sábado. 20.04.2024
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Tipos de oración

"Así como la palabra es el conjunto de letras que nos refieren un objeto o un concepto, la oración es la combinación de palabras que expresa una intención, un sentido completo"

Tipos de oración

Así como la palabra es el conjunto de letras que nos refieren un objeto o un concepto, la oración es la combinación de palabras que expresa una intención, un sentido completo.

Para que logre ese propósito debe reunir determinados requisitos. Si se trata de las llamadas oraciones unimembres (que tienen un solo miembro o elemento) es indispensable una referencia. Este tipo de oraciones –con elementos gráficos o con palabras– cumplen el requisito de transmitir una intención. Pero, solo tienen sentido acorde a la sociedad o al contexto. Sin ese marco, es imposible reconocer la intención.

Un ejemplo gráfico: en México una vocal ‘E’ dentro de un círculo con fondo blanco y filo rojo y cruzada diagonalmente por una línea roja comunica la oración «No estacionarse aquí»; pero esa misma intención en Europa se representa con un círculo con fondo rojo, cruzado horizontalmente por una línea blanca ancha. Si cambiamos de ámbito las señales, no trasmiten algo.

Con palabras tenemos casos como cuando alguien grita en México «¡Aguas!». Esta palabra está trasmitiendo la idea de «Estás en riesgo» (es una alerta; su origen ya ha sido tratado en otra ocasión en este espacio); pero en Europa es incomprensible. Es decir, que el contexto es fundamental para entender las oraciones unimembres.

Ahora veamos fuera del contexto cultural, en un párrafo. También es necesario un contexto. Ejemplifico: «¿Debo doblegarme a sus caprichos?, ¡jamás! ¿Dejo de ser caballero por eso?, ¡de ninguna manera!». Las oraciones después de las comas son unimembre. Es decir, cada enunciado está integrado por una oración gramatical y otra unimembre. La intención de la primera de un solo miembro es «Jamás me doblegaré a sus caprichos», y de la segunda es «De ninguna manera dejo de ser caballero». Cada oración unimembre se ha vinculado a una gramatical para tener sentido completo. Observemos que las oraciones unimembres no están integradas necesariamente por una sola palabra, pueden ser varias. El aspecto clave es que no presentan los elementos de la gramatical.

Por su parte, si se trata de la oración gramatical, entonces debe contar con sujeto y predicado; por eso también se le llama bimembre. Ese último nombre no es obstáculo para que el sujeto (quien realiza la acción) y el predicado (acción y eventuales elementos complementarios) estén compuestos por múltiples palabras: «La chica que vive frente a mi casa sale a correr todos los días muy temprano». Aquí, «La chica que vive frente a mi casa…» está sustituyendo al nombre propio o al pronombre y es sujeto pues hace la acción de salir a correr.

Ahora, líneas arriba mencioné que la oración gramatical debe transmitir una intención completa. De aquí se desprenden dos aspectos: a) no debe estar saturada con más de un propósito; b) no debe quedar sin completar la intención inicial. Sobre el primer aspecto, eso se logra con oraciones simples, que no estén saturadas de información y acciones. Para ello, es fundamental el uso del punto y seguido. Cuando se satura, suele resultar en una masa compleja que reclama del lector pericia para no confundirse, interpretar o para saltar de un tema a otro sin perder el hilo general. Pero esto último también pasa al redactor: al querer incluir muchas ideas en una sola oración suele perder el hilo general.  

En algunos textos –particularmente del sector Público de los tres ámbitos de competencia– alargan tanto la condición («Con fundamento en los artículos…») que se pierden, no terminan la idea y la intención la completan en el siguiente párrafo. Eso no tiene sentido. Cierto es que a veces se requieren de muchas referencias, pero ello no debe impedir rematar la oración gramatical original.