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06/08/13

Empresas socialmente responsables

Empresas socialmente responsables

Las personas exitosas tienen una responsabilidad social para hacer del mundo un lugar mejor y no sólo para sacar provecho de él.
Carrie Underwood (cantante country)

 

Un grupo de mexicanos visionarios fundó hace veinte años el Centro Mexicano para la Filantropía CEMEFI, partiendo de un principio básico: “La responsabilidad de las empresas ya no es únicamente el obtener ganancias, utilidades y cumplir con los objetivos en el plano económico, sino tomar en cuenta de qué forma sus actividades afectan o benefician la calidad de vida de sus empleados y de la comunidad en su conjunto como parte integral de su cultura y estrategia de negocio”.  

CEMEFI aborda en la empresa los temas de ética empresarial, vinculación con la comunidad, calidad de vida en la empresa, cuidado y preservación del medio ambiente y el sistema de gestión como empresa socialmente responsable.

A la fecha en México, alrededor de 774 empresas cuentan con el distintivo ESR, entre ellas  Wal-Mart, Cemex, Coca-Cola FEMSA, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, Vitro, Bimbo, 3M, Grupo URBI, Casas GEO y ADO. En Guanajuato seremos unas 8 las empresas que contamos con esta distinción.

Desde el punto de vista de mercado, el obtener este distintivo representa una rentable inversión para las empresas ya que les da una ventaja competitiva al agregar un gran valor a la marca. Está demostrado que cuando se elige entre dos marcas de la misma calidad y precio, la cuestión de responsabilidad social es la que más afecta en la decisión de compra con el ¡41%!; por encima del diseño e innovación (32%) y la lealtad de la marca (26%); y por si fuera poco, el 70% de los consumidores dice estar dispuesto a pagar más por una marca que apoya causas sociales o medioambientales.

Recuerdo lo que me comentaba un amigo cuando me iniciaba en el difícil arte de ser empresario: “Las máquinas las compras en la tienda, lo que hace la diferencia en el negocio es la gente”, y es que un empresario es a la vez un líder y un educador que imprime día a día su personalidad en el negocio que maneja y en el personal y el entorno que lo conforma.

Hoy en día la educación y la formación del personal es pieza clave en el éxito de la empresa, a traves de departamentos internos o de compañías especializadas preparamos a nuestro personal para encarar los desafíos monumentales que enfrentamos los empresarios para sobrevivir en el mundo de feroz competencia que nos rodea.

Un empresario tiene control y autoridad sobre el mundo en miniatura que comanda y en donde su palabra es ley: “así lo quiere el patrón” y su influencia trasciende las puertas de la empresa impactando las familias y la comunidad que les rodea.

Con frecuencia nos desesperamos por las acciones tibias e insuficientes de algunos gobiernos, siendo que en nuestro microcosmos contamos con una población cautiva y moldeable, que nuestra influencia puede ser de mayor intensidad, calidad y permanencia y que a veces hacemos más por la educación y formación de la gente que la misma escuela o gobierno.

Existen multitud de acciones que podemos adicionar a las que ya hemos implementado en nuestras empresas, que pueden hacerse de manera independiente o en concurso con el gobierno y que tendrían un impacto formidable en la construcción de una mejor sociedad. Programas que van desde primeros auxilios, brigadas contra incendios y buenas prácticas de manufactura que ya son de cajón, o como los que imparten ANSPAC o AMSIF para la formación integral de nuestras mujeres trabajadoras y esposas de los trabajadores, o las charlas sobre valores impartidas por la Fundación Teletón, la atención en la empresa al rezago educativo en coordinación con el Inaeba  y la prepa en la empresa (temas que abordaremos en una próxima colaboración), la educación dual y los apoyos a los hijos de los trabajadores que destaquen escolarmente, por mencionar solo algunos.

Por posicionamiento de nuestra marca o por convicción ciudadana, lo cierto es que el cambio que todos los empresarios queremos para nuestra sociedad y que no se está dando con la rapidez y fuerza que se requiere, pasa por el camino de la responsabilidad social empresarial.

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