martes. 23.04.2024
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Mayúscula inicial

"Me he topado últimamente con textos donde la mayúscula inicial es objeto de duda o mala aplicación"

Mayúscula inicial

Me he topado últimamente con textos donde la mayúscula inicial es objeto de duda o mala aplicación. Para todos es clara la norma que los nombres comunes deben iniciar con minúscula; pero hay duda en el criterio porque muchos sustantivos no propios suelen enunciarlos con mayúscula.

Por ejemplo, ¿cuándo ‘escuela’, ‘juzgado’ u ‘hospital’ se escriben con mayúscula y cuándo no? Acorde con la regla, cuando se trate del nombre genérico debe ser minúscula. Es decir, como se trata de nombres comunes de instituciones similares (con la misma actividad) deben enunciarse con minúscula. Me topo con texto en Internet de la Dirección General de Estadística Judicial que enuncia: «…la información aquí mostrada es únicamente de carácter informativo y que si bien es la misma que se encuentra en los Estrados de los Juzgados (sic) y Tribunales Federales (sic), no se debe tomar como oficial». Evidentemente, en estos casos se trata de nombres comunes. El mismo plural lo está demostrando. Por tanto, ‘estrados de los juzgados’ y ‘tribunales federales’ debieron enunciarse con minúscula inicial. Pero no es exclusivo de esta área del poder Judicial: casi todo el sector escribe fuera de la norma ortográfica. Es un contrasentido que un poder dedicado a la aplicación de la norma no tome en cuenta las de ortografía. Más aún cuando los mismos ordenamientos establecen el idioma que debe usarse en los procesos judiciales.

Diferente de cuando se enuncia la institución específica: ‘Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Decimosexto Circuito’, donde las mayúsculas iniciales significan que es el nombre propio de esa oficina en particular.

Lo mismo aplica en otros contextos. El vocablo ‘escuela secundaria’ o la ‘secundaria’ (para referirse al nivel académico) deben iniciar con minúscula. Pero si se trata de una en particular, ‘Escuela Técnica Industrial núm. 14’, con mayúsculas. Por cierto, es común observar que no se recurre a la abreviatura de número en español, sino en inglés. Las alternativas para abreviar número son: núm., nro., n.° o el símbolo con cuatro líneas cruzada (#); pero jamás debería recurrirse a la palabra No, iniciada por mayúscula, porque es la abreviatura de número en otro idioma. Este error es muy común en notarías.

Mayor dificultad ofrece casos como los hospitales y los museos, regresando al tema que nos ocupa. ¿Se llama Museo Diego Rivera a esa institución (así, con las tres palabras como integrantes de un nombre propio) o ese museo se llama Diego Rivera? (sin el vocablo museo para el nombre de la institución). Y, aprovechando el tema: tampoco hay razón alguna para enunciar el nombre del pintor entre comillas: debe hacerse con cursivas; ¿es el Hospital General de León o es el hospital general (nombre común a varios nosocomios con determinadas características de atención) de León?

En lo personal, creo que debe ser Museo Diego Rivera y Hospital General de León porque se trata de instituciones singularizadas. Diferente criterio para casos como río Turbio o sierra Madre Oriental no son instituciones y el vocablo anterior a su nombre es para definir el accidente geográfico.

Por último, anteriormente se decía que por razones de respeto se debía escribir ‘Rey’, ‘Príncipe’, ‘Diputado’, con iniciales mayúsculas. En la actualidad el criterio es diferente. Los cargos (nobiliarios, políticos y académicos) son nombres comunes, por lo que ‘presidente de México’, ‘el rey de España’,  ‘el secretario de Educación’, ‘el magistrado’ se escriben con minúscula inicial y solo los nombres propios que le acompañan con mayúscula.

En este sentido, no se falta al respeto de nadie; simplemente se aplican los criterios ortográficos. En particular lo señalo porque algunos jueces, magistrados, funcionarios de primer nivel y hasta quienes defienden con pasión su nivel académico (doctores y maestros) se sienten denostados al verlo con minúscula. La Ortografía dicta normas de la correcta escritura; lo demás, es vanidad.