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Benignísimo Niño de infinita caridad, llegamos al final de esta década impía, agradecidos por tu permanente intervención y deslumbrados por tu grandeza sin par. No es nuestro deseo faltar a la gratitud por todos los bienes recibidos, ni tampoco queremos pasarnos de pedinches, pero aprovechamos la cercanía de tu nueva encarnación para solicitarte a ti, por encima de cualquier cuate panzón con barba y vestido de rojo, y en nombre de tu grey extendida por toda la tierra, algunos bienes materiales y espirituales que consideramos serían de gran ayuda para los tiempos de transformaciones y golpes de timón que vivimos. Y dice así:

Para Dieguito Sinhué, un boleto para Singapur. Sólo de ida y sin viáticos a costa del erario.

Para Donald Trump, una edición de la revista Playboy donde participe Greta Thunberg.

Para Jair Bolsonaro, una cita a ciegas con Brigitte Macron.

Para Evo Morales, un trono y un cetro de plástico. Y de pilón, una cuenta para acumular millas.

Para Sebastián Piñera, una nueva constitución, una salida decorosa, un boleto de avión a donde sea.

Para Andrés Manuel López Obrador, unas celdas solares, un generador eólico y un auto eléctrico para ver si abandona los fósiles (combustibles y políticos) y nos lleva por el buen camino.

Para la oposición: Mucha inteligencia y creatividad, cuánta falta les hace.

Para El Marro, el Manual de urbanidad y buenas maneras de Manuel Carreño.

Para Manuel Bartlett, un canal de Youtube, se podría llamar: “Curso de supervivencia dinosauria”.

Para Alejandro Gertz Manero, una escoba que sí sirva y que se anime a usar. Una voz.

Para Enrique Peña Nieto, una piyama de rayas que haga juego con los disfraces que le compra su nueva güera.

Para Felipe Calderón, una piyama de rayas que pueda alternar con el uniforme militar que le quedó grande.

Para Vicente Fox, una piyama de rayas que pueda lucir en los buffets de Las Vegas.

Para Javier Duarte una visita conyugal permanente en el Reclusorio Norte.

Para Manlio Fabio Beltrones una cita con la DEA.

Para Genaro García Luna, una cita con Juan Collado. Ah, no, ese también está tras las rejas…

Para las abejas de la UG, un Rector con menos miedo a la verdad y menos aspiraciones políticas.

Para Luis Felipe Guerrero Agripino, una foto tamaño natural del muro del acoso y sobre el marco la nueva divisa #LaVerdadOsHaráSudar.

Para Carlos Zamarripa, un nacimiento dentro de una gruta donde, en vez del Niño Dios, se encuentre el Marro.

Para Ricardo Ortiz, un arbolito que no pueda talar.

Para Lorena Alfaro, un trono municipal…

Para Mario Alejandro Navarro, un bozal.

Para Elvira Paniagua, una carta de renuncia…

Para los guanajuatenses, mucha, mucha, mucha paciencia porque estos sexenios apenas empiezan.

Para todos mis lectores, mucha paz y prosperidad en una década que se anuncia muy movida.

 

Felices fiestas para todos, estaré de regreso a mediados de Enero 2020, si el Niño Dios lo permite. J

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