jueves. 18.04.2024
El Tiempo

ICL: Hay qué ver lo que hay

"...estos personajes apuestan a nuestro olvido, a que alguien venga a informar que ya hay ternas para el nuevo director. Esperan salir con un poco más de dinero..."

ICL: Hay qué ver lo que hay

 

Siempre hemos vivido en la miseria, y nos
comodaremos a ella por algún tiempo.

Buenaventura Durruti

Creo que somos fáciles de complacer, de cambiar de idea, de mandar todo a la fregada ante la llegada de una noticia nueva. Todo mundo se pregunta por quién será el nuevo director general del ICL. Se dan nombres, se filtran ternas, sin embargo continúan los directores actuales.

Me fui a escuchar el informe anual que entregó Luis Castrejón. Hasta para hacer estos espectáculos hay que tener un mínimo de dignidad. Por lo menos saber leer. Pero fuera de la broma a lo obvio (viniendo de un profesor llegado a director de cultura), sus grandes avances resultaron actividades realizadas por otros, él sólo llegó cuando había qué terminarlas.

La mayor mentira fue decir que entregaba un museo que en próximos días tendrá una exposición. Pero desde que se inauguró con Doña Bárbara se ha presumido un espacio reconstruido que nunca ha logrado albergar nada qué llamar museo, en ningún sentido. Lo peor del caso es ver que lo que proponen en este momento como indicios de expo trata a los policías en el lugar más común: son unos cerdos que encierran a todo ser humano. No sé si al nuevo presidente municipal, al que le dejaron el área de seguridad hecha una mierda, con niveles de violencia en puntos de absurdos (perdón, culturales), le parezca gracioso que la propuesta del Museo de Identidades Leonesas sea que su policía es una mierda con los seres humanos. Aparte de que la propuesta para una exposición en una excárcel sea la cárcel. Y todavía que se pagó, es decir, que la directora no hizo la expo, la compró a una empresa. Duró más de siete meses para pagar una muestra casposa y obvia. Claro, cobrando como directora. Eso sí, el casi exdirector actual dice que es un logro personal y que quedará para la eternidad.

También presumió el festival Raíces Somos, festival que promovió Eliazar Velázquez. El director de identidad que tuvo que salir huyendo después de que lo confrontaron con el hecho de no trabajar, cobrar y recibir dinero por llevar el MIL.

Se dijo muy poco de la FeNaL. Casi de pasada y sin que se notara en exceso. Hay qué recordar que gracias a esta feria, varios directores salieron ensuciados por los gastos innecesarios que realizaron y que debieron tomar el dinero del fondo de ahorro de los trabajadores para realizarla. También y debido a esos gastos el FIAC debió ser cancelado, pues el director de desarrollo en las artes no encontró la manera de bajar dinero de la federación, tampoco el director de comunicación, mucho menos el director general. Al parecer esa acción fue ilegal y fueron protegidos por el Consejero Presidente en funciones. lo cual me entristece bastante: hasta antes de esto, confiaba plenamente en él como un hombre íntegro, inteligente y con capacidad para el área cultural. Su defensa de estos funcionarios lo dejó muy mal parado: casi tan culpable como los actos ilegales de estos señores. Es muy triste esa situación.

Por cierto, el uso de ciertos términos como socializar (que significa transferir al Estado, o a otro órgano colectivo, las propiedades, industrias, etc., particulares, o promover las condiciones sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral de su persona) para decir que están informando a la comunidad, es ridículo. Pero como estos errores tuvo varios el director al intentar leer su informe. Pero qué se puede esperar, si su dirección de comunicación prefiere hacer negocios con la empresa del director de comunicación (revista índice) que hacer su trabajo. Eso sí, Luis Meza cree que la cultura es TVyNovelas: prefiere llorar en su Facebook: antes que periodista o funcionario es buena persona. En lugar de demostrar públicamente, con papeles en mano, que no hizo un contrato con su revista para vender publicidad al ICL. Facebook me ha enseñado que cualquiera trata de causar lástima para que salven toros, perros, focas y directores de comunicación. Debremos hacer una colecta de firmas en Change.org para expresar que es buena persona. Acomodemos nuestra miseria entre hojas del A.M.

Lo mejor del informe fue el final, cuando le dieron un papel. Antes de eso no podía leer bien ni siquiera el nombre del presidente municipal; hacía un rato que hablaba entre dientes, sudaba en exceso, mascullaba las palabras, arrastraba las eses y las pes. En cuanto leyó lo que le escribieron en la nota, cambió. Estaba presente el presidente municipal. La permuta fue diametral: de un hombre acabado leyendo mentiras, dio paso a una drag queen. Manoteos y gimoteos. Sin embargo, ensució con todo esto a Villasana Delfín: “Usted es cómplice… (Unos cinco o seis segundos de silencio y manoteo) de todo esto.” Puedo creer que el director general no sepa leer y tampoco manejar correctamente el lenguaje, pero los términos delatan: culpó al presidente municipal de todos sus actos ilegales. Pero no acabó allí: otra frase genial, antes de terminar el show: “Usted se llevará esto… (La frase denotaba un dejo de amenaza al presidente municipal, y otra vez hubo unos cuatro o cinco segundos de silencio). Porque usted lo hizo, lo hizo con nosotros.”

Esperemos que el próximo presidente municipal tenga en cuenta esto: Excepto un director que entregó resultados, y en el que se treparon todos los demás, ninguno ha hecho algo; y quien lo ha realizado terminan siendo actos ilegales. Por cierto, se le olvidó decir que Fidel Valdivia dio aumentos a personas que lo necesitaban. ¿Se imaginan a quiénes fueron? Creo que el consejo saliente y puesto de rodillas, ni siquiera se enteró de estas acciones del director de finanzas.

Sin embargo, estos personajes apuestan a nuestro olvido, a que alguien venga a informar que ya hay ternas para el nuevo director. Esperan salir con un poco más de dinero. Algunos buscan no salir, llorar y hacer besamanos: son padres o buenas personas. Así arriesgan a que la indiferencia llene de miseria; lo que ya es un fastidio es que crean que nos hemos acostumbrado.