miércoles. 24.04.2024
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Chispitas de lenguaje • Pleonasmos • Chispitas de lenguaje

“Desde la escuela primaria nos recomiendan evitarlo…”

Chispitas de lenguaje • Pleonasmos • Chispitas de lenguaje


El pleonasmo es una figura que algunos consideran errónea, otros más lo ven con indiferencia, pero la mayoría ni se percata de su existencia. Expresiones como «lo vi con mis propios ojos» y «¡salte para afuera!» son parte de nuestros diálogos cotidianos.

El diccionario oficial define al pleonasmo como «Empleo en la oración de uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho…»

Desde la escuela primaria nos recomiendan evitarlo. Quizá por eso a quienes lo consideran erróneo les parece inadmisible. Sin embargo, en ningún libro de las Academias se proscribe de la lengua. Los Académicos señalan solo que es innecesario por repetitivo de algo ya aclarado. Es decir (recurro a los ejemplos arriba señalados): no es posible ver algo si no es con los propios ojos (desde luego, no es el caso de la literatura), ni se puede salir para otra zona que no sea afuera. Las Academias siempre han favorecido la economía del lenguaje (por eso no simpatizan con el desdoblamiento de «mexicanas y mexicanos»).

Por tanto, la preferencia es no recurrir a él, a menos que el énfasis expresivo lo requiera. Es decir, con ordenar a alguien «¡Salte!» es suficiente; pero en un testimonial valdría «Yo lo vi», donde se hace innecesario el pronombre porque ya está contenido en la conjugación, pero su presencia da énfasis al enunciado.

Ahora, hay otros pleonasmos producto del desconocimiento del significado de las palabras. Ninguno de los siguiente aporta a la expresividad. Por ejemplo, he escuchado y leído enunciar: *erario público. Quizá la duda venga de que el Diccionario de la lengua española, DLE, en la acepción dos la señala como sinónimo la palabra hacienda (conjunto de bienes y riquezas) y, por supuesto, existen haciendas privadas. Manuel Seco (académico recientemente fallecido) señala que erario son los bienes públicos.     

Otro pleonasmo común es *más óptimo. De la última palabra, el DLE señala que significa «no puede haber algo mejor», por lo tanto, no puede haber algo mayor a eso. Diferente a la expresión «la gran mayoría». Comparado con una votación, el 51 % es mayoría; pero sería distinto si el porcentaje es 99.

De igual forma, es muy común escuchar *lapso de tiempo. El vocablo lapso implica el tiempo transcurrido entre dos límites. Es decir, que ya de sí mismo es transcurso. De ahí lo innecesario de añadir la unidad.

Hay un sector de profesionistas que en su retórica recurre a la expresión *mas sin embargo. La palabra mas, sin acento gráfico, es sinónimo de la voz pero; sin embargo es sinónimo de pero; por lo tanto… creo que hasta podría declararse barbarismo si aún dijeran: *«pero, más sin embargo».

Por último, he visto construcciones como *«acciones realizadas» o *«acciones que realizamos». Una acción se realiza, pues de lo contrario aún no es acción (viene de la palabra acto). Construcciones relativas son muy comunes en los tres ámbitos de competencia del sector Público en todo tipo de documentos (informes, oficios y memorandos).

Todos estos, lo recomendables es evitarlos.  

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