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César Zamora
15:11
30/01/15

¿Alternancia o continuismo político en Silao?

"Ya son muchos los priístas de la comarca que dan por perdidas las aspiraciones de Leonel Mata y ponen sobre la mesa varios reemplazos para enfrentar a Morales Maciel en el proceso comicial de junio"

¿Alternancia o continuismo político en Silao?

I. La génesis del divisionismo

Cuando el 2011 estaba a punto de expirar, Mario Roberto López Remus ventiló ante sus simpatizantes que a él ya le tocaba ser el candidato a presidente municipal.

A pesar de que ya se podía intuir que el abanderado albiazul sería el ex alcalde Jorge Galván Gutiérrez, muchos soñaban con la candidatura: Jorge Acevedo Alarid, Armando Quijas Garnica, Nicolás Ávila Durán, Manuel Solís Origel, José Antonio Patlán, Guillermo Aguirre Fonseca, Ever Gutiérrez Ramírez, el ahora priísta Gilberto Solís y un empecinado López Remus. Además, la microempresaria Esther Caudillo Solís se incluía por sí sola en la lista.

En mangas de camisa, sentado detrás de un escritorio, el ingeniero López Remus exclamó casi furibundo:

 —¡A mí ya me toca ser el candidato!

Sus seguidores lo miraban perplejos.

Pasaron varios días, al cabo de los cuales hubo un motín contra un previsible “dedazo”.

Para obstaculizar el ascenso de otros, Gilberto Solís declaraba de manera sarcástica que el entonces diputado local del Distrito X, Mario Roberto López Remus, sería “un candidato anémico con el que Acción Nacional perdería dramáticamente”.

Y el panismo ya preveía un apocalipsis electoral.

El acusador se oponía a que el candidato fuera electo era mediante el “dedo impositivo” de la dirigencia estatal, ya que —desde su perspectiva— eso propiciaría que se incubaran algunos “virus políticos”, como el despotismo, la opacidad, la iniquidad o la intolerancia.

Al denunciar que en Silao se estaba “cocinando” un “dedazo” —una designación directa— para favorecer a López Remus, Gilberto Solís exponía que “obsequiarle” la candidatura al legislador local significaría un retroceso para el PAN.

—Acción Nacional se vestiría de luto y se vería fatal si se le diera una dieta de chuparse el dedo a una mayoría que está exigiendo juego parejo —dijo en tono de conmiseración.

—No me atrevería a seguir si no fuera porque quiero que se me haga justicia. La exijo —profería, constipado.

A Gilberto Solís le encantaba fardar de traje gris delante de sus amigos.

El ingeniero se puso lívido, pero no perdía su adustez.

Muy pocos creían que “Beto” daría un golpe de timón y sus declaraciones, por más estruendosas que fueran, pronto se disiparon. Provenir de otro partido le desprestigió.

Algunos pensaron en arreglar la cosa a puñetazos, porque Gilberto Solís sólo pensaba en estorbar.

—Eres capaz de cualquier cosa, Gilberto —le decían.

—¡Y date de santos que no te echamos montón! —advirtió algún energúmeno con mueca despreciativa.

Aunque lo hacían fijo vivo con la espada de Damocles del destierro, Gilberto Solís insistía: “Yo me opongo, de manera total, a que haya ‘dedazo’ en Silao, eso es lo que está buscando Mario Roberto (López Remus). Él mismo aseguró que lo que está buscando es que lo favorezcan con un ‘dedazo’, lo cual quiere decir que se siente débil ante el resto de los contendientes”.

II. Un domingo tormentoso

El tormentoso domingo 5 de febrero de 2012 cayó una lluvia de quejas por presuntas irregularidades en el proceso para elegir al abanderado albiazul en Silao.

La madrugada del lunes 6 de febrero, Jorge Galván Gutiérrez se había convertido —por segunda vez en su vida— en el candidato a presidente municipal por el PAN.

            En una segunda vuelta, el ex alcalde Jorge Galván obtuvo 131 votos a favor, 29 más que Ever Gutiérrez Ramírez, el “delfín” del entonces presidente municipal de Silao, Juan Roberto Tovar Torres. En la primera ronda, sólo veinte votos de diferencia: 317 para Galván, 297 para Ever.

            El domingo 5 había sido realmente borrascoso.

“Dicen que Jorge lleva la delantera”, se escuchaba decir a lo largo de las conversaciones entre los militantes vehementes que aguardaban el resultado de las votaciones desde las 2:00 de la tarde.

            Mientras esos comentarios se dispersaban en todas direcciones como las minúsculas gotas de lluvia que cayeron por la tarde, el alcalde de Silao, Juan Roberto Tovar Torres, se frotaba las manos impacientemente y, a menudo, emitía alertas con su radio Nextel.

            Conforme avanzaban los minutos, Tovar Torres se volvía más hirsuto. Se mordía las uñas y deambulaba, con extraño aspecto peripatético, por las calles del fraccionamiento Jardines de la Victoria.

            —Su obsesión por ganarle a Jorge lo ha desmejorado mucho —decían algunos miembros activos del PAN.

—Aunque está un poco gordito, ya lo hemos visto medio demacrado, con ojeras, una coloración violeta alrededor del párpado, tal vez sea por la preocupación —adicionaban.

            Desde diciembre, el Primer Edil se jactaba de su poder absoluto y advertía, quizá en son de broma, que él iba a hacer pedazos a Jorge Galván.

—Pero le salió el tiro por la culata y ahora está echando lumbre hasta por las fauces —murmuraba un avieso Gilberto Solís.

            Aturdido por el murmullo de algunos alborozados “galvanistas” que anticipaban el festejo por la derrota de Ever, Juan Roberto se enfureció y clavaba sus ojos llameantes sobre los panistas que habían respaldado al profesor Jorge Galván Gutiérrez.

            En contraste, el ex alcalde sonreía afablemente, porque le sonreía el porvenir. Ever, mientras tanto, never.

            Con la voz entrecortada por la emoción, el ganador daba las gracias por la confianza: “Estoy feliz, tranquilísimo, pero todo se lo debo a las y los panistas que volvieron a confiar en mí. Gracias a todos por su apoyo”.

Muchos miembros del PAN, tanto activos como adherentes, se acercaban para congratularse con él que, sin embargo, se mantenía sereno.

Recordando el consejo “guárdate de las alabanzas”, Jorge Galván pedía a sus seguidores mantener la calma.

—Vamos a esperar la confirmación de resultados —exhortó en la calle Paseo del Cubilete, e hizo un llamado a la unidad.

—Estoy totalmente seguro de que con el apoyo de todos los panistas volveremos a ganar en Silao. Tenemos arrestos para conseguir la sexta alcaldía consecutiva, porque el PAN ha cambiado el rostro de Silao —arengó.

Afuera del salón Rotario —donde se llevó a cabo el proceso— llovía menudamente y el viento entumecía las manos, pero eso no obstó para que el equipo de Galván Gutiérrez permaneciera en guardia hasta la 01:00 de la madrugada.

En el primer cómputo, que finalizó a las 22:30 horas del domingo, Jorge Galván Gutiérrez ya había derrotado al “delfín” del grupo en el poder.

Armando Quijas Garnica y Esther Caudillo Solís habían sido eliminados desde la primera ronda.

Haciendo aspavientos, en una demostración aparatosa de coraje, Quijas Garnica dijo que todo el proceso estaba “amañado” y que iría a los tribunales para impugnarlo.

“El proceso se plagó de irregularidades y voy a impugnarlo”, expresó Armando, lacónico.

Esther se guardó de manifestar su opinión.

A partir de ese domingo 5 de febrero de 2012 comenzó una borrascosa revolución intrapartidista.

Ever Gutiérrez Ramírez, quien se había desempeñado como tesorero municipal, se inconformó ante los órganos correspondientes e hizo que se tambaleara la candidatura de Galván Gutiérrez.

El rival priísta, Enrique Solís Arzola, supo capitalizar el divisionismo en el PAN y se alzó con el triunfo el primero de julio de 2012.

Voces del Comité Directivo Estatal (CDE) de Acción Nacional aseguraban que Mario Roberto López Remus y Juan Roberto Tovar Torres se habían confabulado para jugarle las contras a su ex mentor, Jorge Galván Gutiérrez, e impedir que llegara por segunda vez a la Alcaldía.

López Remus sólo hizo un vehemente gesto de negación.

III. La revolución borrascosa del PRI

            Ahora ese divisionismo del PAN se reproduce, como bacteria, en el PRI. Al Revolucionario Institucional lo está desmadejando la presunta intromisión del líder estatal, Santiago García López.

El 22 de enero, Filiberto Garnica Zendejas, líder municipal del PRI, aclaró que en Silao aún no hay candidato a presidente municipal.

Leonel Mata aseguró recientemente que la Comisión de Procesos Internos —presidida por Ramón Aguirre Velázquez— ya le expidió la constancia que lo acredita como candidato.

Sin embargo, Gerardo Vallejo Verver y Vargas, señalado como el “delfín” del grupo en el poder, sacó un botepronto:

—La Comisión de Justicia Partidaria del CEN (Comité Ejecutivo Nacional) aceptó la petición de anulación del proceso interno de selección y, por lo tanto, no hay pauta para decir que el PRI ya tiene candidato.

Y quienes definitivamente están contra Leonel acusaron de favoritismo al dirigente estatal.

—Es, en definitiva, el jurado de un concurso —definió el ex presidente municipal Alfredo Mosqueda.

En el proceso para elegir el candidato a la presidencia municipal de Silao, el ex delegado estatal del Registro Agrario Nacional (RAN), Leonel Mata, derrotó por 98 votos a seis a Vallejo Verver y Vargas, y se registraron 199 abstenciones.

A semejanza de lo ocurrido en el proceso panista de 2012, cuando Jorge Galván derrotó a Ever Gutiérrez, hay barruntos en el PRI de que la contienda intrapartidista se plagó de irregularidades.

—Pedimos reposición de proceso y que se haga en consejo político (el jueves 4 de diciembre de 2014 se llevó a cabo en las urnas)  —exigía Ismael Camarillo Cervantes, ex presidente del Comité Directivo Municipal del PRI, durante una protesta colectiva contra Leonel Mata en Paseo de la Presa.

El pleito entre precandidatos contrasta con el discurso que el dirigente nacional del priismo, César Camacho Quiroz, emitió en Sonora el 27 de enero: “Con la unidad activa y de resultados, sumada al proyecto de prosperidad para todos, sí ganamos a cualquiera”.

—Tanto Leonel como Gerardo tienen la capacidad para entender las cosas con claridad y rapidez, pero jamás quisieron ponerse de acuerdo —dijo un emisario del alcalde Enrique Solís.

Vallejo Verver y Vargas se personó en los dominios de su contrincante de manera imprevista. Tenía la intención de proponer un plan bien sistematizado para llegar a un entendimiento mutuo por el camino más corto. Sin embargo —subrayó— Leonel sólo hizo un vehemente gesto de negación.

Dar el “abrazo de Acatempan” es algo impensable para Leonel Mata.

—Esperaba una respuesta sensata —espetó Gerardo.

Recordando sólo en parte el intercambio epistolar entre Iturbide y Vicente Guerrero en 1821, para el ex director de Seguridad Pública Municipal, Gerardo Vallejo, le sería más satisfactorio perder en el intento que rendir la cerviz al contrincante.

Tener una forma de hablar barriobajera ha sido el sello de quienes, desde afuera, intentaron irrumpir en el local donde se llevó a cabo la votación interna. El 4 de diciembre de 2014 hubo empellones y gritos en la calle Pastelero, justo frente a la casa del ex alcalde Jorge Galván.

Ese conato de bronca forma parte de una vastísima serie de presuntas irregularidades por las cuales se impugnó el proceso selectivo. La Comisión de Justicia Partidaria del CEN ya requirió toda la documentación existente, todos los padrones que supuestamente se desfiguraron.

Mientras el profesor Juan Antonio Morales Maciel ya fue presentando ante la comunidad albiazul como el candidato a la presidencia municipal de Silao, el que pretende convertirse en el sexto alcalde panista de la historia, en el PRI parece no haber arreglo.

El gobierno local tiene ante sí un horizonte poco halagüeño y sobre el alcalde Enrique Solís pesan como losas las críticas por la agresión contra la reportera Karla Silva. Vaya usted a saber si habrá forma de salvar a la administración de un marasmo. Partidario del feísmo mediático, el alcalde se parte entre ser un partisano que combate a un grupo invasor y un profesionista que trata de conservar un poco de altura política para después, quizás en tres años más, contender por otro cargo público. La incertidumbre es lo que más le desazona.

Ya son muchos los priístas de la comarca que dan por perdidas las aspiraciones de Leonel Mata y ponen sobre la mesa varios reemplazos para enfrentar a Morales Maciel en el proceso comicial de junio: Álvaro Caballero, secretario particular del Alcalde; Israel Almaguer Medel, actual titular de la Dirección de Desarrollo Social e inclusive, ¡oh, sorpresa!, el notario público Severiano Pérez Vázquez. También estuvo entre los nominados el mismísimo dirigente municipal del PRI, Filiberto Garnica Zendejas.

—¿A poco tú también? —le preguntó Gerardo Vallejo a Filiberto.

—No, yo no, habrá que esperar —le contestó Garnica Zendejas.

Ante tales circunstancias, ¿habrá alternancia o continuismo político en Silao?