César Zamora
11:06
06/04/15

La resurrección del ‘Sol Azteca’ en Silao

"Tras 3 caídas, el PRD vuelve a la vida con planilla ciudadanizada"

La resurrección del ‘Sol Azteca’ en Silao

En el proceso electoral de 2006, con Patricia Valdovino como candidata y después de una reyerta intestina que ha quedado grabada en los anales de la política de Silao como una de las más memorables, el PRD conquistó dos regidurías. Una para Juan Manuel Rodríguez Santana y otra para Esther Díaz Romero, quienes posteriormente transitarían de la izquierda a la derecha. Del perredismo brincaron al PAN (concretamente, se adhirieron al grupo del panista Jorge Galván). El efecto ‘pejelagartista’ y la adhesión de la dinastía Valdovino vitaminizó al blandengue perredismo y pocos votos faltaron para que Sergio Martín Almaguer (q.e.p.d) se incrustara en el Cabildo silaoense como el tercer regidor amarillo. Patricia Valdovino —hermana del ex alcalde Gerardo Valdovino- obtuvo la candidatura por medio de José Luis Barbosa, cuyo salvoconducto se mantuvo en secreto mientras se desarrollaba una precampaña vacua y sin validez, en la que participaron Patrocinio Barajas Alba —egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la UANL-, Martín Hinojosa Cabrera —a la postre candidato a la Alcaldía por Convergencia-, Jesús Marmolejo —quien volvió a la senda del panismo- y otros perredistas cuyo nombre se extravió en la noche de los tiempos. El embaucamiento engendró un fenómeno que había sido avistado desde que se comenzara a rumorar que Patricia Isabel Valdovino sería una candidata arrendataria. Desde antes de la precampaña, en diciembre de 2005, Patricia solicitó la franquicia en Silao del PRD y, de acuerdo con las consejas populares que aún se escuchan, «algún alguien» se la arrendó. El entonces dirigente municipal José Luis Araujo, y otros adeptos de la ‘ola amarilla’, optaron por el retiro voluntario.

            En el 2009, el ex panista Luis Gerardo Valdovino despotricó contra «El Yunque», la cofradía que lo adiestró, y se constituyó en el artífice de un concubinato inédito entre el PRI y el PRD (léase el artículo «Segundas partes nunca han sido buenas»). El reutilizamiento de Valdovino indignó a un bloque denominado «Auténticos Priistas» (Jesús Aguilar, Ismael Flores Camarillo, Luis Arturo Alcocer, Severiano Pérez y otros militantes del PRI emigraron, transitoriamente, a Nueva Alianza) y el ‘Sol Azteca’ se desmembró. Las disensiones ocasionaron que el perredismo sólo cosechara una regiduría, de las por lo menos cuatro que los más entusiastas auguraban. Juan Roberto Tovar se convirtió en el quinto alcalde panista al hilo y Reynaldo Agustín Hinojosa en el único regidor perredista.

En el 2012, las cosas empeoraron. El Partido de la Revolución Democrática se asemejaba más a un adminículo del partido dominante que a una falange combativa con aires guevaristas, trotskistas o cardenistas.  Tras la reducción de tribus mutantes a virus perecederos, el perredismo aún viviente eligió a Melchor Vázquez Méndez como el abanderado, con el entonces presidente del Comité Directivo Municipal, Melitón Mayo López, como el aspirante a la primera regiduría.

Como candidato a la presidencia municipal por el Partido Verde, Jesús Bolaños Audifred desbancó al PRD en el ranking edilicio de fuerzas políticamente perceptibles. El médico Bolaños conquistó dos regidurías, una para Miguel Ángel Ángel Maldonado —quien ahora forma parte de Nueva Alianza- y otra para Claudia Vélez de Alba —protagonista mass media en el Ayuntamiento por sus críticas contra la bancada mayoritaria-. Así, el ‘Sol Azteca’, eclipsado por el Verde, perdió la presencia en el Cabildo. La familia Hinojosa lió sus bártulos para emigrar a MORENA, el partido incipiente de Andrés Manuel López Obrador, y decenas de perredistas desalentados dimitieron.

Bajo ese desolador contexto, ya nadie daba ni un solo denario por el perredismo, el que —al no haber otra opción- quedó en manos de Josué Conrado y Jorge Peña, presidente y secretario general del Comité Directivo Municipal, respectivamente.

De repente, «algún alguien» tuvo la idea de invitar al empresario Martín Hinojosa Cabrera, quien hace nueve años contendió por la presidencia municipal de Silao, cobijado por el manto naranja de Convergencia. Según los «Evangelios Apócrifos» de la izquierda, habría sido Jorge Peña quien se encargó de visitar al dueño del restaurante–buffet “Manolete”.

Hacia principios de marzo ya se rumoraba que Hinojosa Cabrera, egresado de la Facultad de Ingeniería Mecánica, Eléctrica y Electrónica (FIMEE) de la Universidad de Guanajuato (UG), sería el abanderado ciudadano del PRD y que, entre otros, lo respaldaban: Juan Manuel Sánchez Ibarra (director de la Escuela de Nivel Medio Superior de Silao, antes Prepa Oficial), Arturo Flores Zenil (director del turno matutino de la secundaria “Miguel Hidalgo”), Manuel Terrones (director de la preparatoria “Luis Spota”).

Sin la sombra de un partido tribal, el ingeniero se dedicó a visualizar diversos perfiles para armar una planilla ciudadanizada, con expertos en ámbitos sustanciales, como la educación o las cadenas productivas.

—Esta planilla ha sido conformada con personas que han destacado en distintos ámbitos, tanto empresarial como educativo, en los ramos productivo y comercial, en el ámbito de la planificación y la gestión de negocios, dejando fuera el viejo sistema mediante el cual eran conformadas las planillas. Es gente de retos y que sabe trabajar, no vienen por un trabajo, ése ya lo tienen, vienen porque desean trabajar a favor de Silao-dijo Martin Hinojosa durante su presentación como candidato ciudadano a presidente municipal por el PRD, al lado del dirigente estatal, Baltasar Zamudio Cortés.

A saber, así quedó conformada la planilla ciudadanizada:

Candidato a Presidente Municipal: Martin Hinojosa Cabrera.
Síndico: Emmanuel Velázquez.
Suplente: José Antonio Aguirre Morales.
Regidor 1: Manuel Terrones.
Suplente: Arturo Flores Zenil.
Regiduría 2: Elizabeth Ibarra Rocha.
Suplente: María Karina Rosas.
Regidor 3: Jorge Mares Peinado.
Suplente: Raymundo Bonilla Aguilar.
Regiduría 4: Liliana Guadalupe Cabrera.
Suplente: María de Lourdes Hinojosa Luna.
Quinto regidor: Rogelio Torres Aguilar.
Suplente: Héctor Augusto Rodríguez Medrano.
Sexta regiduría: Prisciliana Rosas Ramírez.
Suplente: Azucena Fortanel.
Séptimo: Efraín Narváez Fernández.
Suplente: Baltazar Rocha Calderón.
Octava regiduría: Norma Angélica Durán Muñoz.
Suplente: Verónica Carolina Noriega Guevara.
Regidor 9: Eduardo Sergio García Rojas.
Suplente: Alfonso Noriega Guevara.
Décima regiduría: Beatriz Rocha Morán.
Suplente: Karina Geraldine Mares.

Amén de la candidatura ciudadanizada en Silao, la misma fórmula, mercadológica o no, se utilizó para elegir a la aspirante a la diputación local del Distrito VIII (Guanajuato capital y la mitad de Silao). A fin de contrarrestar la popularidad ascendente de Alejandro Navarro Saldaña —ex candidato a la Presidencia Municipal de Silao- e impedir el realce político de María Elena Cano Ayala —enemistada, por el momento, con el diputado federal Francisco Arroyo Vieyra-, el dirigente estatal, Baltasar Zamudio Cortés, seleccionó de entre múltiples opciones disponibles un rostro jovial: Adriana Solórzano. El empoderamiento femenino y el estandarte social como binomio discursivo podría propulsar a la joven egresada de la Universidad Santa Fe (USF), a quien ahora ponen a la par o inclusive por encima de las dos figuras mediáticamente sobreexpuestas, y quizá por ello mismo menos efectivas a la hora de pedir el voto. Si Solórzano aprovecha la lectura intersticial (Julio Cortázar dixit) que ofrecen las escisiones que no han sido suturadas en el PRI (ni en el PAN), estaríamos ante un acto cuasi epifánico: la revivificación de la izquierda a partir del domingo de Pascua o de Resurrección.