Hashtag

"¿Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? Indica un refrán popular. Es decir, ¿por qué echar mano de vocablos extranjeros (en este caso un anglicismo) cuando existe la alternativa en español?"

La influencia del inglés sigue propiciado el uso de voces que son totalmente extrañas al español. Ello está creando falsos conceptos en determinados grupos. En virtud de la cantidad de comentarios o notas y la necesidad de acceder a ellos de forma agrupada –y no a través de la navegación caso por caso– ha surgido una sintaxis en Twitter que inicia por el símbolo de número seguido por letras o números, o ambos. Con ello, la red social agrupa todos los mensajes relacionados en un extenso listado. A esa combinación se le ha venido llamando en México hashtag. Es decir, que se está recurriendo a su nombre en inglés cuando podría ser llamada simplemente ‘etiqueta’, como bien recomienda la Fundación del español urgente, Fundéu.

Se le llama sintaxis en informática al conjunto de letras (mayúsculas o minúsculas) y símbolos (numéricos y signos no alfabéticos, como la arroba, barras, comillas, etc.) que permite llegar a un sitio específico de la Internet. La particularidad en Twitter es que esta sintaxis localiza todas las intervenciones que ostenten la misma etiqueta y las presenta de forma agrupada.  Ello proporciona que todas las intervenciones de usuarios de esta red en un tema determinado sean visualizadas en conjunto. Eso facilita a usuarios y promotores de la etiqueta a tomar conocimiento de las diversas opiniones.

La traducción literal de esa palabra inglesa sería hash = símbolo y tag = etiqueta. Entonces, el hashtag es un término que requiere de un símbolo (por convención, en esta modalidad siempre el de número) y un texto (alfanumérico) para realizar la agrupación o la colocación del mensaje en un sitio específico.

Así, los medios de comunicación o los usuarios están colocando un distintivo o una contraseña a la opinión de los usuarios de Twitter. Por lo tanto, se trata de etiquetar una opinión, por ello con anunciarle simplemente como ‘etiqueta’ es más que suficiente, en vez de recurrir al anglicismo.

¿Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? Indica un refrán popular. Es decir, ¿por qué echar mano de vocablos extranjeros (en este caso un anglicismo) cuando existe la alternativa en español?

Pero la moda no se queda ahí. Este uso inapropiado está provocando un fenómeno muy curioso. Muchas personas han empezado a asociar la palabra hashtag con el símbolo de número. Ya lo he escuchado en jóvenes, sin referirse a una etiqueta electrónica; los muchachos están suponiendo que ese es el nombre del símbolo. Ello debido a que algunos presentadores lo enuncian inapropiadamente. Se escucha, por ejemplo: «Denos su opinión en hashtag El Salvador» y en la pantalla aparece #ElSalvador; cuando lo que debió enunciarse es «Denos su opinión a través de la siguiente etiqueta: símbolo de número, seguido todo junto de las palabras  El Salvador» y mostrar la imagen de la sintaxis (justo es reconocerlo, también lo he de forma correcta).

El símbolo # en español tiene dos nombres: símbolo de número (América) o almohadilla (España). No está admitido el nombre 'numeral' para este símbolo como también he llegado a escucharlo. En México se le llama popularmente «símbolo de gato», pero eso es un localismo aunque tendría validez su uso si la expresión solo fuera escuchada en el país. Sin embargo, ya son muy pocas los medios que no se hallan en Internet, donde son vistos o escuchados en todas las latitudes. Por eso debemos recurrir a un lenguaje más universal y menos local.  

El otro problema es que se le da una pronunciación que no corresponde a nuestro idioma. Es decir, se le asigna sonido J a la H y un sonido inexistente en nuestro idioma a la combinación SH. Ello contradice lo que los niños escuchan de sus maestros en la escuela, que le español se pronuncia como se escribe. En concreto, se les está desvirtuando la información que reciben.  

Recurrir a este anglicismo está impactando directamente en el uso y comprensión del idioma. Eso deberían tomarlo en cuenta quienes en los medios recurren a esa palabra. Quien no se identifica con su idioma es más propenso a abandonar su cultura. Los mexicanos somos herederos de una enorme riqueza cultural, tanto autóctona como fusionada. Identificarnos con nuestro idioma y evitar su desplazamiento facilita fortalecernos en lo que somos. Minar sus bases nos despersonaliza.