Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco I, dio la sorpresa. No aparecía en ninguna lista de favoritos. Apenas el lunes Asociated Press lo inscribió como “papable”. Fue un Cónclave, breve.

Es argentino de padres italianos inmigrantes al cono sur. En 1992, el Papa Juan Pablo II lo designó obispo de Buenos Aires.

Ha pasado casi toda su carrera eclesiástica en Argentina, en la supervisión de templos y curas. Es hincha del San Lorenzo de Almagro.

Los 115 cardenales reunidos en la capilla Sixtina lo eligieron en la quinta votación, en la segunda jornada.

En el Cónclave anterior, se quedó atrás de Joseph Ratzinger, a la postre, Benedicto XVI. A Bergoglio se le reconoce como austero. El nombre de Francisco, entonces, le viene bien.

En Argentina, desdeñó la mansión eclesiástica y habita un cuarto céntrico, con una estufa pequeña para el invierno. Cocina y no le disgusta viajar en autobús.

Bergoglio sólo tiene un pulmón. Una infección adolescente le provocó una extirpación.

Es el primer Papa que tiene como origen la Compañía de Jesús. Pero es opositor al aborto y al matrimonio homosexual. El anuncio sorprendió a casi todos. Las relaciones de los jesuitas y Benedicto XVI, no eran precisamente las mejores.

Francisco I es el Pontífice número 266 de la Iglesia católica y el primer latinoamericano en la Silla de Pedro.

Unas 10,000 personas abarrotaban la Plaza de San Pedro y la vía de la Conciliazione del Vaticano y a pesar del mal tiempo, la multitud siguió llegando.

Ni liberal, ni conservador, dijo acá el Arzobispo emérito de León, Guadalupe Martín Rábago.

En rueda de prensa, describió a Francisco I, como un hombre sencillo. Lo conoce, de la Pontificia Comisión para América Latina, de la que ambos formaron parte. El nombre de “Francisco I”, le retrata bien, es un ejemplo de humildad y sencillez.

-”En el nombre que escogió está ya la descripción de lo que quiere ser”, dijo el Arzobispo.

También en rueda de prensa, la Compañía de Jesús se congratuló por el nuevo Papa, en voz del P. Daniel Stevens, S.J. Superior de los Jesuitas en León y Rector del Instituto Lux; P. Marco Antonio Bran Flores, S.J., Rector de la Universidad Iberoamericana León; P., y  Quintín Balderrama, S.J., Director del Centro Universitario de Desarrollo Estudiantil de la Ibero León. Habemus Papam.

GOBIERNO DE LEÓN, LA TORMENTA QUE VIENE

Lo hemos escrito ya un par de veces. Ni cómo aburrirse. Por donde quiera que se le vea, el anuncio de la Administración que preside la alcaldesa Bárbara Botello, en el sentido de que en breve le dará las gracias por sus servicios a unos 400 ó 500 empleados municipales, comienza a levantar una tolvanera en la que pronto, ya nadie sabrá quién es quién.

De entrada, ya hizo ruido la contratación de una consultora foránea, de Coahuila, para más señas, pero de la que no se sabe mucho, a la que le pagarán un millón doscientos mil pesos por hacer el trabajo para el que se supone contrataron a un director de Desarrollo Institucional, y por argumentar a quién correr.

En seguida, por sí por no, los agremiados en los sindicatos de la burocracia municipal ya comenzaron a poner en jaque a sus líderes, tan cómodos que se encontraban en su hamaca al saberse compañeros de signo político con la alcaldesa y el resto de sus jefes. Eso porque ya ni despojos quedaron de aquel sindicato azul que intentaron en mancuerna el propio exalcalde Ricardo Sheffield y su escudero, Miguel Ángel Vasallo.

Y después, porque francamente es muy difícil creer que los 500 huecos no serán llenados, así sea de a poquito por otros tantos, pero de color diferente.

Lo anterior a pesar de que desde ahora, la presidenta municipal asegure que los ceses que se decidan una vez que esté redactado el por qué, no obedecerán a criterios partidistas. Eso no se lo va a comprar ni uno solo de los empleados del municipio.

Bárbara Botello asegura que no hay ni dados cargados ni cartas marcadas para beneficiar o perjudicar a persona o grupo en específico, militante o no de un partido político, el que sea, porque simplemente se trata de conciliar los perfiles con los puestos. Ajá.

Otra vez, como coprotagonistas en los flancos de la alcaldesa, aparecen el tesorero Roberto Pesquera Vargas y el secretario del Ayuntamiento, Martín Ortiz García.

Primero, el tesorero. Explica que la asesora externa, identificada únicamente como Gabriela Morales, establecerá en qué áreas del gobierno de León, se duplican funciones o existe personal que no realiza labor alguna que justifique la plaza, “aviadores”, les dicen en el pueblo.

Y a su izquierda, el secretario del Ayuntamiento, Martín Eugenio Ortiz García. Con el discurso políticamente correcto, afirma que los trabajadores, cualquiera, “que realicen una función útil y de manera responsable”, así dijo, pueden y deben estar tranquilos ante el anuncio del recorte de personal. Tampoco le van a creer.

Por si faltara crema a los tacos, Martín agrega que hay un reclamo de la sociedad para que la burocracia no aumente y, de ser posible, que el gobierno cueste menos, aquello de hacer más con menos. Bueno, tan absorta estuvo la sociedad en ese reclamo, que ni siquiera puso atención a la designación del Papa Francisco I.

GOBIERNO Y CONGRESO; LA ZANAHORIA Y EL GARROTE

El del gobierno de Miguel Márquez y las fracciones opositoras en el Congreso, es un juego de vencidas, tan soterrado como interminable. Y así van a seguir.

Ahora, la fracción del PRI, en voz del diputado Gerardo Zavala Procell, anunció que durante la glosa del primer informe de gobierno de Márquez, los días 19 y 20 de este mes, pedirán al Órgano de Fiscalización Superior que informe sobre algunas de las cuentas pendientes del ex gobernador, Juan Manuel Oliva.

La glosa no será pues, para el equipo del gobernador, un paseo por el campo.

Cosa de recordar que Miguel Márquez, con un ejercicio incluido de apenas tres meses, tuvo que informar del desempeño de tres gobernadores, el electo para el sexenio, Juan Manuel Oliva, el gobernador sustituto que lo concluyó, Héctor López Santilllana, y el suyo propio que recién comienza. Así que, simplemente no pueden decir: a mí no me toca.

En las cuentas de los priistas, del gobierno de Oliva quedan muchas cuentas gordas sin comprobación y seguramente habrá alguien a quien fincar responsabilidades por la existencia de esas lagunas. Esa es la prédica de los priistas.

Previo a la glosa se reunirán con el auditor general del Órgano de Fiscalización Superior -a fin de cuentas, dependiente del Congreso del estado-, para pedirle resultados de las auditorias que se hayan realizado a la gestión de Oliva y ponerlas sobre la mesa en la glosa el Primer Informe del Gobernador.

Eso, o antes se encuentran con Miguel Márquez, para solicitarle fondos para la construcción del todavía fantasmal edificio para mudar al Congreso y así se olvidan de la música de Gardel. Por turnos, la zanahoria y el garrote.

LA JAULA

Interesante el coqueteo que comienzan los presidentes de varios municipios con la dirección del Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato, el ISSEG, para “conocer sus servicios” y, por supuesto, explorar la posibilidad de incorporar a sus trabajadores a ese sistema de seguridad social.

Ya se reunieron con el director del ISSEG, Héctor Salgado Banda, quien les explicó a detalle las prestaciones. Le escucharon los responsables de las áreas de recursos humanos, de los gobierno de León, San Francisco del Rincón, Salamanca, Purísima del Rincón, Guanajuato, Romita, Irapuato y Silao.

Estuvieron atentos al proceso para la afiliación, los sistemas de crédito disponibles y los programas de pensión.

Con las finanzas por demás sanas, a pesar de todos los dimes y diretes, nada mal caería al ISSEG una cosecha como esta, ahora que los dejaron sin la concesión del abasto de medicamento al Seguro Popular en Guanajuato. Habrá que estar pendientes.

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