viernes. 19.04.2024
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La Champions 2022 [II]: primera ronda de cuartos • Fernando Cuevas

"...momentos de grato fútbol, como suele suceder, y algunos otros pasajes de mayor desnivel entre los equipos..."
El equipo Bayern Munich
El equipo Bayern Munich
La Champions 2022 [II]: primera ronda de cuartos • Fernando Cuevas

Con dos marcadores inesperados, uno más que otro, se cumplieron los partidos de ida de esta fase del torneo, dejando momentos de grato fútbol, como suele suceder, y algunos otros pasajes de mayor desnivel entre los equipos. En principio, el cambio de regla en cuanto a quitar el gol de visitante como criterio, no parece haber afectado los planteamientos, salvo quizá el del Atlético de Madrid, más atrás que de costumbre, ni el volumen de fútbol ofensivo; solo dos conjuntos se fueron en cero: el ya citado y, sorprendentemente, el gigante alemán.

Triunfos españoles

Azules y blancos frente a frente. Primero fuerte abordaje del Chelsea creando angustias para la visita y poco a poco el Real Madrid equilibrando el juego y plantando peligro a partir de lucidoras descolgadas en medio de la lluvia, una de las cuales terminó en el travesaño. El medio campo, plagado de talento, se fue convirtiendo en un espacio de lanzamientos y control, según el caso. Pasado el minuto veinte, un entregado Benzema asestó dos remates de cabeza en un corto lapso, culminando fulminantes combinaciones, para mandar al frente a su equipo: el cielo de Londres lloraba, literalmente. Reaccionó bien el cuadro local y empezó por asentarse en el campo para empujar al frente, mientras que la pelota se manejaba con verticalidad en una y otra portería, hasta que Havertz concretó un servicio puesto ya cerca del descanso, acortando las distancias. Tres testerazos para sacudir las redes. Gran primera mitad.

Atropellado inicio del segundo medio y desafortunado para el portero Mendy, que le regaló el tercero a Benzema en un pase muy comprometido a Rudiger: no nos acomodábamos en los asientos cuando la diferencia volvía a ser de dos tantos en una jugada dolorosamente equivocada. Los madridistas ya olían la sangre y presionaban al arquero cada vez que le enviaban la pelota, mientras Courtois realizaba un paradón espectacular a disparo angulado de Azpilicueta. Desde el 65’ el Madrid dejó de inquietar y los azules generaron mayor inquietud con el ingreso de Lukaku, al grado que se percibía una buena probabilidad de un segundo tanto, sin que ello significara que se eliminara el riesgo de recibir un cuarto: todavía una opción clara en la compensación para el cuadro inglés se diluyó por arriba del travesaño, dejando todo el peso para intentar una difícil remontada en Madrid.

La sorpresa de la jornada tuvo como escenario el estadio La Cerámica, casa del Villarreal, quien enfrentó a un desconocido Bayern Munich que saltó al campo más para cumplir con el compromiso que para seguir demostrando su jerarquía, por lo visto: inusual actitud del equipo teutón, dada su genética. En cambio, el Submarino amarillo, sin nada que perder, dominó con lujo de detalle la primera parte y desde antes de que corrieran diez minutos ya ganaban el partido con gol de Arnaut Danjuma, empujando la pelota a bocajarro después de una lograda combinación. Con la confianza del tanto a favor, los locales siguieron brindándose en la cancha y, a pesar de tener menos la pelota que unos posesivos pero inoperantes muniqueses, representaban mayor amenaza para la puerta rival, incluso volviendo a anotar hacia el final pero en ligerísimo fuera de juego.

En el segundo tiempo, los visitantes mostraron cierta mejoría, como si hubieran tomado conciencia de la importancia del partido y de la derrota parcial que estaban viviendo: presionaron al frente y llevaron el desarrollo más cerca de la portería rival, atacando un poco más por las bandas y mostrando enjundia para buscar el empate, si bien no con el tino y la constancia en cuanto al asedio en la última zona: estuvieron cerca con un par de disparos cruzados. Por su parte, los de casa, un cuanto tanto replegados, no terminaban de renunciar al frente y lanzaban contragolpes que alcanzaban a mantener una sensación de riesgo, como el disparo al poste de Moreno, la salvada del canadiense Davies o el tiro de atrás de media cancha. La situación llegó al punto en que durante un lapso del juego, el gol podía decretarse en cualquiera de los dos arcos, sobre todo en el de la visita: una gran victoria cuyo único pero es que pudo haber sido un poco más amplia.