Michoacán • Priistas

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Michoacán

Mientras acá, con toda la sobriedad de twitter, el gobierno del estado de Guanajuato informa de la detención de “varias personas” involucradas en “diversas ejecuciones”, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto convoca a su gabinete de seguridad, para atender con seriedad la crisis en el estado vecino de Michoacán, que lleva ya al menos tres días de violencia sostenida.

El lunes, en Los Reyes, manifestantes que protestaban frente a la casa municipal en contra de un cártel del narcotráfico, fueron atacados a tiros. Murieron ocho personas y cuatro más quedaron heridas.

Al día siguiente se orquestaron seis ataques a la Policía Federal en diferentes lugares del estado. Hubo 22 muertos, veinte de ellos delincuentes y dos agentes federales.

Y ayer por la mañana, un grupo de la Policía Federal fue emboscado en el municipio de Coahuayana, en la costa, con un saldo preliminar de siete efectivos heridos.

Antes de la reunión del gabinete de Seguridad, programada para la tarde, se habían reunido el secretario de la Defensa Nacional, Sedena, general Salvador Cienfuegos, el procurador General de la República, PGR, Jesús Murillo Karam, y el comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, con la responsable de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América, Janet Napolitano.

Fue en Michoacán, donde Enrique Peña Nieto puso en marcha su estrategia nacional de seguridad, igual que lo hizo su antecesor, Felipe Calderón, oriundo además de esa entidad.

Por ahora, el embate del crimen organizado, desluce la captura del líder del cártel de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40”, acción que aún festejaban el Gobierno federal y los sectores influyentes del país.

Es oportuno señalar que Michoacán vive un vacío de poder de facto, por las solicitudes de licencia de su gobernador Fausto Vallejo, aquejado de problemas de salud, circunstancia que tiene como gobernador interino a Jesús Reyna García.

La situación en Michoacán es tal, que el Gobierno federal ha enviado en las semanas recientes al menos seis mil soldados y centenares de agentes a reforzar la seguridad.

Para Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación, los ataques son una respuesta “al avance del Gobierno en Michoacán”.

De los estados vecinos, el gobernador de Querétaro, José Calzada Rovirosa, se lo toma con seriedad y dice que derivado de la violencia en Michoacán, esta misma semana ordenó incrementar la seguridad en la división entre ambas entidades.

Como para ilustrar las dimensiones de la coyuntura que vive el estado de Michoacán, los coordinadores de las fracciones del PRI, del PAN y el PRD en el Senado de la República lamentaron la violencia y llamaron a evaluar la situación.

El presidente de la Junta de Coordinación Política  en el Senado, el priista Emilio Gamboa Patrón, se congratuló por la convocatoria al Gabinete de Seguridad y afirmó que “no debe volver a pasar lo que sucedió en Michoacán el día de ayer”.

El coordinador de los senadores del PAN, Jorge Luis Preciado Rodríguez, pidió al Gobierno federal que meta la mano dura en Michoacán, que garantice la seguridad a las personas y sobre todo que la gente siga produciendo.

Y el coordinador de los senadores del PRD, Luis Miguel Barbosa, advirtió que lo que sucede en Michoacán es muy preocupante, porque las bandas criminales “han rebasado la capacidad de orden público de los tres niveles de Gobierno”.

En Michoacán, al otro lado de la acera de varios municipios guanajuatenses, se viven condiciones cuya vecindad merecería una estrategia de más de 140 caracteres. Pero, no.

Priistas

Dicen que en la vida hay cosas que no cambian, entre ellas están, sin duda, los modos priistas.

En la parte formal, los priistas todos están a la espera de conocer los términos de la convocatoria del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, para elegir al nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor en el estado de Guanajuato.

En la parte priista, los dirigentes, el delegado Pablo Moreno y el jefe estatal interino, Rubén Guerrero, se apresuran a entrevistarse con los suspirantes . . .  y, éstos, a venderles espejitos, a ver qué alcanzan.

Los susodichos aclaran que los encuentros con “los tiradores” no son para bajar los ánimos de ninguno de ellos, ¡cómo creen! sino para buscar consensos que los lleven a un candidato de unidad -tal y como seguramente, será-. Que para que no haya sospechas, también se reúnen con dirigentes y presidentes municipales.

En el ínter, todo mundo se mueve a como Dios le da a entender. Pongamos por caso al regidor priista en el Ayuntamiento de León, Aurelio “El Chachis” Martínez.

Como carta de presentación, Aurelio presume contar con el respaldo de su jefa, la presidenta municipal de León, Bárbara Botello Santibáñez -y, bueno-, nadie puede culparlo por intentar vender la especie.

El caso es que hay demasiada materia publicada, como para que alguien se la compre. Con todas las explicaciones del caso, con razón o sin ella, congruente o no, Aurelio Martínez se ha significado por torpedear en no pocas ocasiones las decisiones y las acciones del equipo corto de Bárbara Botello.

Una rapidísima ojeada a la hemeroteca despejaría las dudas de cualquier incrédulo: la pista de hielo, la renta de los coches, la intentona del enroque de PRI por Mercados. Ojo, ni siquiera se trata de poner en entredicho la labor de Aurelio Martínez como regidor, es un simple: Quid pro quo.

Si es el caso, huérfano del apoyo de la alcaldesa Bárbara Botello, el horizonte para “El Chachis” Martínez es por demás incierto, porque sería descobijado por partida doble, si Miguel Ángel Chico -como todo mundo confirma- mantiene su trabajo político en mancuerna con Botello Santibáñez.

En realidad todo es un juego priista, ellos saben y nosotros sabemos, que la unción se decidirá en la ciudad de México, por lo que el otro agobio de los soñadores es encontrar alguien que les autorice la mención de su apoyo y tenga una oficinita en el Distrito Federal. ¡Ah, claro!, todos dicen también que tienen amarres fuertes en el CEN.

En ese espectro, pues . . .  felicidades al regidor leonés Aurelio “El Chachis” Martínez por su ímpetu de participación; pero, la verdad, suerte para la próxima. En ésta, no.

La Jaula

Mientras los políticos de intereses variopintos, hablan en su nombre, los policías rompen filas.

Están los que continúan en la brega con la hoja de servicios en orden. Luego, los que siguen en servicio pese a ser reprobados y por tanto sin que les soporte un expediente que los confirme aptos. Quedan los que fueron declarados no aptos y aguardan a que alguien les pague para irse a su casa. Y los hay quienes fueron gendarmes y simplemente, ya no lo son.

Es de lo más deprimente la imagen de la abogada de los policías en manifestación, al librar la valla de los antimotines. ¿Todo eso es necesario?

Comentarios y quejas: [email protected] y @FPacomares