Un científico guanajuatense del siglo xix

Un científico guanajuatense del siglo xix

Durante el siglo XIX Guanajuato fue visitado por artistas europeos de espíritu aventurero, atraídos por la novedad y la curiosidad que despierta un país extranjero, estos artistas formados y educados en el seno del movimiento neoclásico; cultura basada en la razón, el escepticismo, la libertad, hombres multidisciplinarios  como: Daniel Thomas Egerton, Carl Nebel, Pedro Gualdi, Claudio Linati, Carrier Belleuse, etc., quienes dejaron evidencias físicas de su paso por Guanajuato como: paisajes, pintura y escultura, hasta las visitas temporales de los mandatarios políticos que han pasado por esta ciudad han sido debidamente documentadas, como la visita de Maximiliano de Habsburgo y Benito Juárez.  

A pesar de la sensible huella que dejan estos artistas y mandatarios en la historia local, la historia de la ciencias y los científicos permanecen olvidados  en la historia regional, se conoce muy poco de la vida y obra de los científicos guanajuatenses del siglo XIX, José Manuel Plowes Sánchez de Haro es uno de ellos hasta ahora desconocido, quien compartió tiempo y espacio con hombres célebres de la ciudad de Guanajuato como el historiador Lucio Marmolejo, el naturalista y científico Alfredo Duguès.

 

José Manuel Plowes Sánchez de Haro

Nació el 20 de enero de 1812, su padre que había llegado a América en 1804, se instala en el San Blas donde  nace y  pasa su niñez Manuel Plowes, D. Mateo Plowes su padre que fungió en las guerras intestinas como Alférez de Fragata, es expulsado del Estado de Jalisco en 1833, por lo que instalan en la ciudad México. En 1842 teniendo 29 años de edad participa como Comandante de Artillería en la 2ª brigada del General José G. de Parteurroyo al servicio del Excmo. Sr. General en jefe del ejército de operaciones, Benemérito de la Patria D. Antonio López de Santa Anna; un año después aparece como socio auxiliar de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, comisionado de la estadística para la carta de geografía de la República Mexicana a cargo de Pedro García Conde.

 

 

Destaca como traductor de temas de topografía militar, donde incluía anotaciones propias, trabajos y obras científicas, que fueron publicadas, Manuel Plowes viaja por primera vez a Guanajuato, el 28 de abril de 1851 por invitación del Gobernador el Lic. Octaviano Muñoz Ledo recién nombrado en enero del mismo año, el primer trabajo que se le encarga es el plano topográfico de los ejidos de la villa de San Felipe, con 100 salidas al campo en 160 días, elabora un plano que le hace merecedor a elogios por la exactitud del trabajo científico que contribuye en los procesos territoriales entre la propiedad particular y los pueblos.

A partir de ese momento se crea una fuerte relación de trabajo y contribución como servidor público para el estado de Guanajuato, en uno de sus cuadernos escribiría: “Volví a salir el 26 de diciembre de 1851, regrese a México el […]”, se establece en la ciudad de Guanajuato en la casa #50, frente al Puente Nuevo.

En 1852 es comisionado en Guanajuato por parte de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, desenvolviéndose como inspector de Obras Públicas del estado de Guanajuato, se le reconocen notorios trabajos en telegrafía electro-magnética, compostura de caminos, trabajos de campo sobre agua potable, etc.

El General Manuel Plowes Sánchez de Haro es un científico multidisciplinario, que se mantuvo a la vanguardia del conocimiento, al nivel de las sociedades más adelantadas del siglo XIX, destaca como ingeniero militar, geógrafo, matemático, traductor,  comandante de artillería,  servidor público y además tuvo el don de la escritura legando más de 15 cuadernos, libros y cartografía.

En los cuadernos plasma su pasión por la astronomía y recreaciones aritméticas, mostró sus habilidades para el dibujo, datos estadísticos, inquietudes geodésicas, notas para la edificación, invenciones matemáticas, trabajos topográficos, gusto por la cultura, la poesía, etc. Es una invitación para conocer más sobre la situación de la ciencia en el siglo XIX, la historia de nuestra ciudad y sus hombres que la forjaron.

Nota del editor: Este artículo fue originalmente publicado en la revista POLEN de la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad de Guanajuato, que lo autoriza para su reproducción.