Tanda de informes • El cuco a Cuco

Tanda de informes • El cuco a Cuco

Tanda de informes

Con el de Jerécuaro a las diez de la mañana y el de Acámbaro a la una de la tarde, inició ayer la ronda de los primeros informes de gobierno de los 46 presidentes municipales del estado de Guanajuato, en funciones.

El gobernador Miguel Márquez anunció que asistirá a 25 de ellos. Los dos primeros aparecieron en su agenda.

Si bien los alcaldes tienen la obligación legal de informar el estado que guarda la administración pública a su cargo, la asistencia del gobernador es mero protocolo y depende de su programa general de actividades, de la lectura política de ocasión y, no pocas veces, de filias o fobias elementales.

Los informantes obligados, todos, municipales, estatales o federales, envuelven metódicamente en oropel sus obras y acciones, para que nos quede claro que son lo mejor que nos pudo haber ocurrido.

Los gobernadores, como invitados, no en ese momento: los hay quienes llegan cargados de anuncios de buenaventura; los que sólo cumplen con la jornada de elogios; y los que aprovechan para subrayar su status en el olimpo oficial.

Será de lo más interesante conocer en qué categoría se inscriben en ésta, su primera vez, el gobernador Márquez y, al menos, los 25 munícipes afortunados.

Respecto a la marcha de la administración, las condiciones de vida en los municipios, el estilo personal de gobernar, las relaciones con el estado y hasta en la manera de abordar el ceremonial, hay de todo.

Los primeros, Jerécuaro y Acámbaro, al sur del estado, colindan con Michoacán y sería ingenuo o, de plano irresponsable, no priorizar la información de las condiciones de inseguridad que privan y las acciones correspondientes. El de Jerécuaro se rinde en la presidencia municipal y el de Acámbaro en un salón de fiestas.

Del noreste de Guanajuato –Tierra Blanca, Santa Catarina, Xichú, Atarjea, etc- escucharemos los tradicionales reclamos de los municipios por el abandono y la falta de recursos, contra el proverbial recuento de inversiones y obras de la autoridad estatal.

En el corredor industrial aparecen palomeados en la agenda del gobernador Márquez, el gobierno de León, de la alcaldesa priista, Bárbara Botello y la administración municipal de Irapuato, que preside el panista Sixto Zetina.

La alcaldesa Bárbara Botello puso a todo mundo a cuchichear con el anuncio –que aquí le adelantamos- de realizar suprimer informe de gobierno en Las Joyas, una de las tantas zonas de pobreza en León desde las que se catapultó la expulsión del Partido Acción Nacional del gobierno de la ciudad, después de casi 25 años que anidaron ahí.

La opción de Bárbara buscaría restregar a sus opositores políticos un discurso del desarrollo social en favor de los menos favorecidos, precisamente a quienes éstos habrían desdeñado en su largo ejercicio de gobierno.

Márquez, entonces, iría a reconocer el trabajo de la priista en Las Joyas, donde su propio gobierno apuesta también en términos políticos.

Seguro, el gobernador asistirá a los informes del corredor turístico que integran los municipios de Guanajuato, Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende.

Y Márquez irá también a Irapuato, el patio que (des) gobierna su compañero de partido Sixto Zetina, peleado con tirios y troyanos.

Previo a la ronda de Informes, el gobernador Miguel Márquez y su secretario de Gobierno, Antonio García, coincidieron en una declaración, digamos, curiosa: que los presidentes municipales rindan un informe claro y objetivo, que no se ocupe de las actividades en proceso, y menos de las que heredaron de otras administraciones.

Curiosa, primero porque saben de antemano que nadie les hará caso y, segundo, porque no tienen facultades para que el exhorto no sea más que una sugerencia de buen gusto. Agregue usted la falta de dinero –mal endémico de los gobiernos municipales y, en el primer año, apremiante-, como para suponer que desde el arranque, avanzarían a zancadas en sus proyectos.

Más grave aún sería la visión cortoplacista que subyace en esa declaración.

Los periodos de gobierno de los alcaldes, los gobernadores o los presidentes de la República, son sólo eso: periodos de gobierno de una tarea institucional que no se agota en tres o seis años, y de cuyo status se obligan a informar los gobernantes en turno, sin importar quién la haya comenzado o la vaya a terminar.

Los ciudadanos ya han pagado muy caro esas veleidades políticas que se resumían en aquel: “después (o antes) de mí, el diluvio…”.

Dice el gobernador que espera prevalezcan la gobernabilidad, la paz y la integración de los ayuntamientos, y den a conocer (sólo) los programas, las acciones y las obras que han realizado en su primer año”; García hasta presume que les dieron “una breve guía” a los alcaldes para preparar sus informes...

Ya sabremos para cuánto alcanzó la intentona.

El cuco a Cuco

Hoy será oficial la inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo público, hasta por 18 meses, que se aplicará al exdirector de Medio Ambiente de León, el panista Refugio “Cuco” Camarillo, que sugirió la Contraloría municipal a cargo de su compañero de partido, Alberto Padilla.

Al funcionario en el gabinete del exalcalde Ricardo Sheffield se le acusa de autorizar -vaya usted a saber en qué tipo de acuerdo- la poda y trasplante de 150 árboles en el camino a La Patiña.

“Cuco” Camarillo, operador político, saltó a la fama como el orquestador de aquella operación “Sombrero Verde” -no, ésos se convirtieron en Maná- “Sombrero Rodante”, fue la operación de afiliación masiva de campesinos al PAN, que encabezó Camarillo, y que fue definitiva en la derrota de Eliseo Martínez frente a Juan Carlos Romero, en la búsqueda de la candidatura panista a Gobernador de Guanajuato 2000–2006.

Camarillo Salas igual habría llegado a la administración municipal de Ricardo Sheffield, no para ocuparse de los arbolitos, sino para cuadrar la precampaña de la entonces secretaria del Ayuntamiento, Mayra Enríquez Vanderkam, quien disputaba y perdería la elección interna frente al empresario Miguel Salim.

A salvo su derecho a una impugnación legal, hoy se formalizaría la inhabilitación a “Cuco”, quien ha argumentado que su firma fue falsificada, especie que por supuesto nadie le “compró” en esta administración.

A la poda de los mezquites se agregan un par de culpas más a Camarillo, que todavía están en veremos.

Ya habíamos escrito que de cualquier manera “Cuco” no tenía ninguna posibilidad de empleo en el gobierno de su compañero panista, Miguel Márquez, y menos en el de su adversaria partidista, Bárbara Botello.

Bueno, pues ahora hasta con papel de por medio. Qué feo se llevan.

La Jaula

Como en la sentencia bíblica: “El que tenga ojos que vea, el que tenga oído que escuche…”.

Un encuentro casual entre la presidenta municipal priista de León, Bárbara Botello y su adversario panista en la contienda electoral pasada, Miguel Ángel Salim, prueba que pese a la insistencia de algunos en los gritos y los sombrerazos, la urbanidad política es posible.

Salim, circulaba en su camioneta sobre López Mateos, justo cuando la Alcaldesa daba el banderazo a obras de remodelación. Aquel detuvo su vehículo para saludar, y expresar que: “es un gusto ver que la alcaldesa esté trabajando y mantenga contacto con la ciudadanía”.

Bárbara no tuvo empacho en asegurar que mantiene una buena relación con su adversario en la elección y que reconoce su caballerosidad. Es de recordar que a unas horas de concluida la jornada electoral, Miguel Salim salió a reconocer su derrota y a felicitar a la ganadora.

Bien decían los trovadores: “lo Cortés no quita lo Cabral..."

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