viernes. 19.04.2024
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Jaime Panqueva
11:30
11/09/21

Esperar mucho y pagar de más • Jaime Panqueva

“México continúa a la zaga en diagnósticos de covid…”

Esperar mucho y pagar de más • Jaime Panqueva


Hace algunas semanas, mientras sostenía una videollamada con una de mis hermanas que vive en Alemania, ésta abrió el cajón de una cómoda de donde saltaron varios recipientes y cotonetes para realizar pruebas anticovid. Todos los que tenemos los metemos aquí, se quejó, te los regalan en todas partes y las niñas deben realizarse una prueba semanal antes de asistir a la escuela. Ella, por su parte, también se realiza pruebas con regularidad, en particular si debe reunirse con clientes o tiene compromisos en su oficina. Mi sobrina, de 9 años, es ya una experta en introducir el hisopo y disolver la muestra en los líquidos reactivos. Es algo tan normal como asistir a la escuela y realizar pequeñas cuarentenas en caso de descubrirse algún contagio. Las pruebas caseras de antígenos son algo cotidiano en un país que, según las estadísticas de worldmeters, contabiliza más de 70 millones a lo largo de la pandemia. Esto claro, no contempla las que se realizan en casa. 

En Alemania el 62% de la población esta totalmente vacunada, el 66% ha recibido al menos una dosis, y apenas hasta inicios del mes pasado se recomendó la vacunación a niños mayores de 12 años, algo que por mucho tiempo se consideró innecesario.   

Mientras tanto, de este lado del Atlántico, me fue imposible encontrar pruebas caseras en las farmacias locales. Hasta hace unos meses era algo posible y mucho más económico que realizarte una prueba de laboratorio; nadie las tiene ya a disposición. A pesar de los reclamos, México continúa a la zaga en diagnósticos de covid, no sólo a escala continental, sino mundial. Cualquiera que desee corroborar sus sospechas de contagio debe, como nos ha habituado nuestro sistema de salud, esperar y pagar de más.

Por fortuna, parece que el Covid ha dejado de ser una prioridad. Al estar vacunada la CDMX casi en su totalidad, lo que ocurra en el resto del país importa poco. El ritmo de aplicación de vacunas disminuyó en México durante las últimas tres semanas, según el seguimiento estadístico de TResearch. Guanajuato ha tenido que esperar dos semanas para recibir 244.000 vacunas de los 16 millones que ya se encontraban en el país. Nadie da explicaciones por el retraso.Por supuesto, las sospechas por asuntos políticos son las primeras en surgir; ¿esperaban que regresara de Europanuestro gobernador y dejase de “concretar” negocios que ya se habían concretado de antemano, o aguardaban la renuncia del titular de la Fiscalía General del Estado, harto de tantas presiones de AMLO, a pesar de que sus subalternos le echan porras con originales “mantarripas”?

Es cierto que esta ola es mucho menos letal que la vivida en enero y febrero, pero la ausencia de diagnósticos a la mano nos va a dejar muy vulnerables cuando el virus vuelva a mutar y venga el frío invernal. Y a esto, si desean, súmenle las consecuencias de no fomentar una cultura del autocuidado de la salud. Quizás para entonces, si la vacunación masiva vuelve a encarrilarse, hayamos alcanzado la inmunidad de rebaño. Sin embargo, quienes recibieron la vacuna a comienzos de 2021, es muy probable que necesiten refuerzos. Si con las pruebas hay un evidente y sospechoso desabasto, ¿cuándo se podrán conseguir en el mercado las vacunas? Como funciona nuestro kafkiano sistema algo será muy seguro: tendremos que volver a esperar mucho y pagar de más.

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