viernes. 19.04.2024
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Festival NRMAL 2017 (II/II)

“Terminamos de revisar algunos de los invitados a este festival en buen estado de salud, y convertido en atractivo escenario para entrar en contacto con nuevas propuestas y alguno que otro veterano.”

Festival NRMAL 2017 (II/II)

Disco de culto

Black Devil Disco Club surgió de una espontánea colaboración entre el productor galo Bernard Fevre y el financiador Jackie Giordano (firmando como Junior Claristidge y Joachim Sherylee) que dio como resultado Disco Club (1978), vinyl de seis cortes que se convirtió en un oscuro objeto del deseo por parte de coleccionistas y acólitos de la música disco underground, género que pululó en diferentes niveles por aquellos años. Cargado de electricidad, rítmica reconocible y vocalizaciones de robots fantasmas, el álbum fue remezclado y aumentado por Aphex Twin y Wagon Christ, entre otros.

Fevre ya en plan solitario, después de grabar algún disco bajo su nombre y entrarle a la remezcla esporádica, retomó el proyecto del danzarín diablo oscuro y presentó los álbumes 28 After (2006) y Black Devil in Dub (2007), su par remezclado; Eight Oh Eight (2008), considerado como la tercer parte de una prolongada trilogía, con todo y sus siderales acentos funk. Continuó con The Strange New World of Bernard Fevre (2009), con remixes del disco homónimo de 1975, secundado por Circus (2011), lleno de invitados ilustres cual espectáculo de tres pistas, y por el ecléctico Black Moon White Sun (2013). En el 2015 se editó una apetitosa caja para entregarse a las múltiples pistas del averno discotequero.

Variantes femeninas

Originaria de Indiana, Haley Fohr firma bajo el nombre de Circuit Des Yeux y propone escenarios de pausada perturbación, como quien vive en un contexto de acechanza. Sus primeros dos discos,  Symphone (2008) y Sirenum (2009), de edición limitada, sentaron el precedente de su propuesta, enclavada en un folk de lances experimentales y letras inseminadas de angustia. Con Portrait (2011) se afiló el sonido ganando en sutileza sin perder hondura y, ya asentada en Chicago, entró en contacto con aventureros que gustan de los vientos (Cooper Crain de Bitchin Bajas) y grabó Overdue (2013), sustentado en su engañosa calma infectada de noise, para después entrar a las grandes ligas con In Plain Speech (2015), desarrollado entre orquestaciones contenidas.

Por su parte, la cantante y cineasta Ava Rocha, hija del ilustre director brasileño Glauber y la reconocida artista plástica Paula Gaitán, ha aprovechado sus genes y desarrollado su talento: formó en el 2008 la banda Ava, con la que solamente grabó el álbum Diurno (2011); ahora nos acompaña con Ava Patrya Indya Yracema (2015), titulado como su nombre de nacimiento y en el que propone una brillante integración entre los sonidos brasileños a la orilla del mar de larga tradición y cuerdas buscando el protagonismo, mientras mecen las melodías nítidamente vocalizadas. Por su parte, el cuarteto femenino de Sao Paulo conocido como Rakta, le entra sin pudor a la psicodelia y al postpunk como se advierte en el EP Rakta (2013) y en III (2016), su primer largo de prometedora y rabiosa confección.

Agrupaciones en sus primeros pasos

Directamente desde Berlín, Fenster es un grupo que explora los territorios del pop buscando abrir espacios, como su nombre lo indica, entre las convenciones del género; formado por JJ Weihl y Jonathan Jarzyna, a quienes se sumaría después Rémi Letournelle, el conjunto cristalizó sus esfuerzos con el estupendo y creativo Bones (2012), al que le siguieron el más arriesgado y ambicioso Pink Caves (2014) y Emocean (2016), soundtrack para la película homónima en la que ellos mismo participaron.

Desde Valdivia, Chile, se presenta el grupo Trementina a guitarrazo limpio y estructuras oníricas con vocal femenina que contrapuntea los lances inesperados de “ruidismo”, como si en el contraste se encontrara la belleza. Su primer largo, Brilliant Noise (2013), fue suerte de principiantes según han declarado ellos mismos, aunque en realidad ya mostraban cohesión y enfoque, si bien no gran originalidad, como sí se empieza a atisbar en Almost Reach the Sun (2015), apuntando alto como si se viera directo al cielo.

El quinteto conocido como Holy Wave, en tanto, cuya simiente se formó en El Paso y se concretó en Austin, Texas, apuesta por crear atmósferas envolventes entre reverberaciones salpicadas de psicodelia y pop divergente, como se aprecia desde Evil Hits (2012), su álbum inicial. Siguieron generando y evolucionando su propuesta de manera incremental con Relax (2014), como poniéndole nombre al efecto de sus canciones, y con Freaks of Nurture (2016), su obra más lograda al momento.

Y cortesía de la casa, Lorelle Meets the Obsolote es un dueto formado por los jaliscienses Alberto González y Lorena Quintanilla, compañeros en la banda Soho y que decidieron seguir adelante con sus planteamientos sonoros en los que gustan de viajar a formas etéreas para adicionar vocales escapistas y guitarras copiosas al estilo shoegaze, plasmados desde On Welfare (2011) su primera entrega. Con el apoyo también de Cooper Crain, presentaron un sencillo y se lanzaron a la Ciudad de México para grabar el siempre complicado segundo álbum que recibió el nombre de Corruptible Faces (2013), muy a tono con los tiempos que corren en nuestro país.

Bien cobijados gracias a su convicción y su creciente talento, consiguieron que Sonic Boom (Spacemen 3) les ayudara con Chambers (2014), su siguiente y más sólida producción hasta ese momento, ya establecidos en Ensenada, simbólicamente en la frontera del reconocimiento más allá de los circuitos locales. Una gira con banda de soporte que generó un vinil de una presentación en Londres, antecedió el trabajo en estudio que dio como jugoso fruto Balance (2016), integrado por diez cortes que buscan el estado descrito en el título, entre la implosión y la evasión.

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