sábado. 20.04.2024
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En boca de todos • Más números • Los políticos •

En boca de todos • Más números • Los políticos •

En boca de todos

La semana arrancó como terminó la anterior, con la inseguridad en la ciudad de León como tema central de la discusión pública. Todo mundo opinó, pero como para llevar agua a su molino. Nada más.

Para empezar, la alcaldesa, Bárbara Botello y su jefe de Policía, Javier Aguilera, salieron a decir exactamente lo que aquí les pedíamos ayer, de la manera más encarecida, que no dijeran . . .

Insistió la presidenta municipal, en que la inseguridad que hay en León es una herencia de la administración pasada, fruto de la falta de coordinación entre las corporaciones de los diferentes niveles de gobierno.

Bárbara, machacó en que hoy se padece lo que dejó de hacer la administración del alcalde panista, Ricardo Sheffield Padilla, en las materias que tienen que ver con el desarrollo social y la depuración de la Policía Municipal: a ella, se queja la alcaldesa, le dejaron 500 gendarmes reprobados, pero sin liquidar.

Acto seguido, dio el consabido espaldarazo a la labor del secretario de Seguridad Pública, el general Miguel Pizarro Arzate y a su director de Policía, Francisco Aguilera Candelas, que quién sabe en qué andarán tan ocupados, porque cuidando la ciudad, no.

Con semejante aval, el director de los preventivos, Francisco Aguilera, aportó la tercera de las expresiones vaticinadas: “no se puede tener un policía en cada esquina”.

Entonces, como si fuera guión: la inseguridad, es una herencia; los jefes policiacos, tienen todo el respaldo; y no hay un policía para cada ciudadano . . .

La alcaldesa, Bárbara Botello y su equipo, tienen todo el derecho del mundo a confeccionar sus mensajes y decidir los modos para su difusión, suponemos que los guían los estudios de opinión pública, pero a estas alturas -porque el asunto va por su tercera semana-, una vueltecita por las redes sociales les confirmaría que el discurso, se agotó; que nadie mete las manos al fuego por el general y el abogado; y que la estrategia policial de los señores -en el entendido que hay alguna-, simplemente no funciona. En fin.

Más números

El jefe de la Policía, ayer mismo daba cuenta del homicidio a una mujer, que se cometió durante la mañana, en su propio domicilio de la colonia Presidentes de México; otra más, a golpes en La Sandía; y del hombre que encontraron muerto a tiros en la colonia Santa Julia.

Ah, pero Aguilera necea en que los índices delictivos “son proporcionales” a los de años anteriores, y fue entonces que dijo: “No tengo la capacidad para tener un policía en cada esquina, un policía en cada establecimiento, un policía en cada periferia, no cuento con la infraestructura para tener un policía en cada esquina”. Si colegimos que ese sería su ideal, ya nos van quedando más claros los porqués.

Lo siguiente que dijo, es más una confesión que una declaración a la prensa: “En cuanto nosotros tenemos el llamado, acudimos en cuestión de minutos, hay patrullas que pueden estar cerca y tardan uno, dos minutos en arribar, pero en tres minutos ya en dónde van los inculpados; ellos también están estudiando la forma en cómo cometer el ilícito”. Suficiente.

Antes, ya había declarado sobre la crisis de seguridad en León, el secretario de Seguridad Pública del estado, Álvar Cabeza de Vaca. Calificó de “incremento inédito” el del índice delictivo en el municipio, y dijo algo muy simple: la ciudad requiere de una Policía más eficiente para capturar a los criminales, en flagrancia. Ya lo anotábamos ayer, la impunidad multiplica la comisión de los delitos.

El discurso de Álvar, es diametralmente opuesto al de Aguilera Candelas, quien defiende que han logrado capturar a unos 15 delincuentes, así, en flagrancia y que los índices “son proporcionales”.

En entrevista con los reporteros, el secretario de seguridad estatal confirmó su compromiso de que la tecnología del Proyecto Escudo, quede instalada completamente en diciembre, con dos meses a prueba.

Los políticos

La seguridad en León, por supuesto fue materia en la conferencia de prensa semanal, de los panistas. De ella se ocuparon el dirigente local, Alfredo Ling, y el senador Fernando Torres Graciano.

Fernando acusó de plano que el gobierno municipal, que encabeza la priista Bárbara Botello, no tiene una estrategia firme para hacer frente a la delincuencia  y a la inseguridad, y luego se divirtió con la figura del: “cambio intranquilo”.

Ling, por su parte, urge a la conformación del Consejo Ciudadano de Seguridad pero, de buen humor, aseguró que prefiere ya no hacer propuestas al gobierno municipal, hasta que atiendan alguna de las anteriores.

La mesura política, estuvo, sin embargo, a cargo del gobernador Miguel Márquez y su invitación a sumar y multiplicar, no a dividir o restar. Por ahora, los índices delictivos en aumento, en León, no impactan para que Guanajuato deje de ser uno de los cinco estados más seguros del país.

Reconoce el gobernador Márquez que este ha sido un año complicado en cuanto a la seguridad, y de ahí la necesidad de mejorar la coordinación entre las áreas y los niveles de gobierno.

La entidad se mantiene por debajo de la media nacional, pese a que los homicidios dolosos se hayan incrementado en el municipio más grande: comparado con otros estados, Guanajuato sigue con los índices más bajos, valora el Gobernador.

Más allá del simple usufructo político del tema -inevitable, claro-, acá en León la oposición insistiría en que no se conocen medidas concretas para frenar la inercia delictiva y en eso, ni modo, habría que coincidir.

La Jaula

Es sabido que cada vez difieren más las versiones sobre hechos violentos en el país, que difunden los gobiernos a través de los canales tradicionales, y lo que dicen los ciudadanos vía las redes sociales. Ayer, tuvo que salir con un desmentido, el gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes.

En las redes se habló de tres días consecutivos de enfrentamientos en distintos puntos carreteros de esa entidad, con más de cuarenta muertos; en la versión del gobernador, se registró uno solo, con dos bajas y se quejó del daño que esas informaciones hacen a la imagen de Zacatecas.

Lo que sí es cierto, es que decenas de soldados y policías federales, estatales y ministeriales resguardan los principales accesos y salidas de la zona urbana Zacatecas-Guadalupe. Por algo será.

Comentarios y quejas: [email protected] y @FPacomares