viernes. 19.04.2024
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Semifinal apertura y final femenil: los momentos definitorios

"Monterrey, el equipo protagonista en ambos certámenes..."

 

Semifinal apertura y final femenil: los momentos definitorios

Continuamos con el recorrido por los partidos definitorios de nuestro fútbol, ahora incorporando un comentario sobre la final del torneo de las mujeres y ambas semifinales que definieron a los finalistas. El Monterrey figura como el equipo protagonista en ambos certámenes

Final neoleonesa

Rayadas y Tigresas se enfrentaron por tercera ocasión (las dos anteriores fueron triunfos del conjunto de la UANL) para definir al cuadro campeón del certamen femenil, todavía en busca de consolidarse tras cinco ediciones y necesitado de más apoyos además de los alcanzados al momento (algunas televisoras y patrocinadores), sobre todo por parte de los propios equipos, entre los que se observan diferencias abismales en relación con las plantillas masculinas, particularmente en cuanto a los sueldos y premios otorgados de acuerdo con los triunfos obtenidos. El Monterrey dominó la liga implantando récord de puntos y llegó a la instancia definitiva como favorito: parecía que las jóvenes rayadas tenían la oportunidad de sacudirse la subcampeonitis.

En el primer partido, de disfrutable intensidad y notable entrega de las jugadoras ante un lleno en el Universitario, Cruz abrió rápidamente el marcador para las locales y Mejía emparejó en los inicios del segundo tiempo a través de un remate de cabeza. Algunas oportunidades perdidas sellaron el empate que en principio favorecía a las Rayadas, quienes en el segundo juego se decidieron a coronarse por primera vez en su historia y actuaron en consecuencia. Pasada la media hora, Diana Evangelista convirtió el tanto clave con buen disparo cruzado. La primera amonestada del partido fue hasta el ’79 y después las locales resistieron los embates de la visita que cerca estuvo de emparejar. Al final el Monterrey se coronó por primera vez en su historia, si bien las noticias posteriores sobre los premios otorgados resultaron decepcionantes.

Rayados sobre rayos

En su casa, el Monterrey salió con furia a buscar el partido y obligar a que se desarrollara en la puerta de enfrente: el vendaval rebasó al Necaxa que no atinaba a sacar la pelota de su cancha, sin poder tener posesión ni armado hacia delante. La presión del cuadro local agobió durante prácticamente toda la primer a mitad a la visita que en cierto sentido no salió tan afectada, dado que a pesar de todas las oportunidades de gol, los Rayados solo concretaron una por conducto de Gallardo al ‘10. Para la segunda parte, los Rayos intentaron adelantar un poco sus líneas, aunque el dominio siguió siendo regio, ya no tan agobiante; en una descolgada y sin buscarlo demasiado, los de Aguascalientes consiguieron el empate por conducto de Quiroga y, lo más importante, el gol como visitantes, pero nuevamente los norteños se lanzaron con todo y consiguieron el segundo para su causa vía los riñones de Janssen, dejando abierta la eliminatoria para el siguiente partido.

Para el encuentro de vuelta, los Rayos salieron como debieron haberlo hecho en el primer juego, si bien mostraban más voluntad que eficacia; los Rayados, más cautos, esperaban la oportunidad en algún contragolpe. Ambos equipos se neutralizaron en la primera parte y las llegadas escasearon ante un escenario de lucha por el territorio y la posesión. Para el segundo tiempo, se esperaba una mayor cuota de riesgo por parte de los anfitriones, pero en general sus embates carecían de imaginación y terminaban en centros al área, uno de los cuales fue bien rematado y se quedó en el poste. Ya con el partido totalmente alargado y el local buscando el gol del pase, los visitantes sellaron hacia el final la eliminatoria con remate del mellizo Funes Mori. Cierto es que el Necaxa llegó más lejos de lo esperado en el torneo, en tanto el octavo clasificado sigue vivo rumbo a la final.

El águila alcanza a la mariposa

Aprovechando su condición de local, el Morelia saltó al campo en busca de conseguir una pronta ventaja y antes de los 15 minutos ya había generado un par de llegadas que avisaban lo que parecía inevitable: en jugada veloz, Aristeguieta concretó un servicio de Mendoza para mandar adelante a los locales con plena justicia. Cuando el América se empezaba a encontrar en el campo, Sánchez tuvo a bien cometer dos faltas casi seguidas para salir expulsado al ’35, dejando la mesa puesta para el festín local, llamado a aprovechar al máximo la circunstancia de superioridad. Fue hasta la segunda parte cuando Rocha anotó el segundo, producto de un bien llevado contragolpe; el asunto se antojaba para más, pero la visita se organizó bien y Vargas vio la roja a poco más de diez del final, dejando en igualdad numérica a su equipo y con una sensación de desperdicio.

Se veía venir. Monarcas tendría que salir con todo a buscar un gol en el Azteca, en lugar de cuidar su engañosa ventaja. Lo intentó en un inicio pero no con la suficiente enjundia y continuidad: generó cierto peligro pero conforme pasaban los minutos parecía ir cambiando su actitud y disposición táctica. El anfitrión reaccionó y hacia el final del primer tiempo resolvió la eliminatoria con goles de Ibarra, aprovechando la pérdida de un balón de sus rivales, y el uruguayo Viñas conectando de cabeza. La segunda parte fue dominada por los locales hasta que llegó un gol a favor de Monarcas que fue anulado por el VAR, devolviendo la respiración al respetable y a las Águilas en el campo, quienes también perdieron un tanto después de una revisión en cabina, pero la suerte estaba echada y los de Michoacán desperdiciaron la ventaja obtenida en casa. Se veía venir y así fue.