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09/04/13

Siempre es buen tiempo para aportar a la prevención

Siempre es buen tiempo para aportar a la prevención

Todos los medios de comunicación tradicionales y portales noticiosos dan cuenta diariamente de la situación que en materia de seguridad y de delitos de alto impacto vive nuestro estado. No es una situación privativa de ciertas ciudades. Sin embargo, el corredor industrial, así como municipios del sur del estado, destacan estadísticamente por concentrar este tipo de eventos que preocupa a ciudadanos y autoridades.

Si revisamos los números aportados por las propias autoridades de Procuración de Justicia de Guanajuato, veremos sin necesidad de un análisis muy sesudo, que en todos los rubros, desde hace por lo menos 6 años, hay un incremento en la incidencia de delitos. Y se confirma la teoría que echa por tierra la recurrente respuesta que se dio en el sexenio anterior: “Estamos en presencia de hechos aislados”. Guanajuato no es una isla inmune a la realidad nacional.

Es por eso que, independientemente de incrementar la inversión en equipamiento, y mejorar la fuerza de reacción de las corporaciones de policías municipales, es importantísimo generar un compromiso que permita invertir y comprometerse en la estrategia de prevención. Y esto debe ir más allá de lo que puedan destinarse a este rubro de los recursos del Subsidio para Seguridad a los Municipios que por sus indicadores sean acreedores al apoyo de este programa federal.

Prevención significa implementar medidas y acciones que busquen evitar la incidencia de conductas antijurídicas que se consideran delitos. Debe procurarse minimizar su comisión y las situaciones que ubican a sujetos en el riesgo de convertirse víctimas de los mismos. La prevención también es tarea de la estrategia de seguridad, y es la oportunidad de recobrar la cercanía de los integrantes de las corporaciones con los ciudadanos, especialmente aquellos que están en grave riesgo de ver con normalidad la ilicitud, la violencia, la falta de cohesión social y familiar y la cultura del delito.

Es preocupante y a veces desalentador escuchar a jóvenes de secundaria que por cientos, afirman que les gustaría ser capos, narcos o las novias de éstos. Pero también hay los que quieren ser ingenieros, maestros y doctores. A éstos hay que mostrarles que hay esperanza, a aquellos, desalentarlos de tan negra visión de su futuro.

 Para tener éxito en la estrategia de la prevención se necesitan ineludiblemente tres factores:

  • Suficiencia presupuestal para la capacitación, formación de equipos y operación de los programas.
  • Participación ciudadana cada vez más vigorosa, e
  • Información dura, conocimiento de la percepción social y diagnósticos más o menos confiables para determinar la estrategia a seguir.

El problema de la inseguridad tiene orígenes multifactoriales y desde luego es el reto más importante, junto con el del la equidad y la justicia social, para las sociedades y gobiernos actuales. Apostarle a la prevención es creer en el futuro trabajando con el presente. Mujeres, niños y niñas, jóvenes, pandillas. Hay programas para todos y todas. Hay técnicas y herramientas. Pero es necesario entrarle a la estrategia también con presupuesto.

Hay que combatir las adicciones, promover estilos de vida sanos a través de la promoción de altos valores humanos como la cultura, el deporte, las familias y el trabajo. Si hay niños y jóvenes dispuestos a visualizar mejores realidades para ellos mismos, estamos a tiempo.