jueves. 25.04.2024
El Tiempo
Jaime Panqueva
04:14
28/01/17

Trumpbosis

"Pareciera que no hay estrategia inteligente o por lo menos es invisible, o quizá ésta consiste en fingir apoplejía y ganar la mayor cantidad de tiempo posible hasta que el adversario se enrede tanto y en tantos problemas internos como externos, que México pase a ser el menor de ellos..."

Lleva poco menos de una semana en el poder y el magnate-presidente no ha perdido un minuto en demostrar sus habilidades para atemorizar al vecindario. Por supuesto, como buen matón, inicia su perorata tuitera contra el país más débil: México. Lo hace porque sabe que no recibirá ninguna respuesta estridente en los medios, confiado en el ya tradicional entreguismo de sus líderes. Se ve que tiene bien medido al contrincante y, lo peor, que éste baila al ritmo que él imponga, algo que demostró su visita el año pasado.

Las noticias de ayer hablaban de una providencial llamada telefónica de una hora entre @POTUS (es en serio, no es albur, ni cántico de barra brava mexicana, ¡así se llama ahora Trump en Twitter!) y @EPN para que el segundo dijera que no se hablará más del asunto en público, y el otro, a través de su cuenta de Facebook, no mencionara ningún acuerdo o tregua. Esto ya lo vimos, ¿A cuál de los dos le creemos?

No sería descabellado pensar que quizás algo se perdió en la traducción, no tanto por la incapacidad de @POTUS de hablar español, sino por la incapacidad de su contraparte para articular de manera espontánea éste o cualquier otro idioma. Y es que seguro debieron usar traductores, lo que reduciría la extensa y alabada hora de charla, a unos quince o diez minutos de comunicación efectiva.

Así que revalorando lo comentado por ambas partes, @EPN logra un respiro para descansar el fin de semana, porque con seguridad Trump volverá a la carga tan pronto despida a la Primera Ministra Theresa May, tras aplaudirle el Brexit, (tampoco es albur) y recomendarlo para el resto de los países de la Unión Europea.

Por el momento, nuestro gobierno sigue asumiendo muy bien el papel de víctima, un pobre y noble país, maltratado sin razón o motivo aparente, malgré-nous... Un juego que se conoce y aplica a la perfección, porque de lo contrario se habría aprovechado mejor el tiempo transcurrido entre la elección de Trump y su investidura para asumir una actitud más proactiva que entregar al Chapo en bandeja. Pareciera que no hay estrategia inteligente o por lo menos es invisible, o quizá ésta consiste en fingir apoplejía y ganar la mayor cantidad de tiempo posible hasta que el adversario se enrede tanto y en tantos problemas internos como externos, que México pase a ser el menor de ellos. Porque algo ha dejado claro Trump: su bravuconería se enfoca también a sus críticos dentro de los Estados Unidos, donde desde el día posterior a la elección empezaron a organizar la defensa estados enteros y organizaciones civiles que han sabido mostrar el músculo; y a otras naciones, como China, alerta desde hace mucho, y presta a reaccionar de maneras poco amistosas, pues ya ha hecho declaraciones muy fuertes a través de sus periódicos oficialistas del posible camino a seguir en caso de que se afecten sus intereses marítimos, por ejemplo. Ni pensar que haría el Nuevo Imperio si se amaga con una guerra comercial.

Los mercados parecen asumir de mejor forma el estilo Trump: el Dow sobrepasó un nivel psicológico muy importante, los 20.000 puntos, y el peso, a pesar de tanto dislate no superó la banda de las 22 unidades frente al dólar, mientras el interbancario está por debajo de 21. Mientras tanto, en la calle se siente la parálisis ante la expectativa de trabas y aranceles.

Por la buena o por la mala Trump ha demostrado a lo largo de su vida que siempre ha sabido salirse con la suya. Ya tiene setenta años y no va a cambiar, tuvimos una buena muestra esta semana. Todos sabemos que gobernar un país, y más uno democrático, no es lo mismo que dirigir una empresa; Fox (ahora gran crítico de Trump) supo demostrarlo de manera desastrosa en su sexenio. Jugar el papel de víctima puede ser astuto por el momento, pero insostenible y muy peligroso en un largo plazo. Porque la pregunta que a todos nos pasa por la cabeza es ¿qué hará @POTUS cuando no pueda lograr lo que se propone? Y entonces recordamos que acaba de nombrar un halcón como Secretario de Defensa (a quien no por nada le dicen Perro Loco Mattis) y que con la investidura presidencial también se le entregaron los códigos del arsenal nuclear norteamericano. Ahí sí, malgré-nous.

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