jueves. 18.04.2024
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13/10/19

La raza

" «Igual que el día 2, el 12 de Octubre no se olvida», decían algunos ciudadanos ayer por la mañana. Mienten."


El Día de la Diversidad Cultural se festeja derramando sangre de los sobrevivientes y discutiendo quienes creemos ser sobrevivientes de las culturas originarias ¡Hijos de Quetzalcóatl! Mentimos.

El deseo del capital es hacer visibles a los grupos discriminados para recibir su trabajo y regresarlos invisibles a la cifra roja de aquellos olvidados que no hablan, no estudian, no registran y sí votan. Les mentimos.

El ciudadano debería dignificar a los pueblos y comunidades indígenas, pero el pueblo no se dignifica ni a sí mismo. Vemos la esperanza de México convertida en pobreza. Nos dijeron “hermanos” para olvidar la discriminación por no tener la misma madre. Alguien ha hecho de la dignidad una moneda de cambio que sólo sirve durante las elecciones.

Para aquellos ciudadanos mexicanos que se encuentran en el péndulo, oscilando entre ser indígena y español, liberal pero católico, fifí o chairo, no se mientan: somos mexicanos, nuestras raíces son regadas con sangre mestiza, ni criollos ni "extraterrestres"; somos hijos de la evolución.

En los temas de nuestra nación o el sentir de ésta, aplica igual en nuestras vidas que en lo individual.

Debemos dejar de decir que la vida fue injusta, que fuimos conquistados, que fue injusto el haber sido sometidos.

Debemos levantarnos, sacudirnos el pasado, dejar de quejarnos y, eso sí, pelear con nosotros mismos.

Vivir quejándose es una actitud mediocre, luchar es de valientes y más aún vencerse a uno mismo.

Estudiemos la historia para conocernos y evitar repetir lo que no queremos vivir.

Sin embargo, el día aparece en el calendario; lo importante es *conmemorar* ese día: recordar para no repetir, ni permitir que se repita.

Somos una sola sangre, ni conquistados ni conquistadores; somos México.