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17/03/13

Tigres de papel | Carlos Medina: 'Yo no fui' / Que siempre sí se van los policías / Ilumínalos, Señor

La semana negra de Carlos Medina Plascencia, dura ya más de siete días... Carlos Medina Plascencia apareció en la realpolitik, merced a un acuerdo cupular entre el panista Alfredo Ling Altamirano y el abogado priista, Ernesto Arrache Hernández. Lo inventaron como regidor del Ayuntamiento de León. Eso fue en 1985.
Tigres de papel | Carlos Medina: 'Yo no fui' / Que siempre sí se van los policías / Ilumínalos, Señor

La semana negra de Carlos Medina Plascencia, dura ya más de siete días...

Carlos Medina Plascencia apareció en la realpolitik, merced a un acuerdo cupular entre el panista Alfredo Ling Altamirano y el abogado priista, Ernesto Arrache Hernández. Lo inventaron como regidor del Ayuntamiento de León. Eso fue en 1985.

Así que era la hora de hacer una pausa -o, mejor-, dejar atrás el viejo catecismo, los ejercicios ignacianos y los autos de la fórmula K, para comenzar una carrera política harto prometedora. . .

Como regidor, orquestó la caída de Antonio Hernández Ornelas (f), el último de los alcaldes priistas en León antes de los 24 años de la larga noche azul.

En diciembre de 1988, hizo pedacitos la candidatura priista de don Joaquín Yamín Saade, y el primero de enero de 1989, rindió protesta como el primer presidente municipal panista de León.

A mitad del primer año, en junio, el alcalde Medina echó con cajas destempladas a una comisión de diputados que investigaba el actuar violento de su jefe de policía -Gerardo Hernández Aranda, “Robocop”, hoy prófugo por homicidio a un hombre de la tercera edad.

En la plaza pública, periodistas y diputados fueron agredidos verbalmente por la muchedumbre convocada que, con la mirada fija en el balcón, gritaba a voz en cuello: “¡Que salga el niño Dios!”.

Días después, Medina quiso imponer su presencia en la tribuna del congreso del estado y le pagaron con la misma moneda:

-”Hoy dice el compañero (Antonio) Obregón que Medina se presenta para aprovechar el viaje. Si quiere aprovechar el viaje que se vaya a la presa a remar y a comerse unas tortas o a comprar charamuscas. El presidente confunde el más alto recinto como es el Congreso, con el popular café del Condesa; cree que sin ser requerido, sin ser invitado, puede entrar aquí como Pedro por su casa. Eso demuestra miopía e ignorancia”, le espetó el diputado priista, Antonio Ramírez Salgado, y Carlos Medina se fue.

Así que desde su debut y a contrapelo de la propaganda de sus apologistas, el discurso político/religioso y el desempeño de Medina Plascencia, fueron dando tumbos.

Vino entonces el regalo de su amigo Carlos Salinas de Gortari, que lo hizo gobernador interino de Guanajuato, posición en la que mediante argucias como el invento de la Coordinación para la reforma política del estado de Guanajuato, se quedó durante más de cinco años. Medina lloró en la plaza de León, al abandonar la alcaldía.

El 25 de enero de 1992 el gobernador Carlos Medina, irrumpió en las primeras páginas de todos los diarios del país. En misa en el cerro del Cubilete, desde el púlpito, se dirigió a los jóvenes peregrinos a Cristo Rey:

-”El reto de modernizar al país es de tan grandes proporciones que por nosotros solos no podríamos superarlo; por eso es necesario que nuestro trabajo y nuestra confianza se depositen en las manos de Dios”, declamó en su sermón.

El presidente del movimiento Testimonio y Esperanza que cada año organiza la marcha juvenil a Cristo Rey, era Marco Antonio Adame, que luego fue panista y diputado federal y senador y gobernador del estado de Morelos, aquel del “helicóptero del amor”.

Adame afirmó entonces que Carlos Medina, estaba: “en su papel, y como cristiano perfecto, gobernador perfecto, hombre perfecto”.

Ni modo, el escándalo fue tan grande que hasta su patrocinador Carlos Salinas, se vio obligado a regañarlo públicamente en el Aniversario de la Constitución, el 5 de febrero, en el Teatro de la República en Querétaro, frente a todos los gobernadores.

Con Carlos Medina como jefe del Ejecutivo, Guanajuato alcanzó el primer lugar como estado expulsor de migrantes, y a Medina todavía le alcanzó el tiempo para fracasar en su intento de mudar la ciudad capital, proyecto en el que se gastaron millones de pesos.

A juzgar por sus dichos y hechos, Medina tiene la fijación de asumirse como gurú ideológico y custodio de la doctrina del Partido Acción Nacional. Sin convencer a muchos, la verdad.

Ya la investigadora, Soledad Loaeza, escribía en la edición de Nexos, del primero de marzo de 1996:

-”Ni siquiera el fundamentalismo de Carlos Medina Plascencia, de formación y de corazón sinarquista, bastante más provinciano y elemental en términos del propio pensamiento católico, puede considerarse como parte de la familia doctrinaria”.

De todos los cargos de representación popular que ha ostentado, Carlos Medina únicamente ganó en elección la presidencia municipal de León, ni su regiduría previa, ni la gubernatura, ni la diputación federal, ni la senaduría.

Muy pocos recuerdan su momento estelar como diputado federal, en la respuesta al V Informe de gobierno del presidente Ernesto Zedillo, el primero de septiembre de 1999 -lo vieron tres de cada diez encuestados-, en el que le dijo: “hemos recibido el documento ‘que dice’ contener el estado que guarda...“

Carlos Medina fracasó otra vez al buscar la dirigencia nacional de su partido, el PAN, y anunció su retiro de la política para regresar de lleno a los negocios privados, que todo mundo supuso... alejados de la política.

Reapareció en la campaña fallida de Josefina Vázquez Mota, candidata de Acción Nacional a la presidencia de la República. Lo relegaron, según él mismo acepta, al grado que ni siquiera pudo entregar personalmente sus propuestas a la candidata.

Sin culpa alguna, pues, por ese antecedente, tras las derrotas panistas en el proceso electoral del primero de julio de 2012, Carlos Medina hizo de nuevo lo que mejor sabe hacer: deslindarse. Del tropiezo en León, como Kiko el de la vecindad del chavo, dijo que él no se había juntado con la chusma, porque tiene un apellido qué cuidar.

Pero el apellido comenzó a ir de boca en boca, ya sin recato alguno, con el fin del trienio del alcalde panista de León, Ricardo Sheffield, una vez que su relevo, la priista Bárbara Botello, dio a conocer el financiamiento al Observatorio Ciudadano: 18 millones de pesos. La mitad, para la Fundación de gobiernos confiables, de la que es presidente...  Carlos Medina Plascencia.

La revelación priista acabó con el proyecto de negocios de formar un Observatorio Ciudadano en cada uno de los 46 municipios del Guanajuato, más un Observatorio estatal.

Y precisamente con una referencia tardía al Observatorio Ciudadano, comenzó para Carlos Medina la semana negra que, al menos en el calendario, termina justo hoy.

El lunes pasado, Medina Plascencia no tuvo empacho en aprovechar el foro de la presentación del Plan de Gobierno de Miguel Márquez, para tratar de ganar la nota al arremeter contra la Presidenta municipal de León, a la que reclamó que no recibiera a la gente del Observatorio, y le dijo que no le pedían un cinco, sino información.

Bárbara Botello respondería que, efectivamente, dinero no les iba a dar y que ni cita con ella habían solicitado.

Más tarde, Carlos Medina anunció que impulsará una corriente al interior del Partido Acción Nacional al lado de otros exgobernadores emanados de las filas blanquiazules, para “limpiar” el Consejo Nacional, porque en caso de no ser así, él se iría al PAN.

No tuvo que ir muy lejos por la respuesta. El recién designado dirigente municipal del PAN en León, su descubridor, Alfredo Ling, le mandó decir que ya se dejara de “ondas gruperas”.

Y el dirigente estatal, Gerardo Trujillo, se permitió explicarle a distancia, que: “precisamente lo que ha desgastado al partido son esas divisiones o sectorizar la opinión al interior del partido (...), la crítica es muy fácil, es una crítica vacía. Es muy fácil hablar, pero qué difícil es, de lo que se habla, ponerse a trabajar”.

Ni siquiera paró ahí la caída en picada de Carlos Medina Plascencia, a lo largo de los últimos días. El diario El Universal dio a conocer que a Carlos Medina Plascencia, Javier Fox Quesada -el hermano del expresidente-, y al panista Juan Bueno Torio, los investiga el gobierno federal por compraventas fraudulentas de aceite en perjuicio de Pemex y, por tanto, del erario nacional.

Pero  Carlos Medina Plascencia, ya se deslindó. De todo y de todos. Reconoció una vieja relación con Javier Fox Quesada, pero dijo: “No sé en qué términos pudieran haber usado mi nombre ya que conozco a Javier Fox, pero no he tenido contacto con él y no he tenido nada qué ver con él en mi vida”.

Carlos Medina Plascencia mezcló una y otra vez los asuntos políticos y religiosos ¿Y los económicos? Él se deslinda.

O como diría el filósofo de Güémez: todo lo que sube, tiene que caer... a menos que se quede arriba.

QUE SIEMPRE SÍ, SE VAN LOS POLICÍAS

Que siempre, sí. Ya nadie duda que a los priistas de León, los arrojaron a la cancha sin calentamiento previo. Fríos. Y eso que permanecieron durante casi 24 años en la banca. Tiempo, tuvieron. Pero, no. Les faltan reflejos. No. No tienen reflejos.

Les dijeron, con tiempo, que había 300 policías municipales reprobados en los exámenes de control de confianza que ordena la Federación y que tiene a su cargo el gobierno del estado. Que se tenían que ir. Que así lo dicta la norma y que un desacato, traería consecuencias presupuestales. Se los dijeron una y otra vez.

No. Respondieron en la administración municipal, a botepronto. Que por sus derechos laborales; que porque los dichosos exámenes, no sirven; que porque la selección ha de estar amañada; que porque la Constitución federal ampara al Municipio; es más, que porque no tienen dinero para las liquidaciones. Pero, es: no.

Bueno, era, no. Pero, ya no. El gobierno de León comenzó a despedir a los policías preventivos y sus mandos, reprobados en los exámenes de control de confianza.

Comenzaron con 13 comandantes y 4 policías rasos. A quemarropa -para estar a tono-, fueron notificados de su cese: firmas y te vas. A menos, claro, que quieras demandar...

Y en esas están los gendarmes. Unos dicen, ni modo, yo me voy; otros, no, hay qué demandar para que nos paguen más; y hay quienes ya traman una manifestación pública. A propósito, la última sublevación policíaca en León, medio manipulada por su subdirector, Gerardo Hernández, fue precisamente en el trienio de Carlos Medina.

Este fin de semana, como los anteriores, los policías preventivos de León tienen agendados operativos conjuntos con las fuerzas estatales y federales, y no irán a ellos locos de contentos.

En el inicio de las hostilidades -polémica, si acaso-, Martín Ortiz, secretario de Ayuntamiento, advirtió que revisarían caso por caso y que sólo en aquellos expedientes con faltas graves, se procedería a la separación del elemento, del resto, se analizaría la posibilidad de su reubicación en puestos administrativos. Parece que ya no.

Ahora hay una diferencia. El Gobierno del Estado comprometió a la administración de Bárbara Botello, 10 millones de pesos para que dejen de darle vueltas al asunto y comiencen a hacer efectivas las liquidaciones.

Pero todavía la Presidenta municipal, insiste en analizar “con pinzas” los exámenes. “Nos van a ser muy útiles”, dice de los dineros, pero otra vez, argumenta que la idea es intentar la conciliación antes de llegar a los procedimientos judiciales o laborales.

La mera verdad, es que sí les están diciendo: firmas y te vas. Reprobaron, hombre, no son aptos, se tienen que ir.

Ah, Bárbara dice que ya tiene lista la iniciativa de reforma a la Ley de Seguridad Nacional, que se comprometió a proponer a sus pares en el estado, pero reconoce que ahorita están muy ocupados con el asunto del “Guanajuato Iluminado”. Ya será en la próxima.

Otros que recularon en el discurso, fueron los muchachos de José Abugaber Andonie, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Del apoyo casi incondicional a los uniformados, pasaron a la “mano dura” con los despidos a los reprobados en los exámenes de marras aunque, matizan, a aquellos que se les haya acreditado estar vinculados con la delincuencia.

Si reprobaron los exámenes de control de confianza, que se vayan, dice Abugaber. Pues, eso.

Por cierto, los líderes de las cámaras del Consejo Coordinador Empresarial de León, se reunieron con el procurador de justicia del estado, Carlos Zamarripa y no escucharon buenas noticias. Aumentan los homicidios dolosos, los robos de vehículos y a casas habitación. En realidad, nada nuevo bajo el sol.

ILUMÍNALOS, SEÑOR

A Guanajuato habrá que iluminarlo, pero los presidentes forman dos bandos y cada cual avanzará por su lado.

Hay 33 municipios que están a favor del proyecto “Guanajuato Iluminado” y que irán de la mano con el gobernador del estado, Miguel Márquez, según informa el alcalde de Apaseo el Alto, Jaime Hernández Centeno, quien ni siquiera es panista.

La licitación para hacerse de las lámparas adecuadas, está a punto. El Comité de Obras y Servicios del proyecto lo integran los municipios de San José Iturbide, Manuel Doblado, Moroleón, Celaya, Apaseo el Alto y San Francisco del Rincón.

Los 33 municipios participantes, le toman el discurso al gobernador Márquez, quien acepta un papel sólo como facilitador, y en la disposición de solventar los diagnósticos correspondientes.

Enfrente están los de la mesa de San Miguel Allende. Los alcaldes priistas que se reunieron con sus diputados locales y la dirigencia estatal de su partido, para echar a andar un proyecto que sea lo mismo pero más barato.

Estuvieron 13 alcaldes y 8 diputados. Cada municipio tiene necesidades específicas -especificó-, la alcaldesa de León, Bárbara Botello, quien lleva la voz cantante en el movimiento.

Al final de la reunión -ya se había ido, Bárbara-, los conjurados establecieron que el diagnóstico particular de cada municipio lo realizaría la CFE y buscarían que no tuviera costo, así tengan que ir a la ciudad de México a conseguirlo.

Como nada más llegaron 13 alcaldes y no todos los diputados, Javier Contreras explicó que ello se debió a compromisos de agenda, pero nada más.

En la acera del PAN, primero, el líder estatal Gerardo Trujillo, lamentó que los alcaldes priistas, sus diputados y dirigentes “politicen” un proyecto que es para el bien de Guanajuato, aunque, desde su óptica, pues es bueno que les haya convencido la idea del gobernador Márquez, de renovar las luminarias para favorecer las condiciones de los ciudadanos y las finanzas de los municipios.

Y precisamente el Gobernador, que ha ido y vuelto en el cabildeo del proyecto, sobre todo en los llamados “Día del Alcalde”, dio por zanjado el punto: “Lo importante es que haya ahorro en el consumo de energía, eso me da mucho gusto por el bien de los municipios porque es una responsabilidad de ellos”. Y ya.

De regreso en León, todavía la alcaldesa Bárbara Botello, remachó que el “Guanajuato iluminado” impulsado por el Gobernador “unió a los priistas”. Dijo: “estamos muy agradecidos todos los priistas y los diputados y el partido, porque nos hemos unido”.

Habría que decir que más o menos. Los diputados ausentes en la reunión de San Miguel de Allende, son de subrayarse: Yulma Rocha, con heridas de partido, ya viejas; Érika Arroyo Bello, la hija del prócer Pancho Arroyo, y el inge, Jorge Videgaray, atravesado por el Sapal.

Así como que fans de Bárbara Botello, pues no.

LA JAULA

Cosa de ir creyéndosela a Amílcar. La alcaldesa de León, Bárbara Botello, firmó un convenio con los concesionarios del transporte público para reordenar las rutas y corridas del Sistema Integrado de Transporte, vulgo, las orugas y rutas auxiliares.

Nada fácil poner de acuerdo a los dueños de las 13 empresas de transporte público que operan en el municipio, hasta ahora darwinianos, comiéndose el pez más grande al pez más pequeño.

A ver en mayo, cuánto cala el sol bajo los paraderos.

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