Lo que hay tras la operación de los sindicatos de maestros en México, va más allá de coches incendiados líderes encarcelados y calles e instalaciones tomadas. En el marco de las reformas que se impulsan en México, hoy el SNTE colaboró con el gobierno para sacar adelante lo que se pudo de la reforma educativa, cuyas leyes reglamentarias, fueron aprobadas durante la semana pasada en las sedes improvisadas del Poder Legislativo del país, ante las acciones de la CNTE que impidieron el acceso, tanto a diputados como a senadores, a sus recintos ordinarios.

Al final, las presiones de la Coordinadora de Maestros dieron un resultado, a medias para todos. En materia de evaluación de los maestros y maestras, las leyes reglamentarias aprobadas establecen el modelo, pero no el contenido. Se da al Instituto Nacional de Evaluación de la Educación autonomía, pero no se aclara qué instancia hará las evaluaciones, cómo se acreditará a los evaluadores, si la evaluación responderá al criterio de regiones observando la pluralidad del país etcétera.

Lo aprobado en materia de reforma educativa la semana pasada fija parámetros para un sistema mucho más participativo, pero como lo mencioné más arriba, quedan pendientes los objetivos de las evaluación y el vinculo entre los profesores y el Estado para obtener o mantenerse en una plaza.

Se destacan los candados para garantizar la gratuidad de la educación y las formas en de participación de los padres de familia, y se establecen parámetros mínimos sobre lo que será considerada como una escuela de calidad.

Los maestros sindicalizados, organizados en la CNTE o en el SNTE, serán sujetos a la evaluación, pero también los directivos, supervisores y funcionarios del sistema educativo mexicano. Tarea pendiente y tema que se silenció de un día para otro fue la transparencia de los sindicatos.

Lo cierto es que el SNTE de Elba Esther Gordillo cambió de capitán en el papel, pero hasta hoy no conocemos de reformas de fondo al interior de su vida sindical que permitan suponer que el encarcelamiento de la malograda maestra haya abierto cambios a la organización sindical de maestros más poderosa de América. Hoy colaboran abierta y disciplinadamente con la reforma y caminan pegaditos a la pared. Con intervenciones desde su brazo político, el partido Nueva Alianza.

Por otro lado, la CNTE ha optado por manifestarse en las calles de la capital del país. Se pronuncian abiertamente en contra de la reforma educativa y han protagonizado actos de violencia. Los estados de Tabasco, Oaxaca y algunas escuelas en Michoacán, padecerán más tiempo los paros de maestros. La CNTE seguirá con su plantón, calculado en más de 20 mil personas en el zócalo de la ciudad de México, aunque no todos son maestros; hay algunas organizaciones que los apoyan en las acciones de protesta En consecuencia, los niños que son alumnos de estos maestros/activistas no han iniciado su curso escolar.

El gobierno federal otorga al SNTE más de 100 millones de pesos mensuales sin transparencia económica. El sindicato se corrompió. A la coordinadora la han sostenido los gobernadores de los estados que controlan, y se conoce que algunas organizaciones políticas. Difícil de comprobar porque, desde luego, tampoco hay transparencia respecto de estos recursos. La CNTE obtiene subvenciones después de paros, manifestaciones, tomas de plazas y edificios, afectando a miles de alumnos cada año con su radicalismo contestatario ausente de propuesta.

Desde luego, las mediciones en materia educativa no dejan bien parados ni a unos ni a otros. En esta batalla, los resultados no se pueden ocultar, México ocupa el último lugar en nivel educativo entre los 34 países miembros de la OCDE. No todo es atribuible a los maestros, pero una buena parte sí. Lo demás queda en infraestructura educativa, bajo aprovechamiento escolar por factores económicos y culturales etcétera.

Ésta es la última llamada, la calidad educativa urge, y es lo que nos puede garantizar un mejor país, con mexicanos mas aptos para cambiar el destino de la nación. La situación lamentable de la educación en México es, como la mayoría de nuestros problemas, un asunto multifactorial. Sin embargo, nadie, especialmente los maestros, que evalúan a nuestra niñez, pueden resistirse a ser a su vez evaluados en su desempeño, competencias y herramientas para ser lo que son.