Para feizbuqueros

"Hace unos días presencié la risa de algunas personas al pronunciar un muchacho la palabra ‘faceboc’, para referirse a la red social Facebook. Sus compañeros le indicaron, después de dejar de reír, que se pronuncia ‘feizbuc’"

Para feizbuqueros

Hace unos días presencié la risa de algunas personas al pronunciar un muchacho la palabra ‘faceboc’, para referirse a la red social Facebook. Sus compañeros le indicaron, después de dejar de reír, que se pronuncia ‘feizbuc’. La persona se encogió de hombros y siguió pronunciando el nombre como le dio la gana.

Aquí surgen dos reflexiones. Por una parte, la forma de pronunciar ese vocablo (nombre propio de una red) y, por la otra, cómo escribirlo.

Respecto del primer planteamiento, si el español se enuncia oralmente como se escribe, nadie está obligado a darle tono, acento o pronunciación diferente al español. Existe la propensión en México de emitir con acentuación anglicista cualquier vocablo con grafía aparentemente extraña al idioma. He sido testigo cómo turistas latinos al visitar el jardín del palacio moro de Granada, España, lo pronuncian de forma inadecuada. Ese jardín se llama Generalife y se pronuncia tal cual y no *Yéneralaif. También está el caso del jugador de la selección de Colombia de nombre James y no *Yeims, como lo pronunciaban algunos cronistas deportivos en el pasado Campeonato Mundial de Futbol.

Por tanto, nada debe incomodar que alguien enuncie faceboc.

Ahora, respecto de la forma de escribir ese vocablo, desde luego se debe dar preferencia a la forma original, porque se trata de una marca. Mi muro (como le llaman a los sitios en esta red social y a pesar de no ser marca) lo he nombrado Enrique R. Soriano Valencia. Si un ruso accede a él, haría mal en llamarle Энрике Р. Сориано Валенсия (lo único que hice fue trasladar las letras de mi nombre a su alfabeto), porque así jamás me localizará. De ahí lo recomendable de respetar el nombre como está.  

No obstante, también hay la experiencia cómo nombres propios se modifican para adaptarse a la fonética y grafía de otros idiomas. De lo contrario, el nombre de nuestro país sería invariable internacionalmente. Sin embargo, en inglés es Mexico (sin tilde), en francés Mexique y en ruso, Мексика. Es decir, se adecua el sonido a su grafía local, para acercar la pronunciación de un nombre propio a su lengua. Entonces, tampoco sería extraño que castellanizáramos el nombre como feizbuc.

He usado esta combinación de vocales y consonantes porque la ‘a’ inglesa suena ‘ei’; la ‘z’ porque en ortografía española esa consonante se intercambia regularmente con la ‘c’ (como cuando se pluraliza lápiz, lápices); la doble ‘o’ suena ‘u’; y he finalizado con ‘c’ porque es preferente a la ‘k’, muy de moda entre los muchachos, pero es suficiente con recordar las palabras ‘bistec’ y ‘frac’ (por cierto, está última voz, un extranjerismo procedente del francés, adoptado a nuestro idioma).

Ahora, he utilizado ‘feizbuqueros’ en el encabezado porque, tomando como raíz faizbuc, el sufijo –ero añade al vocablo original el significado de «que es aficionado a», como en futbolero o teibolero (aunque esta última palabra, no está admitida, quedó claro su significado y uso con recientes acontecimientos del ambiente político).

Desde luego, el vocablo ‘feizbuquero’ no aparece en el Diccionario de la Real Academia Española. Entonces, ¿es incorrecto usarlo? Hay otros muchos vocablos que no aparecen en el Diccionario y no por ello son incorrectos. Está, por ejemplo, ‘rinopatía’, término de uso cotidiano entre los otorrinolaringólogos. El vocablo lo incluyen los diccionarios médicos y cumple con los requisitos constructivos de nuestro idioma. Por ello, si la voz ‘rinopatía’ es válida; entonces, ‘feizbuquero’ podría aceptarse.

Por ello, que se nombre ‘faizbuc’ la red social y ‘feizbuqueros’ a sus aficionados.