Rusia 2018, día trece: una angustia entre el trámite

"...La aridez se mantuvo a lo largo de todo el duelo, convertido en uno de ésos en los que la tribuna se ve obligada a organizar su propia fiesta ante el vacío de emociones en el campo de juego"

Rusia 2018, día trece: una angustia entre el trámite

 


Mientras que uno de los grupos se definió sin mayores sobresaltos, en el otro se prolongó la agonía hasta los minutos finales para determinar a uno de los clasificados. También la tercera jornada fue aprovechada por algunos equipos para despedirse de la manera más digna posible y celebrar al fútbol con su esfuerzo.

Grupo c

El equipo peruano por fin pudo plasmar en el resultado el aceptable desempeño que mostró a lo largo de toda la justa; ante unos batalladores australianos, se despidieron con un triunfo que estuvieron buscando en sus partidos, a partir de un fútbol creativo y ofensivo, sin importar el rival que se tratara. Los oceánicos todavía tenían alguna oportunidad para aspirar a trascender en el certamen si se combinaba un triunfo propio con una derrota de Dinamarca, por lo que apostaron por la posesión de pelota para desde ahí poder hilvanar algunos ataques que los colocaran en posición de anotar.

Pero fueron los sudamericanos quienes consiguieron el gol antes del minuto veinte vía lucidora volea de Carrillo, aprovechando un servicio de Guerrero, convertido en el hombre clave del juego. La segunda parte inició con la misma intención australiana, tras producir un par de oportunidades para alcanzar el empate durante los primeros cuarenta y cinco minutos, pero el mismo Guerrero concretó de media vuelta una asistencia de Cueva para poner el segundo cuando apenas transcurrían cinco minutos del complemento. El resto del partido vio cómo el arquero del Veracruz Gallese y los delanteros de amarillo se combinaban para que no cambiara el marcador. Los incas ahora no tuvieron mayor posesión pero sí más goles

Por su parte, franceses y daneses nos entregaron el primer empate sin goles del certamen en un partido donde los galos cambiaron a varios titulares y ambos equipos se neutralizaron sin mayores consecuencias. Ya conocidos rivales en los mundiales, a ambos equipos les pareció suficiente buscar el empate, sin la menor intención de riesgo y sin considerar, sobre todo de parte de los daneses, que el segundo puesto los llevaba directamente a enfrentarse con Croacia, una de las selecciones más fuertes del certamen, incluso por encima de Argentina y de Nigeria, posibles rivales para el líder de este grupo.

Francia sigue jugando sin detonar el potencial que tiene en sus filas, ahora tampoco explotado con jugadores de refresco que podrían haberse manifestado con mayor intensidad para encontrar un lugar en el cuadro titular: tuvieron la pelota pero no sabían o querían hacer nada con ella. Por su parte, los daneses se dedicaron a asegurar el segundo puesto con una defensa ordenada que cumple con el papel asignado, esperando que Eriksen se inspirara y pudiera orquestar alguna oportunidad al frente. No sucedió. La aridez se mantuvo a lo largo de todo el duelo, convertido en uno de ésos en los que la tribuna se ve obligada a organizar su propia fiesta ante el vacío de emociones en el campo de juego.

Grupo d

Islandia terminó su primera participación en copas del mundo de forma festiva y comprometida, a pesar de llevarse la derrota frente a unos croatas que se presentan como uno de los rivales a vencer en la siguiente fase. En la primera parte los vikingos se animaron a ir al frente sin complejo alguno y generaron una buena cuota de peligro, impulsados por esos aplausos que van acelerando el ritmo paulatinamente, como si fueran construyendo una jugada de fortaleza inquebrantable en el terreno de juego. Croacia se mostraba como esos equipos experimentados que a pesar de saberse rebasados conservan la calma, sabedores de su potencial a pesar de no contar con todos los titulares.

En la segunda parte, muy pronto Badelj anotó el primero para los europeos del este y calmar, al menos durante algunos minutos, el ímpetu de los isleños que se resistían a dejar ir la oportunidad del pase a octavos. Y lograron emparejar merecidamente el marcador por medio de un penal bien ejecutado por Sigurdsson, levantando la algarabía en la tribuna que reconocía el gran esfuerzo de los suyos que, a pesar de dar la batalla hasta el final, no consiguieron el objetivo e incluso hacia el final del partido recibieron un segundo gol en contra perpetrado por Perisic, una de las armas fuertes de Croacia. Buena participación de Islandia que ahora tendrá el reto de mantener este nivel futbolístico más allá de la lógica generacional.

La angustia se paseó por el estadio Krestovski, en donde argentinos y nigerianos se disputaban la segunda plaza del grupo. Con discutible alineación, estructura y forma de juego que, de acuerdo con Jorge Valdano se aleja de las ideas de Menotti, ese parteaguas de la selección de su país (como de la nuestra) detonado a partir de 1978 (y de la nuestra en 1991), los sudamericanos buscaban resarcir el pobre desempeño mostrado al momento: al menos de inicio se manifestaron con mayor convicción y entrega, ante un conjunto africano más bien esperando a sabiendas de que el empate les daba el pase. Más asentados los argentinos aunque todavía padeciendo en defensa en el amanecer del partido.

Y fue a través de Messi, más participativo dentro y fuera de la cancha, que se fueron arriba en el marcador con preciso y kilométrico servicio de Banega y control de altísimo nivel por parte del estelar pampero. Dos o tres llegadas más por parte de los argentinos, incluyendo un disparo al poste, parecían señalar una tendencia favorable, a pesar de no haberse concretado para aumentar la ventaja. Nigeria ofreció poco en la primera parte, pero apenas iniciada la segunda, aprovechó un penal provocado innecesariamente por Mascherano para igualar el marcador vía Moses y ubicarse provisionalmente en la fase subsiguiente. Y empezó el drama: avisos por parte de los nigerianos e intentos sin mucho brillo de los argentinos, hasta que aparecieron dos defensores –Mercado en el servicio y Rojo en la definición- para culminar una jugada llena de talento y dar el pase a la albiceleste cerca del final.

 

 

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