambismo panista-, sin formación ni interés alguno en el fenómeno, manifiestos con anterioridad.

El caso reciente de los casi 500 guanajuatenses aspirantes a migrantes –casi todos en Irapuato, precisamente-, que fueron estafados con diez mil pesos cada uno por el membrete “Chamba México”, exhibió la inoperancia del Instituto Guanajuatense del Migrante, en un caso específico. Con esas limitaciones, sería un exceso recuperar el caso de los centroamericanos accidentados en Celaya, a los que se negó una llamada telefónica porque “esa no era casa de asistencia”. Esa es la realidad que contrasta la letra.

Que algunos vivales se tiznen el rostro y se finjan migrantes en los cruceros de León, para defraudar algunas monedas a los automovilistas ingenuos, puede ser una escena hasta divertida; los centroamericanos auténticos que cruzan Guanajuato, por lo visto, se juegan la vida todos los días, y no hay autoridad que los ampare más allá de los discursos y en los papeles.

LA GUERRA DE LOS VIDEOS

Don Gustavo Madero Muñoz, el presidente del Partido Acción Nacional, está convertido en un verdadero torbellino, aunque nadie atina a confirmar si eso es bueno o malo para el PAN.

Ahora presentó una serie de videos en los que se presentan hechos presuntamente ilícitos cometidos por priistas en los estados de la República en los que habrá elecciones.

Cuando muchos pudieron suponer agotado el sainete de Veracruz, que terminó en acuerdos al interior del Pacto por México, pero no en el cese de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, como pretendían los azules, Gustavo regresa con bríos renovados.

Ayer, el director jurídico de su partido, Eduardo Aguilar, dijo en rueda de prensa que los priistas han recurrido hasta a la compra directa del voto en estados como: Tamaulipas, Oaxaca, Quintana Roo, Veracruz, Aguascalientes, Sinaloa, Durango, Baja California y Coahuila.

Elegante que es, Madero definió sus continuas reapariciones y denuncias como “un ejercicio de mantenimiento y monitoreo” para evidenciar las que califica como estrategias maquiladas por el PRI, para “ganar a la mala”. Son 31 denuncias públicas las que presentó en su “semáforo” de control de los procesos electorales programados en 15 entidades federativas.

Ya las investigaciones pertinentes, confirmarán o desmentirán los dichos de Gustavo Madero, y sabremos entonces si el PRI en verdad echó a andar la maquinaria que todos conocemos, o don Gustavo se mandó armar una pantalla efectista para que al interior de su partido amaine un poco la tempestad provocada por el cese de Ernesto Cordero como coordinador del grupo parlamentario de Acción Nacional en el Senado de la República.

LA JAULA

Imposible sustraerse a la tentación de consignar aquí, que el guanajuatense Amat Escalante, fue galardonado como el mejor director del Festival de Cine de Cannes, por su película: “Heli”.

México repite en la categoría, porque el año pasado ese mismo reconocimiento se entregó a Carlos Reygadas, de “Post Tenebras Lux”.

“Heli” es el tercer largometraje de Amat Escalante y el primero con el que competía por la Palma de Oro; con los dos anteriores, “Sangre” y “Los Bastardos”, participó en la sección “Una cierta mirada”.

“Heli” versa sobre la espiral de la violencia: una familia con una hija de 12 años que se enamora de un cadete de policía implicado en un caso de desvío de droga. El puritito México, de don Felipe Calderón.

La película desconcertó a la prensa internacional en su proyección exclusiva, por la crudeza de las imágenes y la dureza de la historia. Enhorabuena por el paisano.

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