Dice la sabiduría popular que cuando veas que están rasurando a tu vecino, debes poner tu barba a remojar. El gobierno de nuestro estado podría presumir de muchas cosas, pero creo que la sabiduría no está dentro de ellas. Esta semana se divulgó, tras un año en el poder, que nuestro gobernador Diego Sinhué Rodríguez solicitó al congreso estatal de mayoría panista autorización para aumentar la deuda pública en 5.350 millones de pesos a pagar en un horizonte de quince años.

Según el boletín de deuda pública de julio de este año, Guanajuato adeuda ya unos 4.835 millones, avala unos 869 millones, y sus municipios y entidades operadoras de agua deben además otros 1.153 millones, para un gran total de 6.866 millones. Es decir, la idea es duplicar el tamaño actual de la deuda para impulsar el desarrollo en un momento en que el entorno económico empezará a resentir la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, algo que empieza a reflejarse en las curvas de bonos de deuda pública y en los principales indicadores bursátiles.

La euforia y confianza en la capacidad de endeudamiento de Guanajuato no sólo sale de la boca de Sinhué. Su padrino político, antecesor, sensei o guía espiritual, 3M, conocido en cierta secta como Antonio Villavicencio, declaró que el endeudamiento es una buena noticia.

Román Cifuentes, dirigente estatal del PAN, conocido en cierta secta como Rogelio Vignote Vignote, dio en los medios su visto bueno y declaró además que el estado, vía empréstito con el ISSEG, podría endeudarse con 4.000 millones más. ¿Entraremos en la misma dinámica de endeudamiento que han tenido estados como Nuevo León, Chihuahua y Coahuila, cuya deuda por habitante rebasa los 12.000 pesos? 

Hasta el momento Guanajuato debe relativamente poco, (pueden darle un vistazo a esta lista) pero debe preocuparnos cómo se empleará ese dinero, porque bien sabemos cómo se las gastan y con quiénes. Cuando dicen que 1.150 millones se aplicarán en el rubro de seguridad, recordamos lo que pasó con el proyecto Escudo y que el Marro —¿ya se olvidaron de él?- sigue libre.

Al decir que emplearán 1.400 millones en obras municipales viene a nuestra mente licitaciones opacas y express, Grupo México, y las empresas constructoras ajenas al estado que construyeron, por ejemplo, el nuevo hospital de León. Se anuncian inversiones de 300 millones de pesos en preparatorias militarizadas, cuando necesitamos impulsar las escuelas de talentos, la investigación y el desarrollo de conocimiento que genere más riqueza y empleos.

¿Dónde están los ahorros en la burocracia estatal? No olvidemos que al inicio del presente sexenio se anunciaron con bombo y platillos tres nuevas secretarías, que al final fueron dos y que tienen el personal pero parece que no funcionan. Aunque una de ellas remodeló muy bonito la casa natal de Emma Godoy... Aquí a lo único que se le recortan recursos es a la cultura y las artes: casi desaparece el GIFF, el IEC rema con lo que puede, y el Cervantino será un festival deslavado que se salvará gracias al aporte canadiense.

¿Hay algo de congruencia en la visión económica o sólo cuentas alegres? ¿Querrá nuestro gobernador emular también en estas cuestiones el modelo de Singapur, uno de los más endeudados del mundo, cuya deuda pública rebasó en los últimos años el total de su producto interno bruto? Quizá quiera seguir el ejemplo de los tristemente célebres ex-gobers Moreira o Duarte. No sé, pero el asunto estará en el Congreso, y tras las declaraciones de los líderes del partido azul, creo que su aprobación será más que un mero trámite.

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