*La calor, *¿barbaridad climatológica?

"«... Su uso en femenino, normal en el español medieval y clásico, se considera hoy vulgar y debe evitarse»"

*La calor, *¿barbaridad climatológica?

Las temperaturas se han elevado. Normal ahora que los frentes fríos han dejado de derramar lluvia en estas zonas a causa de humedad procedente de otras corrientes. Sin embargo, ahora la gente por la calle exclama: «Está fuerte *la calor» y se queja de lo que llama *«fenómenos climatológicos», dos barbaridades relacionadas con el tiempo.

La palabra ‘calor’ es masculina. Es decir, que debe acompañarle el artículo ‘el’ y no el femenino. En la Edad Media se consideraba femenina. El Diccionario panhispánico de dudas, de las Academias de la Lengua señala en esa entrada: «Es voz masculina en la lengua general culta: “A esa hora el calor lo pone a uno medio zonzo” (Flores Siguamonta [Guat. 1993]). Su uso en femenino, normal en el español medieval y clásico, se considera hoy vulgar y debe evitarse».

Inadecuadamente, algunos diccionarios la califican como ambigua. Esta categoría se refiere al tipo de vocablo que admite la compañía de los artículos femenino o masculino. En esa condición tenemos voces como ‘mar’, ‘Internet’ o ´tilde’ (acento gráfico). Todas ellas admiten ´el’ o ´la’ como compañía. Sin embargo, entre las palabras ambiguas no se encuentra ‘calor’, como precisa el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, DRAE, que antes de su definición enuncia m., para indicar que la palabra es masculina.

Tampoco se trata de los vocablos que deben enunciarse acompañados de un artículo diferente del que les corresponde en singular. Es el caso de voces como ‘águila’, ‘área’ o ‘agua’. Buscados en el DRAE, esas palabras están clasificadas con el género femenino, pero en singular están acompañadas del artículo ‘el’. Se comprueba el género cuando se pluralizan (las águilas, las áreas o las aguas). Pero este fenómeno es debido a que se evitan dos vocales ‘a’ con tono fuerte enunciadas juntas al hablar o escribir.

Por tanto, si tiene un diccionario en que la palabra ‘calor’ aparezca como ambigua o femenina, deshágase de esa obra (sucede con uno muy comercializado que piden con regularidad en las escuelas).

Ahora, la ciencia que estudia el clima es la Climatología. Gramaticalmente, se trata de un sustantivo, como el nombre de cualquier ciencia. Entonces, ese vocablo no debe usarse para calificar a otra palabra porque ese papel le corresponde a un adjetivo. Por tanto, es inadecuado enunciar *«problemas o fenómenos climatológicos»; lo recomendable es «problemas con el clima o fenómenos del clima » (por eso, irónicamente encabecé *¿barbaridad climatológica?). Es común escuchar en conversaciones en la calle o a locutores de la radio aplicar «climatológico» cuando se refieren simplemente al ‘clima’.

La mayoría de las ocasiones se resolvería con la palabra ‘meteoro’ («fenómeno atmosférico, que puede ser aéreo, como los vientos, acuoso, como la lluvia o la nieve, luminoso, como el arco iris –sic–, el parhelio o la paraselene, y eléctrico, como el rayo y el fuego de Santelmo», precisa el DRAE). Cuidado, relacionado con la palabra ‘calor’ que he abordado también en este comentario, no aplica.

Como alternativa, se podría usar la palabra ‘climático’, que es adjetivo. Es decir, que sí es posible enunciar «Es un fenómeno climático» o «un problema climático» (aunque sigue siendo preferente «fenómeno del clima o del tiempo»). El vocablo ‘climático’ está formado por la palabra ’clima’ y el sufijo –ático. Este último añade sentido de ‘relacionado con’, como en ‘matemático’, ‘diplomático’ y ‘automático’.

También se admite usar como sinónimo de la palabra ‘clima’, la voz ‘tiempo’. El DRAE en su acepción doce reconoce a ‘tiempo’ como condición atmosférica.