martes. 23.04.2024
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Raras, pero correctas

"Además de construcciones imprecisas o erradas, también hay muchas palabras mal pronunciadas..."
Raras, pero correctas


Hay algunas formas de enunciar ideas que a muchas personas resultan extrañas. Normal que suceda así. Ya lo decía en anterior colaboración que enriqueceríamos mucho el lenguaje si nos habituáramos a usar y oír mayor alternativa de vocablos. Hoy abordo alternativas más recomendables en construcción y vocablos de las habituales. 

Saludos para cada cual. Por lo regular, cuando mandamos saludos a varias personas, solemos recurrir a enunciados como: «Les mando un saludo», «Salúdame a todos» o «Saludos para todos». Ninguna es recomendable. Muchas de nuestras expresiones son coloquiales y se han alejado del significado estricto. Por ello, son aceptables… pero imprecisas. Me explico, la primera se refiere a un saludo único que debe ser repartido entre varios. Es equivalente a aquella anécdota en que un muchacho le dice a su pandilla, les invito una gaseosa. Llegan al establecimiento, solo pide una bebida y también solicita el número de popotes (pajitas) necesarios para que todos consuman al mismo tiempo. Por supuesto, beberá más quien empiece antes o tenga mayor capacidad para absorber. 

En las siguientes, el saludo genérico implica como cuando los ídolos (o líderes políticos) desde un balcón saludan a la multitud, es un saludo absolutamente despersonalizado. Diferente a que se acerca y salude uno por uno. Claro, se entiende lo impráctico de ello. No obstante, cuando se envía un saludo es más recomendable la personalización. Por ello, «Un saludo para cada uno» o «saludos para cada cual» es mucho más recomendable porque es totalmente distributivo a los que debe llegar el saludo. 

«Lo saludas de mi parte». Esta si es una expresión absolutamente errónea y más porque, como somos los mexicanos, parece un albur. ¿Qué parte de la persona es la que saluda al otro? En especial, en México el uso de palabras con intenciones más allá del diccionario haría que esa parte fuera referida a alguna no muy recomendada para el envío de saludos. Peor, si por la iniciativa corre del intermediario: «Oiga, jefe, voy a ver a su conocido. ¿Quiere que lo salude de su parte?». Yo, francamente, no me atrevería a tocarlo de su parte… acaso de la mano. Pero en estos momentos de pandemia, ni eso. Lo recomendable para estos casos es «Lo saludas de parte mía» o «¿Quiere que le lleve saludos de parte suya?». Además de una estructura gramatical más adecuada, en México evita cualquier malentendido. 

Además de construcciones imprecisas o erradas, también hay muchas palabras mal pronunciadas que han arraigado en el uso común. Por ejemplo la palabra panel. Por alguna extraña razón las personas a quienes escucho la pronuncian (se refieren al tablero del automóvil o a un grupo de personas que discuten un tema) como si el tono fuerte estuviera en la A. Si fuera así, la palabra llevaría acento gráfico en la vocal A (grave terminada en letra diferente a la n, s o vocal); pero en el diccionario oficial aparece sin tilde. Por lo tanto se debe pronunciar con el tono en el E.