viernes. 19.04.2024
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Los signos de aclaración

"...Pretendo centrarme en este recurso reflejado en el hablar como un cambio de tonalidad, pues hay confusión en su aplicación de forma escrita."

Los signos de aclaración

En español contamos con varios signos para intercalar aclaraciones o explicaciones en los enunciados. Ello tiene como propósito precisar algún aspecto de la oración. La coma es el signo más recurrente. Sin embargo, no es el único. También están los guiones, los paréntesis y los corchetes.

Me disculpo si no abordo los otros usos de la coma (enumeración, subordinación de enunciados, para hacer sobrentender un verbo, como vocativo o para presentar a un firmante). Pretendo centrarme en este recurso reflejado en el hablar como un cambio de tonalidad, pues hay confusión en su aplicación de forma escrita.

Por principio, todos los signos de aclaración tienen apertura y cierre. Los más fáciles de visualizar son los paréntesis y corchetes. Con ellos, no cabe duda dónde empieza la aclaración y cuándo termina, pues gráficamente son diferentes. Pero eso no sucede con la coma y los guiones. Incluso, del guion podría aún ser más fácil que la coma porque esta última suele confundirse con sus otros usos. Entonces, debe hacerse un ejercicio de interpretación de cómo está usada. De ahí la importancia de evitar el abuso de las comas en oraciones e identificar con toda precisión sus usos.

La coma de aclaración intercala en el enunciado mayor un dato de apoyo o relevante: «La sirvienta, al ver que ya no había más quehacer, se puso a descansar». El objeto del enunciado es reportar lo que hizo la sirvienta (descansar). Sin embargo, aclara o explica el porqué de esa acción mediante otro enunciado entre comas. Considere que de eliminarse lo que está entre comas, el enunciado tiene lógica («La sirvienta se puso a descansar»), sin embargo se ha omitido la razón, la aclaración que explicaba por qué se dio al descanso. Las comas sirvieron para intercalar la explicación extra.

El uso de guiones no difiere de este mismo propósito de la coma: «Iremos a cenar: Juan, Pedro, José Luis, Fabián —mi primo— y yo». Usar comas de aclaración en el anterior enunciado podría confundir al lector y hacer suponer uno más en la ida a cenar. Los guiones dejan claro que se trata de una explicación de quién es Fabián. Los guiones son muy valiosos cuando el exceso de comas en el enunciado hace confusa la oración.

Respecto de los paréntesis, la costumbre ha hecho que la mayoría de lectores se salten su contenido. Muchos de los participantes en los cursos que imparto así lo confiesan: para no perder la ilación de la lectura, al ver el inicio de una aclaración mediante paréntesis, de inmediato buscan su final, para continuar con la idea.

Los corchete [ ] son menos frecuentes. Entre sus usos está el de aclaración, pero cuando esta sea equivalente a una nota de pie de página. Es decir, presentar información incidental, poco relevante para la comprensión del texto. No obstante, de forma académica se prefiere su uso cuando la cita es incompleta; es decir, cuando con todo propósito se ha omitido algo: «El respeto […] es la paz», en donde se omitió «…al derecho ajeno…» para hacerla más comprensible a lectores que le pudieran representar esas palabras alguna complicación.

Por ello, para efectos prácticos y de acuerdo a la costumbre, debemos concluir: las comas de aclaración o explicación deben usarse en enunciados que no contengan muchas comas e interesa que el lector se entere de esa explicación; usar guiones cuando el enunciado contenga varias comas, pero sea relevante; usar paréntesis y corchetes para la información de apoyo, que no sea fundamental o de relevancia superior, pues corremos el riesgo de que el lector la salte.