Chispitas de lenguaje • Sonidos similares • Enrique R. Soriano Valencia

Chispitas de lenguaje • Sonidos similares • Enrique R. Soriano Valencia

Hace unos días subí un chiste que ahora llaman memes por la combinación de letra con imagen. El texto dice: «Los que confunden “a ver” con “haber” deberían ser juzgados en el tribunal de la Haiga».

La mayoría de las personas que me siguen en redes sociales tuvieron la gentileza de mostrar su gusto por el chiste. Sin embargo, me preocupó el comentario de una persona –a quien, de verdad, le agradezco de corazón– que pidió explicara la diferencia porque era incapaz de reconocer cuándo se usa uno y el otro.

En el idioma podemos encontrar muchos casos de confusión por sonido.  

Uno de ellos son los homófonos. Así se llaman las palabras que tienen idéntico sonido, pero se escribe de forma diferente. Es el caso de abría y habría. El primer vocablo viene del verbo abrir (descubrir, descorrer, separar una hoja o puesta de su marco, por mencionar algunas de sus 36 definiciones) y el segundo es la una conjugación de verbo haber (condicional simple en primera o tercera persona). Pero no es un caso aislado, el español tiene cientos de palabra que suenan idéntico: cien (número) / sien (parte de la cabeza); huevos (objetos de forma ovoide, que puede referirse a la forma de reproducirse aves, reptiles y algunos insectos) / uebos (vocablos antiguo que significa necesidad), etcétera.

Los homófonos no son similares en todos los países. En América, esta clasificación considera a las palabras que se escriben con C o S, porque aquí las pronunciamos igual. Sin embargo, en España central y norte no sucede eso (solo en el sur) porque las enuncian diferente. Así, por ejemplo cierra (imperativo del verbo cerrar) en América es homófono de sierra (parte de una cordillera), pero no así en la parte señalada de la península ibérica.

Otro de los casos es el que motivó este comentario. El sonido de una o más palabras podría confundirse con una u otras al combinarse. Este caso es cada vez más alarmante. En las redes sociales observo a muchísimas personas cometer errores con A ver y haber. Lo peor es que algunas de esas personas tienen estudios universitarios.

Por supuesto, a ver es una exclamación (sintagma) que invita a ver, observar, reflexionar o considerar algo: «A ver, permíteme explicarte cómo se dio esto». En tanto que la otra palabra se refiere al verbo haber (infinitivo): «Puede haber más de una forma de explicar esto».

En lo personal, considero que las confusiones en mucho se deben a que nos limitamos a escribir por sonido, sin reflexionar con detalle el significado de las palabras. Escribir como nos suena (sin verificar su ortografía) o como lo hemos visto (como mucho acontece en las redes sociales, ahora tan leídas, revisadas y regularmente consultadas). Es decir, que no tenemos la costumbre de verificar. El problema se agrava porque tampoco tenemos la costumbre de consultar el diccionario. El corrector ortográfico de los dispositivos es muy limitado porque como no usamos la totalidad de los vocablos del idioma (acaso un 10 %), entonces los fabricantes no los cargan con suficientes alternativas. De ahí que sus sugerencias o correcciones no son garantía de efectividad. Me ha pasado que el dispositivo me sugiere palabras inadecuadas.

El último de esos casos de sonidos similares, pero no idénticos son los parónimos. Eso se refiere a palabras que se escuchan casi idénticas, pero que una pronunciación cuidadosa permite comprobar que son diferentes. Ejemplo son los vocablos cualitativo y cuantitativo. El primero se refiere a la característica o cualidad; mientras que el segundo se refiere a la cantidad.

En una vida como la nuestra, tan vertiginosa, no es extraño confundir muchas palabras que se parecen y, por tanto, interpretamos incorrectamente la información recibida.