jueves. 18.04.2024
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Chispitas de Lenguaje • 1 de mayo y Primero de Mayo • Enrique R. Soriano Valencia

"No es lo mismo uno de mayo que Primero de Mayo"
Chispitas de Lenguaje • 1 de mayo y Primero de Mayo • Enrique R. Soriano Valencia

 

No es lo mismo uno de mayo que Primero de Mayo. La primera es la fecha, el día; el segundo es el nombre que sustituye a Día del Trabajo, es la forma en que referimos la conmemoración.

El domingo pasado fue el día uno del mes. A los días se les llama por los números normales, los llamados cardinales. La palabra cardinal viene del latín cardĭnālis que se traduce estrictamente como cardo, que era el nombre del palo o gozne para una bisagra. Gracias a ello, una puerta tenía funcionalidad. La puerta es lo primero que se topa cualquiera (hasta los dueños de la casa). Gracias al gozne de la bisagra se accede o no. Por ello, ese cardo era lo primero en funcionar para acceder. Sin ello, imposible entrar. Así, en Roma ese vocablo pasó a designar lo elemental, lo fundamental o principal Por ello, los números cardinales son los principales, los básicos, los iniciales; son los elementales también para sumar.

Ahora los números ordinales dan orden. En una competición decir primer lugar o primero implica el sitio más importante. De ahí, el siguiente es el segundo más diestro. Por tanto, su aplicación implica una ponderación. Justo por eso no se usa en los días del mes, no hay algo por ponderar ahí: el día inicial de mes no es el más importante que el resto. De ahí que 1 de mayo se lea como uno y no como primero.

Entonces, la fecha se enuncia como uno de mayo. Los meses, además, deben ser escritos con minúscula inicial porque no son nombres propios. Los números, los días de la semana, los meses y las estaciones del año son seriaciones. De ahí que no se considere el nombre del mes como nombre propio y sí un nombre común de la serie.

El Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, fue el que acordó fijar el 1 de mayo como la fecha para la reivindicación de los reclamos obreros. Ello se debió a los Mártires de Chicago. En 1886 unos obreros iniciaron una huelga en Chicago el 1 de mayo, pero tres días después fueron ejecutados por solicitar algunos de lo que hoy son derechos incuestionables de los trabajadores, como la jornada de ocho horas. Posteriormente, la Organización de las Naciones Unidas ratificó ese día para celebrar el Día del Trabajo.  

Así se asoció la fecha con la conmemoración. Sin embargo, como popularmente al día inicial del mes suele llamarse primero, el sintagma primero de mayo terminó por ser sinónimo de Día del Trabajo. En virtud de que sustituye un nombre propio, entonces debe enunciarse como tal (como sucede con los apodos, que hacen el papel del nombre en personas), con mayúsculas iniciales.

Ahora, jamás debe recurrirse a un número para la festividad, peor aún si es ordinal. Es decir, será impropio hablar de la conmemoración del 1.° de Mayo. Por desgracia, hay cientos de rótulos de calles y avenidas en muchas ciudades del país que están mal enunciados, no dicen Primero de Mayo.

O sea, que los rótulos de las calles deberían decir, por ejemplo: av. Doce de Octubre; calle Dos de abril; bulevar Veinte de Noviembre. Todos ellos son nombres propios de las vialidades.