El exabrupto es lo de menos.

-"Ya voy a volver a mi estrategia/ De una vez se los digo, temas de seguridad ya no voy a declarar / ¿Hablo otro idioma o qué?/ Escúchenme/ Tengo una vocera/ Para eso está contratada Sophia Huett/ Si ustedes no lo pueden entender, yo les agradezco y aquí dejamos el tema/ Tengo el derecho a dar la entrevista cuando quiera a ustedes, invítenme a sus medios/ Como dijo el presidente: soy dueño de mi silencio y esclavo de mis palabras/ Hasta aquí se acabaron las entrevistas, punto” –explotó el gobernador de Guanajuato frente a periodistas que le interrogaban por los homicidios múltiples, las ejecuciones, el asesinato de mujeres e infantes.

Luego se disculpó.

- "Ustedes siempre han tenido todos mis respetos/ Siempre tendré el derecho de reservarme declarar o no, pero siempre con respeto a todos ustedes/ A veces una parte de la estrategia de comunicación es buscar que existan los voceros para no concentrar todo en el complicado tema de seguridad/ También entiendo que la gente quiere saber qué opina el gobernador de estos temas"… -prosélitos y malquerientes se volcaron al melodrama en las redes sociales

A ver.

Ciertamente, el gobernador está en su derecho de decidir la estrategia de comunicación y encuentro con medios que juzgue conveniente y considere efectiva. Eso no está discusión. Desde el inicio de su gestión, Diego Rodríguez intentó deshacerse de las entrevistas ‘banqueteras’ –tan insulsas al ocuparse de seis asuntos diferentes en seis minutos, en pasajes álgidos son un encuentro desafiante para las partes- y restringirse a diálogos en exclusiva, preferentemente con directivos de medios. Como lo advertimos en su momento, no pudo. Las urgencias mediáticas lo regresaron a la realidad –y bien haría el góber en refrescar su entrenamiento en manejo de medios…

El caso es que el panismo gobernante en Guanajuato desde hace más de tres décadas, ya va para diez años –al menos desde 2012, en el que rindió protesta como gobernador Miguel Márquez- sin lograr construir un discurso coherente, creíble, autocrítico, sostenido en materia de seguridad, mientras, en cambio, la entidad se hunde en una espiral de violencia criminal.

Hasta ahora todo han sido excusas, pretextos, evasivas, voluntarismo optimista, ocultamiento y manipulación de información, asignación de culpas a terceros. Que si se matan entre ellos. Que si andaban en malos pasos. Que el gobierno federal incumple. Que si los números no reflejan la realidad. Que si otras regiones están peor. Que si… Lo cierto es que la estrategia de difusión del Gobierno del estado, en materia de seguridad, sigue extraviada en la ‘nota roja’.

Urdieron la creación de ‘vocerías’ –que son un muy buen recurso-, peeero,..

En el arranque del sexenio, el 20 de noviembre de 2018, el gobernador Diego Rodríguez presentó su ‘Estrategia de Seguridad del Gobierno del Estado 2018-2024’, y a Sophia Huett López como la vocera del área y ‘Comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia de Seguridad Ciudadana’, un puesto creado expresamente para su persona –ella leyó un bonito decálogo de acciones en seguridad, del que no supimos más.

Alguien había convencido a Diego Rodríguez de rescatarla de un desempleo anunciado en la Secretaría de Seguridad federal, a la caída del peñanietismo en las urnas que dieron el triunfo a Andrés Manuel López Obrador, en la elección presidencial. Acá topó en pared.

Deja te cuento

Sophia regresó a Guanajuato –es oriunda de los pueblos del Rincón- a las órdenes del secretario de Seguridad del estado, Alvar Cabeza de Vaca y de su par, el entonces procurador de justicia, Carlos Zamarripa Aguirre, justo cuando el dúo se divertía en la operación de su propia comunicación en twitter, donde ellos mismos violentaban los derechos de los detenidos al revelar, a su antojo, las identidades que negaban a los reporteros ‘porque así lo ordena la Ley’. La ignoraron olímpicamente. Tarea imposible pues, para las buenas intenciones, como único bagaje de Huett López.

Dos años después, el 20 de octubre de 2020, caso perdido la tarea de ‘asesorar’ a Alvar y Zamarripa, el gobernador de Guanajuato echó mano a la chistera de nuevo y designó a Sophia Huett, a cargo del ‘Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato’ –un largo membrete en cualquier tarjeta de presentación.

Más de lo mismo. Desde ahí encabeza reuniones, escribe artículos en diarios amigos y tuitea mensajes motivacionales. El desempeño de Sophia Huett ha sido más que lamentable, una vacilada. Otra vez: el-de-sem-pe-ño- Aquí no se trata de asuntos de género, sino de eficacia –valga la reiteración, por si algún genio se pone creativo-. Ahora bien, la gravedad del punto estriba en la ausencia de ideas, pero también de acciones, hechos y resultados a partir de los cuales hilvanar la narrativa pertinente.

De unos meses acá, el gobierno del estado ha vuelto a elegir la peor ruta: la de la guerra de estadísticas, su lectura amañada y las declaraciones triunfalistas de ocasión. El cuento de nunca acabar –la grandilocuencia al botepronto de cualquier cifra favorable suele irse de bruces al siguiente embate de los delincuentes, y los asesinatos en Guanajuato, en la cima o en la sima, responden más a la agenda de los criminales –saturada en Zacatecas o Quintana Roo- que a los desfiles militares en la entidad.

Es grosero machacar en que los índices van a la baja y en la disminución de los homicidios, a los deudos de la mujer ejecutada; al vecindario en el que se ha cometido una masacre; a la familia de la pareja y el bebé asesinados; a los hijos del hombre muerto como víctima colateral; a las buscadoras de los desaparecidos y a los familiares que encuentran sus restos en fosas clandestinas. Y esto es todos los días.

Carlos Zamarripa y Alvar Cabeza de Vaca llevan ahí mucho tiempo, demasiado. El primero con nuevo letrerito sobre su escritorio, el de ‘fiscal autónomo’, y el segundo con el mismo, inamovible. Por sus frutos los conocemos.

Eso fue a lo que no supo responder el gobernador, y por lo que saltó de sus casillas:

El mes del amor inauguró con 14 asesinatos: un par de masacres, en un motel en Uriangato y en una vivienda en Celaya, donde asesinaron a un matrimonio y a su hijo, los dos varones, trabajadores de la Universidad de Guanajuato.

Los homicidios de menores de edad –primer lugar nacional en 2021-, e incluso bebés, que han sido asesinados a mansalva en cualquier rincón del estado de Guanajuato –‘como castigo’.

Las cinco masacres en Silao, en menos de tres meses, de noviembre de 2021 a enero de 2022, con más de 30 muertos en total.

El buen desempeño del Procurador/ Fiscal Carlos Zamarripa Aguirre lo desmienten las Organizaciones de la Sociedad Civil, los números federales y hasta el presidente de la República; al secretario de Seguridad estatal, Alvar Cabeza de Vaca, le han concedido todo lo que ha pedido: su Nintendo, al que llamó ‘Escudo’, costó más de tres mil millones de pesos y sirvió de nada; una policía inconstitucional intrusiva en los municipios; el ‘mando único’ de las policías municipales, sobre la potestad de los ayuntamientos, inconstitucional también. Nada es suficiente. La estancia de ambos colinda con la política; todo lo demás son malabares.

En sus disculpas a la prensa en Celaya, el gobernador insistió en que 2021 registró mil homicidios dolosos menos que 2020, y en que la percepción de seguridad también es mejor. “Decirles que no están solos, vamos a seguir trabajando de manera coordinada con la policía municipal".

Mientras el propio Diego Rodríguez convocaba a la entrevista, Sophia Huett publicaba en twitter: “En este primer mes del 2022, el trabajo conjunto de autoridades estatales y federales permitió la detención de 362 personas y el aseguramiento de más de 80 armas de fuego, materia en la que Guanajuato es referente de esfuerzos permanentes contra el crimen” –Hm. Caro, si a cambio de semejantes reflejos los contribuyentes pagan 99 mil 168 pesos mensuales.

Y no, no es que Sophia sea responsable del desastre de la violencia criminal en Guanajuato, más allá de su manera simpática de comunicar. Simplemente, no hay materia. Así cualquiera se explica la mañana mala que tuvo el góber, abrumado por la realidad terca. La culpa no la tienen los reporteros, que sólo hacen su trabajo.

(A) La Jaula

El principio del fin

La General Motors en Silao tiene nuevo sindicato. El Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz, SINTTIA, se queda con el contrato colectivo de trabajo. El sindicato de la CTM se vino abajo. Los independientes obtuvieron el 76 por ciento de los votos. 4 mil 192 de un total de 5 mil 478 emitidos. Con cuatro opciones en las boletas, y una participación del 88% de los trabajadores registrados, la CTM obtuvo apenas 247 votos. Una paliza. La elección, inédita, ‘voto libre, anónimo y secreto’, atrajo la atención de los gobiernos de EEUU y Canadá, en el marco del TMEC. Sienta un precedente importantísimo en la libertad sindical, en el ingreso de los trabajadores y en el futuro de los brazos sindicales en el corporativismo político y de protección patronal. Cierra con un final feliz la primera temporada de una serie que apenas comienza: ‘El adiós a los dinosaurios’.

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