Jaime Panqueva
03:18
07/11/15

Bienvenidos a mi club

" ... abandonaré la cultura, otro derecho que todos tenemos pero casi nadie ejerce con responsabilidad, para dedicarme a la siembra de mariguana"

Bienvenidos a mi club

Ya lo tengo decidido, aprovechando mi derecho al desarrollo de la libre personalidad que para la Suprema Corte de Justicia estaría por encima del derecho a la vida y a la salud, abandonaré la cultura, otro derecho que todos tenemos pero casi nadie ejerce con responsabilidad, para dedicarme a la siembra de mariguana. Bueno, sé que antes tendré que tramitar mi amparo correspondiente, que se sumará a la avalancha que se está preparando. Así que primero conseguiré un asesor legal para no parar en el bote gracias a las plantas, semillas o esporas indispensables para iniciar la siembra, y que siguen prohibidas de conformidad con la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación. Aunque total, ¿para qué se hicieron las leyes?

Advierto de antemano que yo fumo poco. No, la verdad es que ni sé fumar, pero todo esto lo haré en defensa de mis derechos constitucionales y no más para contravenir al Ejecutivo y al Legislativo.

El terrenito ya lo tengo comprado, sólo falta desbrozarlo y adaptarle el riego, me imagino que pronto conseguiré apoyos de SAGARPA o algún programa de impulso estatal, aunque sea para mantener a raya si no al pulgón amarillo, por lo menos a la araña roja, los trips, la mosca blanca; y si alcanza, pues para comprar algunos fungicidas. Sí, quizás no sea lo más orgánico del mundo, pero no creo que la OMS me venga luego a decir que mi marihuana produce cáncer, ¿no?

Por otra parte, y con el fin de que mi amparo prospere, requiero su participación, amable lector: necesito socios que, además de poner la lana para los insumos, me ayuden a consumir o por lo menos a repartirla de forma gratuita entre los interesados. Recuerden que ante todo, como pasa en las fundaciones de los políticos o en aquellas que ayudan a evadir impuestos a las grandes empresas de este país, debemos mantenernos como una asociación sin ánimo de lucro. No sé si los actuales cárteles se crean esa historia, o también consideren tramitar sus amparos, con los abogados que los defienden, seguro los ganan. Esto, por supuesto, no hay que verlo mal, pues fomentaría la productividad y libre competencia, que es en últimas lo que cuenta.

Ya entrado en esto de la siembra, quizás para estimular a los socios, deba crear un sistema de recompensas, como el de las tarjetas de crédito, y según el monto aportado podrán disponer de productos más elaborados: space cakes, textiles de cáñamo, parches, dulces de THC, champú y hasta supositorios, (hay que pensar en todo).

Para aumentar la posibilidad de encontrar nuevos socios y preparar a los niños para que vayan desarrollando su libre personalidad, tengo ya ideado un sistema de botargas ambulantes que le compraré al Dr. Simi y que acondicionaré para que queden lo más parecidas a Bob Marley. Otra opción es convertirlas en el osito Ted, o en un nuevo superhéroe: el Capitán Cannabis. Ellos nos servirán para repartir pulparindos con pequeñas dosis del “elemento lúdico”, como creo que debemos renombrarlo. El estado mexicano, como es costumbre, estará más atento a promover las reformas legales que a realizar campañas contra el uso de drogas, así que no habrá quien pueda detenernos. Estoy seguro que con su firma, el arte agrícola y la fertilidad de nuestros suelos, sumados a mi sistema de mercadotecnia, pondremos en poco tiempo a temblar a la Philip Morris. ;)

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Un servicio social:

A los lectores y aficionados de la escritora mexicana Laura Esquivel, les informo que el próximo sábado, 14 de noviembre, presentará su libro “A Lupita le gustaba planchar”, en el Centro de las Artes de Salamanca a las 13:00 horas. La entrada es gratuita. No pierda la oportunidad de conocerla en persona y de hacer firmar su libro. :)