Siempre he estado muy agradecido con la gente que se toma parte de su valioso tiempo leyendo mis escritos, y mucho más con aquellos que deciden, por algún motivo u otro, pararme en la calle para preguntarme si yo soy o yo, o se han sentado unos minutos para escribir algún comentario en la página de internet, o lo envían a mi dirección electrónica. A raíz de mi anterior columna sobre la usura, recibí algunas comunicaciones de los lectores y aprovecho esta ocasión para verterlas aquí, junto con algunas que llegaron con anterioridad y otras que no sé porqué llegaron. Vamos pues.

Lector:

Muy buenos días Lic. espero que se encuentre gozando de una excelente salud , quiero felicitarlo por su artículo de ayer en el sol de Irapuato en torno de la usura y es que yo estoy en una situación de usura con una financiera puesto que el año pasado por razones ajenas a mi voluntad caí en morosidad y la semana pasada fui a hacer un convenio dela deuda , pero necesito saber quién me puede asesorar para ver si puedo lograr que me rebajen el pago ya que se triplicó el monto y además voy a pagar 50 por ciento más de abono mensual sin más por el momento se despide de usted.

Respuesta:

Lamento mucho su caso, en ocasiones lo peor que puede hacer uno es dejar correr la deuda. No me dice a cuánto ascienden sus intereses, pero por ley, si la tasa es usuraria, puede proceder por la vía penal contra el prestamista. La usura en Guanajuato está penada de uno a seis años de prisión (Cap.IV Artículo 205 del Código Penal). Otra opción sería, durante el juicio comercial, solicitar la revisión de la tasa de interés. No soy abogado, pero le recomiendo acercarse a uno bueno. Eso sí, soy consciente que es muchísimo más fácil encontrar un prestamista inescrupuloso que un abogado honrado.

Lector:

Lo leo con cierta regularidad y me molestó lo que comentó sobre que no hay jueces que se pronuncien sobre las tasas usurarias, en el caso que mencionó de Alejandra Barrales justamente fue un juez quien se pronunció en contra de ésta. La Suprema Corte, por el contrario, no ha fijado una postura clara en defensa de los ciudadanos, ni exigido al Banco de México o a la CNBV que fijen valores máximos a los intereses, como se hace en otros países.

Respuesta:

Le doy toda la razón, fue una frase (o pregunta) sentenciosa y poco exacta. Pero el panorama no es nada halagador: la primera sala de la Suprema Corte en una tesis aislada de noviembre del año pasado dice algo aberrante: “Las tasas de interés de las instituciones bancarias que conforman el sistema financiero mexicano, gozan de presunción de no ser usurarias”. Es decir, el sistema bancario puede, al menos así lo quiere la Corte, hacer su voluntad, y el Banco de México, aunque tiene como función de vigilar, fungiría sólo como un mero espectador. Afortunadamente, todavía se levantan voces dentro del poder judicial contra esta miopía institucional. La Suprema Corte podría y debería, por el bien mismo de la economía mexicana, exigir que se definieran unos topes máximos para tasas de interés. Bien sabemos que esto iría en contra de poderes fácticos tanto nacionales como extranjeros, y quizás por ello, a ésta, y a varias conformaciones anteriores de la Corte, les han faltado pantalones para fijar una postura que nos defienda del saqueo.

Lector:

Lo felicito por sus artículos, aunque algunos me parecen muy aburridos, de vez en cuando me arranca una sonrisa, como cuando le escribió al Niño Dios. ¿Por qué no escribe más sobre ópera y asuntos culturales?

Respuesta:

Qué bueno que le hizo gracia lo del Niño Dios, aunque me parece que a él no le hizo tanta, pues no me ha traído nada de lo que pedí. En fin, ya me desquitaré en diciembre. Sobre lo otro, es algo que yo mismo me pregunto, los que pide son temas mucho más gratos. Creo que me ahorraría muchos problemas. Lo tomaré en cuenta. Gracias.

Lector:

Me gustó su artículo sobre la tala de arboles, creo que deberíamos respetar más nuestro medio ambiente. ¿No ha pensado escribir más al respecto?

Respuesta:

Sí, definitivamente. No me gusta ser pesimista, ni quiero ser ave de mal agüero, pero se avecinan graves crisis climáticas y, en particular en nuestro estado, se está incubando una crisis de los recursos hídricos. Me estoy informando sobre el tema.

Lector:

Leí en su artículo sobre los límites de velocidad. No puedo creer que en Alemania no existan límites máximos y pueda uno andar a 200km/h.

Respuesta:

Créalo, es cierto, existen casi 13.000 kilómetros de autopistas alemanas donde no hay límite máximo de velocidad. Eso no significa, claro, que no deban respetar las reglas básicas de la conducción (ignoradas por buena parte de los conductores mexicanos), y que deba frenar casi en seco en caso de acercarse a una zona que tiene límite de velocidad para evitar la fotomulta, porque las sanciones son estrictas e ineludibles. 

Lector:

Lo escucho los jueves en la mañana en la radio, es bueno conocer la cartelera cultural de la región. ¿Hay otro medio por el que pueda enterarme de estas actividades?

Respuesta:

Sí, a través del internet, pero no hay una información unificada de eventos privados y promovidos por entidades municipales o estatales. Tratamos de rastrearlos y cada semana publicamos unas recomendaciones en la página de Facebook de Argonauta, revista cultural del Bajío, o se distribuyen por correo electrónico. Si desea hacer parte de la lista de distribución, podemos enviárselas semanalmente.

Lector:

¿Por qué no escribe sobre el juez Porky?

Respuesta:

Hombre, eso acaba de pasar esta semana y el espacio de este fin lo dediqué a sus comentarios y preguntas. Pero es un buen tema; no por la sentencia (que no he leído y creo que muy pocos lo han hecho), sino por la violación del principio de independencia judicial, al ser sancionado el juzgador de forma tan intempestiva y poco argumentada por el Consejo de la Judicatura, como si dictaran línea. Buen tema...

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