Nuevas amenazas se ciernen sobre el atribulado hombre moderno. No basta con el estrés, tampoco es suficiente con los riesgos de salir a la calle, ni con la preocupación por el precio de la gasolina, los recortes presupuestales y el alud de promesas que no se cumplirán (las campañas políticas). Ahora ha adquirido rango de fobia dejar de tener en funcionamiento el teléfono móvil. Este nuevo padecimiento recibe el nombre de ‘nomofobia’ y comprende sucesos como el extravío, olvido en algún lugar o que pierda la energía para su funcionamiento.

La palabra fobia, de acuerdo a la definición del diccionario oficial de nuestro idioma, se refiere al «terror irracional compulsivo a algo». La nueva palabra está integrada de forma diferente a las normas de formulación de nuevos vocablos. «La Nomofobia (sic) es un término inglés que significa No Mobile Phobia y fue acuñado en el año 2011 después de que la compañía de seguridad en Internet SecurEnvoy llevara a cabo un profundo estudio sobre este tema en el Reino Unido. Dicha encuesta, determinó que 61% de los hombres y 70% de las mujeres sufren de estrés, angustia, pánico, sudoración, insomnio y ansiedad cuando pierden o deben apagar sus teléfonos. Demostró, además, que el 41% de los encuestados prefieren tener un celular adicional para evitar quedarse incomunicados […] Según la encuesta, los jóvenes entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer la nomofobia. En segundo lugar se encuentran las personas entre los 25 y 34 años».

Uno de los elementos que mayor ansiedad, taquicardia, depresión y hasta insomnio provoca son las redes sociales. Alejarse de estas, no estar en contacto con los vinculados o quedar fuera de algún chisme ha propiciado la aparición de la nomofobia.

De ahí que la Organización Mundial de la Salud recomiende guardar una cierta distancia del teléfono móvil (llamado celular en México). Como cualquier actividad humana, su abuso es lo que propicia situaciones adversas. Por ello es recomendable: 1. Evitar hacer y recibir llamadas después de las 22:00 de la noche (en casa usar los teléfonos fijos); 2. No mandar mensajes, ni hablar por teléfono mientras se consumen alimentos o agua o al conversar con alguien (es irrespetuoso e impide prestar la adecuada atención); 3. Jamás usar el teléfono mientras se conduce un vehículo (es un grave peligro para todos); 4. Apagar el celular en los sitios donde está restringido su uso (escuelas, hospitales, gasolineras y bancos); 5. Los fines de semana, preferible desintoxicarse del celular, apagarlo por un tiempo y responder luego las llamadas o mensajes.

La mayoría de las fobias son temores falsos. En realidad se trata de una especulación mental que se aleja totalmente de la realidad práctica. Precisamente por ello, son sumamente difíciles de combatir; pero no imposible. El primer paso para luchar contra una fobia es identificar el origen, aunque ello no siempre es sencillo porque el razonamiento se conduce por otro camino para evitar descubrirlo. El segundo paso, identificar los riesgos de padecer esta fobia. El cuarto paso, tomar medidas como las arriba señaladas.

Solo recuerde que su teléfono inteligente no debe serlo más que usted.