Ortotipografía

"La ortotipografía, nos indican las Academias de la lengua, es una materia que en el futuro será obligatoria para todos los estudiantes..."

Ortotipografía

La ortotipografía, nos indican las Academias de la lengua, será una materia que en el futuro será obligatoria para todos los estudiantes. Eso, debido a que actualmente, gracias a los procesadores electrónicos, ya directamente los redactores deciden la formación de un texto. Antes, los ejecutivos dependían de alguien que les mecanografiara el texto. Ahora son los propios redactores quienes debe distribuir el texto en un área, decidir cuándo aplicar negritas, cursivas o versalitas; en qué momento usar sangría al inicio de párrafo y cuándo no; ubicar la firma o la fecha; o incluso, si se presenta el documento con párrafos seguidos o con espacio entre ellos. El puesto secretarial, que era quien decidía todos esos detalles, ya prácticamente es inexistente.

Incluso, eso mismo obligará a las empresas a desarrollar manuales de estilo, complementarios al de identidad gráfica, para dar homogeneidad a todos sus textos, sean impresos o electrónicos (que, incluso, la actualidad presenta variedades en el tipo de soporte), no tanto de forma tipográfica, sino distributiva, el tipo de palabras por usar y si aplican o no sangrías, por ejemplo.

La ortotipografía es parte de la ortografía. El Diccionario la define como «Conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada lengua la escritura mediante signos tipográficos». Esta materia define la forma correcta de aplicar estos aspectos tipográficos de forma correcta.

Por ejemplo, no pertenece estrictamente a la ortografía, pero actualmente todos los nombres de los libros, publicaciones –sean periódicas o no–, nombres de álbumes musicales, nombres que pudieran confundirse con personas (como el de las escuelas), deben enunciarse con cursiva (itálica). Este aspecto en muchas escuelas aún se enseña que debe ser entre comillas. En efecto, como anteriormente no se tenía las opciones que ahora los procesadores ofrecen, para delimitar el nombre de una publicación, se recurría a las comillas. Hoy, también se pueden aplicar como alternativa, por ejemplo cuando se escribe a mano o el procesador (como el de Facebook) no da la opción de la cursiva.

Otro detalle más es que cuando un libro se cita por su forma breve, también aplica la cursiva. Por ejemplo, el nombre completo de la novela es El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Sin embargo, si por alguna razón solo se enuncia el Quijote, también aplica la cursiva; pero el artículo que le acompaña (el), no se considera parte de la referencia al nombre completo, únicamente la palabra significativa, y no le aplica ni la cursiva, ni la mayúscula inicial.

Por otra parte, ya que cito al Quijote, anteriormente aplicaba mayúscula a cada palabra significativa. Es decir, palabras como ‘ingenioso’, ‘hidalgo’ y ‘don’ se enunciaban con mayúscula inicial. Actualmente, eso ya no sucede. Hoy día se prefiere solo aplicar la mayúscula inicial a las palabras que deben llevarla. Esta norma exenta a las leyes, que se justifica porque en ocasión es son nombres muy largos. Precisamente por eso, incluso, la versalita es optativa para los nombres de ese tipo de documentos. Esos aspectos son decisiones tipográficas.

También aplica la cursiva a los epígrafes. Estos son frases o citas de algún famoso, alineadas a la derecha, antes de iniciar un capítulo.

Todo ello es abordado en la ortotipografía.