Arrancan los partidos decisivos del fútbol americano profesional, después de una temporada que por primera vez incluyó 18 jornadas y 17 partidos por equipo. Aquí, los primeros tres partidos de la ronda inicial, ya definiendo sendos conjuntos que continúan con vida. Solo uno resultó equilibrado, mientras que los otros dos se definieron prácticamente desde la primera mitad.

El tigre despierta

Los Bengalíes de Cincinnati y los Raiders de Las Vegas se enfrentaron en la Jaula. Arranque equilibrado con buena ofensiva de la visita que terminó en gol de campo y sólida respuesta de los de casa para llegar a la zona de anotación. Vinieron algunos errores de los de blanco, como un balón suelto que le dio tres puntos al rival y pequeños detalles como salidas en falso, dejando el marcador 10-3 en el primer periodo. La defensa Raider se doblaba pero no se rompía, como decían los clásicos. Para el segundo cuarto, otro gol de campo por equipo y los anfitriones ampliaron la ventaja con gran pase de Burrow a Boyd en los límites del campo; regresaron al final los de Nevada con fugaz avance sobre la hora para acercarse gracias a preciso pase de Carr a Jones y dejar el tablero 20-13.

Al inicio de la segunda mitad otros tres puntos para los de Ohio y ya en el cuarto lapso, los Raiders consiguieron un par de goles de campo, Bengalíes uno más, y la diferencia era de siete con una oportunidad más para los visitantes: lograron llegar a la yarda diez pero una intercepción ya con el segundero por agotarse, determinó el triunfo tigre en parejo encuentro con todo y angustioso cierre. Las Vegas pierde con la cara al cielo nublado y, después de 31 años, los Bengalíes logran un triunfo en estas instancias. Claro que había que festejarse como lo hicieron los rugientes seguidores.

Embestida al patriota

En duelo de compañeros de división, los Bills de Búfalo y los Patriotas de Nueva Inglaterra se vieron las caras tras un triunfo por bando en temporada regular: ahora no funcionó la estrategia de correr permanente el balón para los de Foxboro y Josh Allen lideró una ofensiva imparable, literalmente, que nunca pudo ser controlada por la defensa de la visita. Desde su primer ataque, los del estado de Nueva York se mostraron imponentes al llegar a la zona de anotación, mientras que los de Massachusetts sufrían una intercepción, por supuesto capitalizada por sus eternos rivales. Las cuatro posesiones de la primera mitad terminaron en la zona final para los de casa, mientras que para la visita, solo hubo un triste gol de campo: 27-3 al final del segundo cuarto, por la falla de un punto extra, quizá el único error de los de azul.

Para la segunda mitad, otra intercepción que terminó en seis puntos para los Bills –fallando de nuevo el extra- con respuesta patriota para acercarse (es un decir) 33-10, porque todavía Búfalo anotó otros dos touchdowns recibiendo uno en respuesta, cerrando el score en 47-17: Nueva Inglaterra se lleva su derrota más amplia del siglo, desde que Belichick tomó el mando, con varias tareas para la siguiente campaña; en tanto, los anfitriones levantan la mano como claros contendientes para aspirar a seguir adelante rumbo al Súper Tazón, considerando también el desempeño de su defensiva. La venganza es un triunfo que se sirve frío, pero solo por razones climáticas.

El bucanero domestica al águila

Las Águilas de Filadelfia llegaron al campo de los Bucaneros de Tampa Bay después de un vuelo sostenido en la segunda parte de la temporada. Por su parte, los anfitriones habían dado muestras de vulnerabilidad que los hizo perder el liderato de la Conferencia. Pero en el primer cuarto fue amplio el dominio de los de la calavera, comandados por Brady y reflejado con un par de anotaciones terrestres, en tanto los de verde no atinaban ni a mover la pelota ni a detener al contrincante. El segundo cuarto inició igual: los de Florida en plan controlador, sumando otros tres puntos, y los de Pensilvania logrando apenas una tímida incursión en el campo rival, detenida por castigos rigurosos o fallas en la conexión aérea, aunque al menos deteniendo el avance bucanero. Como corolario, un pase interceptado al joven mariscal águila.

La primera ofensiva de la segunda mitad era importante para las aspiraciones de Filadelfia, pero la dejaron escapar. Tampa respondió de manera más conservadora, aunque aceptando el regalito del balón suelto en la patada de despeje y dejando el marcador 24-0, tras la conocida conexión Brady-Gronkowski, vuelto a modificar por otra anotación más de los de Florida tras una intercepción, justo antes de terminar el tercer cuarto. En el último periodo, las Águilas rompieron el cero y anotaron un par de veces para dejar el score 31-15 y un cierto decoro tras despedirse después de una buena campaña con su debutante entrenador en jefe. Los Bucaneros confirman que están puestos para la batalla por refrendar el título que aún navega por sus experimentados mares.