César Zamora
09:39
11/02/15

«Habemus candidatus» en el PRI de Silao

"Empezaron a reaparecer todos esos fantasmas que los priistas ya creían desterrados"

«Habemus candidatus» en el PRI de Silao

Santiago García libera la «fumata bianca»

—Ahora, el jerarca del priismo guanajuatense tendrá que deshacer un entuerto.

—En términos futboleros, el equipo de Solís ha bajado a segunda división.

—Y los rumores cada vez son más nebulosos y menos comprensibles.

—Si el Directivo Estatal elige a Leonel Mata —le dijo el ex alcalde Alfredo Mosqueda a un admirador de Gerardo Sánchez García—, yo no voy con el partido.

Otro priista, cuyo outfit consistía en un par de botas Cuadra, sombrero ancho, camisa a cuadros y unas gafas Ray–Ban, lo estaba mirando estólidamente. Nunca se imaginó que Mosqueda se fuera a poner así.

—Eres muy terco, Alfredo, podrías fomentar el desorden —objetó la copia de John Wayne.

El ex alcalde formó, junto con el notario público Severiano Pérez y otros «leonofóbicos»,  un frente para entorpecer la asunción de Leonel Mata, precandidato a la Presidencia Municipal en el 2012 y ex delegado estatal del Registro Agrario Nacional (RAN).

Empezaron a reaparecer todos esos fantasmas que los priistas ya creían desterrados.

Todos los afines a Enrique Solís, el actual presidente municipal de Silao, habían excluido a Leonel Mata en marzo de 2012, sin embargo, al que ya daban por extinto volvió por sus fueros. Y ahora se constituye en el abanderado priista, es decir, el contrincante de Juan Antonio Morales Maciel (Acción Nacional) y, probablemente, Martín Hinojosa (PRD).

—Te guste o no, el Directivo Estatal ya publicó una lista con los candidatos ya definitivos —insistía el del sombrero ancho— y, según esa lista, Leonel ya es el candidato.

Mosqueda, el penúltimo alcalde priista, no resistía que le hablaran así. La presunta «fumata bianca» lo sacó de quicio. Santiago García, presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), liberó la «fumata bianca» el sábado 7 de febrero y nadie, ni siquiera Víctor Manuel Nila, lo podía creer.

¿Humareda blanca en sábado?

Tras un larguísimo proceso de incertidumbre —y un manantial inagotable de rumores—, Santiago García acalló el griterío en Silao con esa lista.

Alfredo ya estaba muy molesto y pidió disculpas. Pero esto no fue más que el principio de la descomposición del PRI.

—Espero que el proceso (para elegir al candidato) se haga con limpieza y sea pacífico —decía el mismo Mosqueda el 9 de noviembre, después de que Juan Gerardo Vallejo se presentara ante varios reporteros como precandidato a presidente municipal.

El 3 de diciembre (de 2014), Severiano Pérez, el regidor Juan Miguel Valencia y el  escudero del alcalde Enrique Solís, Gustavo Carpio, le exigieron al jerarca estatal del PRI, Santiago López García, que sacara las manos del proceso.

—Como priistas, nos sentimos totalmente indignados y pisoteados por la preferencia que no se basa en el mérito ni en la justicia, sino en el favor, sobre todo en la concesión de la candidatura —exclamaba Severiano.

A la zaga de Severiano, Gustavo Carpio pedía “cancha pareja”.

La mucha riqueza de muchos priistas no ocultaba la zafiedad.

El «habemus candidatus» del sábado 7 de febrero exasperó a los «leonofóbicos», quienes insistieron en ver el «tiralíneas» del dirigente estatal del PRI en la definición del candidato silaoense. Mosqueda y otros vaticinaron la precariedad de la campaña y una discordia irreconciliable.

Sin propensión a mediatizar la candidatura, Leonel Mata aseguró estar trabajando para preservar la Alcaldía. En el cuartel de los adversarios, por el contrario, están entreverando las piezas para que luego no haya forma de recolocarlas.

En términos futboleros, el equipo de Solís ha bajado a segunda división. Y los rumores cada vez son más nebulosos y menos comprensibles. La niebla propagandística sólo deja distinguir perfiles difusos: a) que la candidatura es transitoria, b) que hay un as priista bajo la manga, c) que Leonel Mata sí es el candidato definitivo, pero que el Directivo Estatal le dictará cómo configurar la planilla, d) que la versión de un «tercero en discordia» sólo se puede comprender como un producto de la rumorología, el arte de los falsos testimonios, y e) que los movimientos y los sectores del Revolucionario Institucional están por estallar, porque el candidato pretende armar una planilla de corte empresarial.

Es probable que, basada en la rumorología, la corriente ultraderechista enquistada en este municipio fabril y febril pretenda ensuciar la creciente notoriedad política de un fenómeno social llamado Leonel Mata, sin embargo, el presunto entrometimiento de García López sólo ha provocado una cosa: la fragmentación del PRI en dos partes: los que están a favor de Leonel Mata y los que se empeñan en frenarlo.

—Santiago tendrá que deshacer el entuerto, reparar el error —reconvinieron las voces discordantes, los que se muestran por el momento en desacuerdo.

—¿Y qué ha pasado en Silao, presidente? —se le preguntó a Santiago García en Paseo de la Presa, poco antes de que abordara una enorme camioneta blanca.

—Discúlpame, ahorita tengo que salir —se apresuró en la respuesta.

Santiago cambió de brazo un folder, contestó el teléfono y se marchó.

—¿Nos vemos en el Angus Revolución? —le preguntó a un misterioso «alguien».

Mientras las aguas vuelven a su cauce, a Víctor Manuel Nila ya lo propusieron —y con la venia del Directivo Estatal— como el primer regidor del PRI. Y él se propuso conseguirlo a toda costa, aunque en el primer círculo del candidato ya se estén barajando los nombres de varios empresarios. José Luis Rodríguez Ortiz, quien se desempeñó como regidor durante el trienio 2006–2009, ruega ante la dirigencia estatal se le conceda un milagro. ¿Y un Caballero ajeno a la política podría ser el aspirante a la Sindicatura por el PRI?

Mientras tanto, Manuel Terrones Alvarado, Rogelio Torres García y Martín Hinojosa Cabrera pretenden resucitar al PRD, con éste último como candidato. Hinojosa Cabrera ya contendió por la presidencia municipal de Silao en 2006, bajo el color naranja de Convergencia. Y se prevé que sea candidato por segunda vez, ahora por el PRD, con la venia del dirigente estatal, Baltasar Zamudio Cortés y el «adormecimiento» de Jorge Peña Meza, quien lo propuso.